Figura fundamental en la historia del séptimo arte, el cineasta alemán Werner Herzog ha visitado Barcelona con motivo de la nueva edición del festival Serielizados. El autor de obras tan fascinantes como Fitzcarraldo, ha revivido su trayectoria a su paso por la capital catalana.

El fuego interior

Werner Herzog es uno de los cineastas que mejor ha retratado el fuego interior del ser humano en filmes como Fitzcarraldo, por lo que no es de extrañar que su último proyecto tenga que ver con otro fuego interior, el que "corre bajo nuestros pies en forma de magma y que puede salir en cualquier momento".

Los volcanes, un hecho de rabiosa actualidad con la erupción del cráter de La Palma, fascinan al autor de Aguirre, la cólera de Dios por esta "calidad de espectáculo que implica violencia y belleza al mismo tiempo", ha dicho este miércoles en Barcelona, en su visita dentro de la programación del festival Serielizados. Su próxima escala será Lanzarote, donde impartirá un curso de cine práctico a un grupo de cineastas internacionales. "¿Ya no estamos a tiempo de cambiar de isla e ir a la Palma, verdad?", ha preguntado medio en broma el hombre que amenazó con una pistola al irascible y temperamental Klaus Kinski. "Hay que estar allí donde está la historia", ha añadido el director alemán, y en todo caso no sería un frívolo viaje de placer para disfrutar a costa de la desgracia de los 'palmeros', porque el interés de Herzog por los volcanes viene desde lejos y es profundo.

Enemigos íntimos

El cineasta, que realizó en el 2016 un documental sobre el poder de los volcanes y sus vínculos con ciertas prácticas espirituales titulado Into the Inferno, está ahora volcado en una nueva película sobre los vulcanólogos Katia y Maurice Krafft, que murieron después de grabar más de 300 horas de lava y erupciones. "Me han pedido que haga un documental sobre su vida, pero no lo haré -ha revelado-, creo que más bien será un réquiem musical dedicado a ellos dos". Herzog ha revelado que a menudo siente cierta excitación pensando que todo el planeta "es magma que corre bajo nuestros pies y que puede salir en cualquier momento y en cualquier lugar", ha confesado.

Werner Herzog 2 - EFE
El cineasta alemán Werner Herzog durante su visita a Barcelona. Foto: EFE

Una fascinación que conecta con otro de los temas centrales de su filmografía: la tormenta incontrolable que pueden esconder en su interior los seres humanos. Ejemplos memorables de los antihéroes de Herzog son Lope de Aguirre, de Aguirre, la cólera de Dios o Fitzcarraldo, de la película del mismo título, los dos filmes protagonizados por Klaus Kinski, su actor fetiche con quien mantuvo una intensa relación profesional de amor-odio. Fitzcarraldo no sólo es recordada para ser una obra maestra del cine
sino por el duro enfrentamiento durante el rodaje entre Herzog y Kinski, los desproporcionados ataques de ira del cual quedaron recogidos en el documental Mí enemigo íntimo. "Todo aquello forma parte de mi prehistoria porque la última película que rodé con Kinski fue hace cuatro décadas. No lamento nada de lo que hicimos juntos porque conseguimos intensidad y una experiencia única; eso sí -ha añadido, con una sonrisa-, todas las canas que tengo se llaman Kinski".

Persona y personaje

Pero Herzog no está anclado en el pasado y, de hecho, a sus 79 años de edad, está muy activo y, además del proyecto sobre los vulcanólogos, The Fire Inside, está trabajando en otra película propia y en otra con su hijo Rudolph. Y con estos, y coincidiendo con el motivo de su visita a Barcelona, Herzog ha anunciado que tiene en proyecto una serie de ficción denominada Fordlandia. "Me interesa el formato de serie porque la narrativa de largo recorrido permite explicar ciertas historias, como los relatos de Tolstoi o Dostoievski, y siempre es más interesante que los diez segundos de TikTok. No estoy en contra de los nuevos formados ni de las nuevas tecnologías -ha agregado-, gracias a internet mucha gente joven ha conocido mi cine y ahora se ponen en contacto conmigo".

Amable y paciente, a pesar de lo que se podría pensar viendo algunas de sus películas, Werner Herzog valora el contacto con las nuevas generaciones. "La gente comete el error de confundir a mis personajes con mi personalidad".