Prueba de nivel. El Barça sabrá antes de la medianoche si descuelga a un rival directo por el título de Liga. El Atlético de Madrid, menos sólido pero más imprevisible, calibrará el buen inicio de los blaugrana en un partido especial. Y es que el Wanda Metrpolitano, nuevo y flamante estadio de los colchoneros, acogerá al primer Atlético-Barça de la historia.

'La Décima'

El Barça llega a la octava jornada en estado de gracia. Lo ha ganado todo desde que perdió con estrépito la Supercopa de España contra el Real Madrid. Nueve partidos (siete de Liga y dos de Champions). Nueve victorias.

El currículum impecable de Ernesto Valverde vivirá su prueba más exigente de la temporada después de la visita de la Juventus de Turín en el Camp Nou. El entrenador extremeño, decidido a darle nuevos registros al juego de posición del equipo, tiene delante suyo el mejor escenario para reivindicar el crecimiento de su proyecto.

La décima victoria consecutiva parece, a priori, la más cara de la temporada. O eso se desprende de los últimos enfrentamientos directos, donde el Barça sólo ha sido capaz de superar al Atlético por un gol de diferencia.

Messi nunca descansa

Máxima igualdad. Intensidad y nervios a flor de piel. Así se podrían describir los partidos entre Atlético y Barça desde que Diego Simeone se hizo cargo del primer equipo de los madrileños (2011). El entrenador argentino ha conseguido minimizar las distancias entre los dos equipos con una plantilla sensiblemente inferior. Aunque ha sufrido reiteradamente el genio de Leo Messi. Un jugador que escapa de cualquier táctica.

La figura de Messi centra la previa del partido. Y es que llegará al Wanda con un entrenamiento en las piernas después de clasificar a la selección argentina para el Mundial de Rusia. Su estado físico quizás no es lo mejor, pero está pletórico desde el punto de vista anímico. Su 'hat-trick' contra el Ecuador sirvió para poner punto y final a las críticas y otorgarle la condición de líder indiscutible de la selección.

Messi lo ha jugado todo con el Barça. No ha perdonado ni un minuto. Y no está previsto que su situación cambie. Y más en un partido donde el equipo puede darle un golpe a la Liga.

Luis Suaréz es la otra duda de Valverde. El delantero uruguayo, también con el billete a Rusia en el bolsillo, llega al partido con el tiempo justo para cambiarse la camiseta de Uruguay por la del Barça. 

El famoso 'virus FIFA' es un motivo de peso para sacudir el once y dar oportunidades al banquillo. Pero este sábado puede ser diferente. El Barça se juega seguir liderando la Liga con mano de hierro contra uno de los rivales más incómodos. No valen inventos.

El Atlético añora la 'Costa'

Temporada de transición en una nueva casa. Esta podria ser la descripción del año para el Atlético de Madrid. La sanción de la FIFA sin poder inscribir futbolistas hasta el próximo mes de enero obligó al club a hacer malabares para mantener intacta la plantilla.

La mayoría de los esfuerzos se centraron en retener a Antoine Griezmann, piedra filosofal de este Atlético. El delantero francés parecía que ya tenía en la cabeza jugar con el Manchester United, pero la sanción y la lealtad hacia Simeone lo hizo recapacitar. Además, los despachos trabajaron en fichajes 'en diferido'.

Dos nombres: Vitolo y Diego Costa. Dos perfiles ideales para el tipo de fútbol que practica al Atlético. Dos operaciones que parecieron perdidas pero que se acabaron firmando con el mismo denominador común: el dinero. 40 millones por Vitolo y 62 por Costa. Los dos serán refuerzos de lujo en el segundo tramo de la temporada.

El objetivo de los madrileños es sobrevivir. Sin caras nuevas y con el apoyo de los cedidos, el equipo ya ha evidenciado carencias, sobre todo en ataque. Ha marcado doce goles en siete partidos y se ha dejado seis puntos en la Liga. Su situación en la Champions aún es más delicada después de sumar un empate en las dos primeras jornadas.

Los once de El Nacional