El Barça se ha metido solo en una crisis de dimensiones colosales. Y mira que nadie se lo había pedido. Después de solucionar con más pena que gloria el cambio en el banquillo, este inicio de año convulso en can Barça continúa con Éric Abidal haciéndose el harakiri y dejando expuesto nuevamente a Josep Maria Bartomeu.

Abidal, a casa

Al ridículo en la política de fichajes en este mercado de invierno, hay que añadir unas declaraciones incendiarias del aún secretario técnico. Decimos aún porque en unas horas lo más probable es que ya forme parte del pasado. Abidal no ha hecho nada bien. Ni los fichajes han mejorado a un equipo caduco, ni se ha podido fichar a un delantero en este mercado de invierno.

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Y encima, para acabar de arreglarlo, Abidal ha señalado a los jugadores como parte del problema y motivo de más para cambiar de entrenador. Con Valverde "muchos jugadores no estaban satisfechos ni trabajaban mucho y también había un tema de comunicación interna". Y este hecho hizo explotar a Messi, que respondió duramente a Abidal y lo ha acabado de sentenciar.

A Abidal le toca marcharse del Barça por la puerta de atrás, habiéndose puesto en contra a todo el vestuario y habiendo hecho pésimamente su trabajo. Y ahora queda por resolver el fichaje de un nuevo delantero si se confirma la grave lesión de más de 5 meses de Dembélé. ¿Quién hará su trabajo?

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¿Nuevas elecciones?

Pero si alguien piensa que Abidal es el problema, no es así. Josep Maria Bartomeu, el presidente del Barça, es el máximo responsable de este barco que va directo a la deriva. El Barça de Bartomeu es como la historia del Titanic, que todo el mundo sabe cómo acabará.

Bartomeu ha visto como en los últimos tiempos Puyol le dijo que no, Xavi le dijo que no, ahora Messi... y así una larga lista. Quizás quién tendría que decir ahora que no es el socio del Barça y expresar democráticamente la opinión en unas elecciones.

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Bartomeu vuelve a estar tocado, pero todavía no hundido. Nunca sabemos cuál será el próximo paso del presidente blaugrana. Su salida tendría que ser en forma de elecciones el próximo verano. Que el Barça no gane nada esta temporada ya es secundario, pero que Messi nos dejara sería imperdonable.