El futuro de Ronald Araujo vuelve a estar en el aire. El central uruguayo, que acabó la pasada temporada como suplente habitual, ha dejado claro en esta pretemporada que no está dispuesto a vivir otro curso sin protagonismo. Su mensaje ha sido firme: quiere jugar. Y si su rol en el proyecto de Hansi Flick no cambia, está abierto a escuchar ofertas. En el FC Barcelona lo saben, y por eso la puerta de salida no está cerrada.
La situación ha activado todas las alarmas en la dirección deportiva, liderada por Deco. Aunque en el club valoran a Araujo por su carácter competitivo y experiencia, también asumen que una posible venta en este mes de agosto no puede descartarse. Si el jugador mantiene su postura y llega una oferta importante, se estudiará.
Consecuencias en el mercado
La posible marcha de Araujo no solo sería un golpe emocional y simbólico para el vestuario, sino que obligaría al Barça a moverse en el mercado. Aunque la plantilla cuenta con centrales como Pau Cubarsí, Christensen, Iñigo Martínez y Eric Garcia, la pérdida de un perfil físico como el del uruguayo dejaría un hueco sensible en la zaga.
Deco ya trabaja con varios escenarios encima de la mesa. Si Araujo se va, el club activaría un fichaje sorpresa en el tramo final del mercado, buscando reforzar la defensa con garantías. Las dos posiciones que se contemplan son un central puro o un lateral derecho, en función de cómo evolucione el resto de la planificación deportiva. Hansi Flick ya ha dado su visto bueno a esa posibilidad si la plantilla queda coja.
Un mes de decisiones
Quedan semanas clave por delante. La gira asiática de pretemporada ha dejado claro que la jerarquía en defensa no ha cambiado demasiado respecto al curso anterior, con Cubarsí y Iñigo partiendo por delante en los planes iniciales del técnico alemán. Araujo, mientras tanto, mantiene su exigencia: quiere sentirse importante o buscará nuevos horizontes.
Desde el club, se intenta mantener la calma. Araujo tiene contrato y su figura sigue siendo apreciada, pero el Barça no quiere tener jugadores descontentos. Y en un contexto económico delicado, una venta por encima de los 35 millones sería valorada seriamente.
Todo en manos de Araujo
La pelota está en el tejado del central. Si decide quedarse y competir, Flick contará con él. Pero si sigue firme en su idea de buscar un rol protagonista fuera del Camp Nou, su salida podría desencadenar un último movimiento inesperado del Barça en el mercado. Agosto será largo, y en Can Barça, nada está cerrado.