El Barça ha eliminado el Olympique de Lyon y, por duodécima vez consecutiva, estará en los cuartos de final de la Champions League, un hecho que demuestra que el club vive instalado en la élite europea. Pero no es suficiente.

En las tres últimas ediciones de la competición, el Barça se ha estancado en esta ronda de la competición de manera estrepitosa. Atlético de Madrid, Juventus y Roma fueron los verdugos de un equipo que se despidió de la Champions, en gran medida, por culpa de su inoperancia lejos del Camp Nou.

El punto en común de las tres eliminatorias es que el Barça no marcó fuera de casa, un hecho que se ha convertido en la tónica habitual y que también se ha repetido esta temporada, cuando los de Ernesto Valverde empataron a cero en Lyon.

Hay tópicos futbolísticos que existen por algún motivo, y uno de estos profesa que las eliminatorias se ganan fuera de casa. Contra el Olympique el Barça ha certificado su acceso a los cuartos pero lo ha hecho sufriendo en un buen tramo de partido, un hecho que no habría sucedido si hubiera conseguido marcar en Francia. Ante los hombres de Bruno Genesio la aventura ha acabado bien, pero Cristiano, Salah, Agüero o Kane no serán tan benevolentes.

Pesos pesados que dicen adiós

En los cuartos no estarán el Real Madrid, el PSG y tampoco el Bayern de Munich. Los alemanes han caído al Allianz Arena ante el siempre vertical Liverpool de Jürgen Klopp contra todo pronóstico y se despiden de manera prematura de la competición. Sí, los de Anfield -igual que el Tottenham, el Ajax o el Oporto- son equipos peligrosos, pero en ningún caso superiores al Barça. Si el sorteo es favorable a Valverde y compañía, la oportunidad para plantarse en las semis se deberá aprovechar.