El Girona vive una crisis total. El equipo de Eusebio Sacristán ha perdido en Vigo contra el Celta (2-1) y queda a 2 puntos de la zona de descenso. En Galicia, los rojiblancos han regalado los primeros 45 minutos y en la segunda parte, aunque han mejorado sus prestaciones, han sido ajusticiados por un golazo de Sofiane Boufal.

Empanada gallega

A veces la necesidad de puntuar te obliga a ser valiente y jugar con orgullo, pero en otras ocasiones te provoca nervios y que las piernas no respondan. Eso es lo que le ha pasado en el Girona en una primera parte difícil de explicar.

Mientras el conjunto gallego ha buscado los tres puntos desde el primer minuto, el equipo de Eusebio se ha dedicado a especular. El entrenador vallisoletano ha dibujado a un 4-3-3 donde Patrick Roberts, Cristhian Stuani y Portu han sido los puntas, pero la pelota no les ha llegado en condiciones en ningún momento.

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De hecho, el protagonista del primer tiempo en clave gerundense ha sido el portero Yassine Bono. El marroquí ha mantenido con vida su equipo después de detener disparos de Boufal, en el minuto 6, y de Ryad Boudebouz, en el 11; pero no ha podido hacer nada cuando Maxi Gómez ha rematado un centro en el segundo palo que ha salido desviado por centímetros.

El delantero uruguayo ha perdonado, pero Iago Aspas no. Uno de los mejores jugadores de la Liga ha hecho la primero diana del partido cuando, desde el punto de penalti y sin ninguna oposición, ha fusilado Bono. Boufal se ha deshecho de Pedro Porro con toda la facilidad del mundo y Douglas Luiz no ha seguido al delantero gallego. El resultado: gol local y drama rojiblanco.

Así, con un Stuani completamente desconectado del equipo y la defensa haciendo aguas, el Girona se ha marchado a los vestuarios con mucho trabajo por hacer.

Portu no evita el desastre

La estrategia de la primera parte ha sido nefasta y, por lo tanto, Eusebio ha tenido que mover ficha en el tiempo de descanso. El entrenador vallisoletano ha cambiado a Patrick Roberts y Aleix García -inoperantes- y ha apostado por Juanpe y Borja García para volver a la defensa de cinco con carrileros.

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Los resultados han llegado muy pronto. En el minuto 52, Portu ha recibido una pelota en la media luna del área, se ha revuelto por sorpresa y ha clavado la pelota en el palo largo de Rubén Blanco. El árbitro ha anulado el gol por fuera de juego de Stuani, que había dejado pasar el esférico, pero el VAR, después de cinco minutos de suspense, ha corregido la decisión del colegiado. Portu ha marcado así su séptima diana de la Liga y ha dado aire a un equipo que un día más volvía a hundirse.

El gol ha provocado que el Girona se envalentonara durante unos minutos, pero entonces un cubo de agua fría ha helado a los rojiblancos. Cuando el Celta estaba en su peor momento, Boufal se ha sacado un golazo de la manga en el minuto 69. El marroquí ha encarado Porro y con la pierna derecha ha clavado la pelota en el palo izquierdo de Bono.

En la siguiente jugada, Boudebouz ha podido sentenciar el partido pero su disparo ha salido desviado por encima del travesaño de los visitantes. El Girona tenía poco más de 15 minutos para intentar la gesta.

Eusebio ha retirado a Raúl García, un defensa, y ha apostado por Kévin Soni, del filial. Decisión sorprendente, cuando menos, y es que el camerunés del Peralada se ha impuesto a Seydou Doumbia, el fichaje estrella del verano. Las cosas dentro del vestuario gerundense probablemente no acaban de funcionar.

La receta, como en las últimas jornadas, no ha funcionado. El Girona no ha disfrutado de ninguna ocasión para empatar y ha vuelto a perder. Eusebio, mientras tanto, pierde crédito de manera prácticamente definitiva.

La salvación se complica mucho y el margen de error se ha acabado. El próximo martes, coincidiendo con la Diada de Sant Jordi, los gerundenses visitan Zorrilla para enfrentarse al Valladolid, el equipo que marca el inicio de la zona de descenso. Si el Girona quiere mantenerse en Primera, sólo tiene una opción: ganar sea como sea contra los castellanos.