Los argentinos están hechos de otra pasta. Viven el fútbol de otra manera y, teniendo en cuenta que no podían decir que eran campeones del mundo desde el Mundial de México de 1986, los festejos no podían ser menos. Con todo, en el 87, un año después de que Maradona levantara el último Mundial en el Estadio Azteca, nació el que el pasado domingo cerró el ciclo de una carrera extraterrestre. Lionel Andrés Messi Cuccittini, Rosario, 24 de junio de 1987, ha puesto el broche de oro a su carrera llena de éxitos con el único que le faltaba.

El fútbol se lo debía, y si bien Qatar ya fue una fiesta rendida a la albiceleste y a su icono, la llegada de la Copa del Mundo a Buenos Aires ha sido un auténtico baño de multitudes. Después de 36 años, el Mundial de Qatar 2022 ha vuelto a situar a Argentina en el Olimpo de los campeones del mundo y, ya desde la llegada de la expedición de Scaloni al aeropuerto, todo ha sido ambiente jubiloso.

La madrugada más concurrida en las calles de Buenos Aires

El avión de Argentina aterrizaba durante la madrugada de este martes en Ezeiza, Buenos Aires, y en la salida de este, las calles de la ciudad han sido copadas por la marea albiceleste a pesar de las altas horas de la madrugada. Con todo, este martes ha sido declarado día festivo en toda Argentina para la celebración del título, cosa que ha favorecido que en los alrededores del Obelisco de Buenos Aires se congreguen miles de personas.

El autobús de la que se acaba de bordar la tercera estrella ha recorrido lentamente las calles de la capital entre un mar de simpatizantes. El único momento de tensión entre tanta celebración, un susto con los cables de electricidad que, aunque podría haber acabado en un accidente mucho peor, solo ha acabado haciendo caer del autocar la gorra que llevaba Leandro Paredes.

A horas que Leo Messi y compañía lleguen al Obelisco de Buenos Aires

A estas alturas, el Obelisco, epicentro de la celebración ya desde el definitivo penalti de Gonzalo Montiel, ya ha congregado miles y miles de personas cuando todavía se espera que Leo Messi y compañía lleguen en cuestión de unas horas. El que dejaba la selección en el año 2016 muy cuestionado, ha atravesado la fina línea entre villano y héroe y ha sido elevado a la categoría de deidad, así como se recuerda al mito de Diego Armando Maradona.