Durante más de mil años, hasta pasada la Segunda Guerra Mundial, las cuestiones de honor en Francia se resolvían con duelos. También sucedía que las mujeres no podían llevar pantalón, una ley que se abolió en 2013. Sorprendente, pues es evidente que es una normativa que lleva ya décadas en desuso. De hecho, lo que esta ley promovía en París, era la prohibición a las mujeres a “vestirse como hombres”. Vincent Perez, que estrena la que es su cuarta película como director, firma una historia de época, bien ambientada, con duelos muy visuales (la primera en el bosque es tremenda) y esa estrecha relación entre el miedo a la muerte, el vértigo al amor y, sobre todo, delimitar en qué lugar están el honor, la disciplina y el coraje. De padre español (concretamente valenciano) y madre alemana, Vincent Perez saltó a la palestra en 1990 por su papel en Cyrano de Bergerac junto al, ahora vilipendiado, Gerard Depardieu. Por esta actuación estuvo nominado a los premios Cesar (luego tuvo dos más) y, a partir de ahí, se forjó una carrera abundante en títulos, incluso algunos fuera del territorio francés: en 1996 participó en The Crow: City of angels y recientemente en la serie australiana Shantaram. Así pues, y aprovechando el estreno de Asunto de honor en el BCN Film Fest, nos sentamos a dialogar con él. Lo primero que llama la atención de Vincent Perez es su carisma (esa sonrisa pícara), su elegancia evidente (clásico pero moderno) y la buena predisposición que tiene para la conversación (de ser posible, hubiésemos estado horas).
Antes de empezar, comentarte que no conocía esa faceta tuya de fotógrafo, con libros publicados y exposiciones.
El siguiente libro que publicaré verá la luz en septiembre y será muy artístico.
Aunque imagino que no te dará tiempo, en Barcelona hay buenos espacios para ver exposiciones de fotografía, entre otras Colectania, en el barrio del Born, con una librería preciosa, o Fundación Mapfre.
Muchas gracias por la información, me lo apunto.
Antes de entrar a hablar de la película, ya que estamos, aprovecho para preguntarte de dónde te viene esa pasión por la fotografía.
De la pintura, y esto me llevó a la fotografía, y después el cine. Todo va ligado.
Mi idea era hacer una película sobre el arte del duelo
Ahora ya, hablando de Asunto de honor, decirte que me gustó mucho y, muy importante, cuando uno va a ver una película, aparte de que te cuenten una historia, es muy importante aprender. Y aquí hay mucho. Por ejemplo, no sabía que durante más de mil años, muchas cosas en Francia se decidían en duelos.
Mi idea era hacer una película sobre el arte del duelo, porque he hecho muchos duelos en el cine. He trabajado en películas como La reina Margot, Fanfan, El jorobado, y muchas otras, con maestros de armas rusos, chinos, un poquito de todas partes. Y es una práctica que me gusta mucho, cercana a la danza, la coreografía. Había algo con lo que también me sentía identificado. Y es muy bonito. Había también esta idea de explorar el duelo, el arte de la espada, y además hubo también el descubrimiento de un periodo, una especie de edad de oro del duelo, de la que efectivamente se habla mucho. Pienso que la primera película que habla de esto, finales del siglo XIX, en la era de la industrialización, un mundo nuevo al que llega, cosas como la electricidad, en un pasaje de ocho o nueve años increíble, de un mundo que cambia…Así pues, final de un mundo, principio de otro.
También me interesa mucho la figura de la chica, de Astiè, con su defensa de lo propio y colectivo, y el valor de sus ideas.
Exacto, hay esta relación bastante increíble entre la prensa, los sucesos y los movimientos asociativos. El de la liberación de la mujer, donde ella estaba totalmente encerrada. Para empezar, en el corsé, en unos códigos muy estrictos, con una cierta élite, evidentemente. Y, por lo tanto, de repente, hubo estas primeras pioneras, mujeres increíbles y valientes, que empezaron a mover las cosas, y probablemente Astiè fue una de las primeras mujeres militantes que luchó por la modernidad, con una especie de equilibrio y que sufrió mucho. Fue una persona totalmente abandonada y rechazada por la sociedad, pero que, por el contrario, fue muy valiente y creó la primera liga femenina de esgrima que hubo en un pueblo, y me parece un poco extraño que no se hablara en la época. Ha sido una mujer completamente olvidada.
La reputación hoy en día, es algo que está por todas partes. Cada día se destruye la reputación, en las redes sociales, en los medios, en todas partes adquiere un alcance gigantesco
Algo muy interesante en la película es el concepto del honor, como de importante es preservarlo. Hay una frase en la película que dice: "El honor no vale nada, si se pierde la vida". Es la madre de Adrien quien lo dice, cuando él muere. Entonces, el honor, ¿para qué sirve? Si al final acabas cayendo a la lona.
Sí, sí, es la locura del hombre, que es la que creó o inventó el honor. Pero, yo he mostrado la película en Asia, concretamente en Hong Kong y Singapur, y nadie me preguntaba sobre el honor. Para ellos es totalmente normal, de hecho ellos tienen la cuestión de la integridad de la persona, vestida de honor. Está muy presente, es algo que todos llevamos con nosotros. Es interesante que nosotros nos tengamos que plantear a nosotros mismos qué pasa con mi honor. Algo que a día de hoy, es constantemente sacudido en las redes sociales, por el mundo en que vivimos y, como algo bastante cotidiano. Esta idea de la integridad es como algo muy íntimo, y me pareció interesante volver a plantear esta cuestión. Y claro, también el asunto de la reputación, ¿verdad? Que va de la mano. La reputación hoy en día, es algo que está por todas partes. Cada día se destruye la reputación, en las redes sociales, en los medios, en todas partes adquiere un alcance gigantesco. Por un lado, tenemos la reputación y la necesidad del honor. Y nos preguntamos si evidentemente está vinculado.
También me gusta cómo está enfocada la relación de afecto entre Lacaze y Astiè. Hay un juego muy bonito de miradas, de sensibilidad.
Me gusta porque los diálogos son muy precisos, y es algo que entra en la historia. De hecho, me gusta que lo hayas podido observar porque es verdad que la idea de que nada mejor que el amor para reconstruirse, aunque pienso que los dos no viven obligatoriamente una historia de amor, sino de reconocimiento, con heridas parecidas.
Hace poco leí una entrevista con Juliette Binoche en la que decía que Francia tiene un gran problema de identidad. Y por los viajes que hago allí, que son frecuentes, tengo la sensación de que ahora en Francia, muchos de esos jóvenes no comulgan o se identifican con lo que significa ser francés.
Es una pregunta muy amplia, y muy complicada. Y necesitaría una reflexión muy larga, pero es verdad que es un periodo muy extraño y problemático en el que efectivamente hay una especie de cambio en la sociedad, pienso que es la herencia de las colonias y hay algo que evidentemente viene de ahí. Por lo tanto, pienso que hay cosas muy interesantes en este tema. Y sí, el motivo es una cuestión de identidad muy fuerte que a menudo está representada por los extremos, sobre todo la extrema derecha, que no vamos a entrar ahí.