Netflix estrena este viernes la esperada serie El cuerpo en llamas, basada en el crimen de la Guardia Urbana de Barcelona del año 2017. Un crimen y una historia que como asegura la actriz y protagonista de la serie, Úrsula Corberó, muestra que "la realidad supera la ficción". Corberó se pone en la piel de Rosa Peral, condenada a 25 años de prisión por el asesinato con alevosía de su pareja, del cual también fue condenado Albert López, su amante y agente de la Guardia Urbana de Barcelona. Gutiérrez explica que en paralelo a los hechos reales han generado "una ficción con todos los vacíos que hay porque hay más vacíos que certezas y esta era la dificultad".
Mucho más que una copia de la realidad
En mayo del 2017, los Mossos d'Esquadra investigaron la aparición de los restos óseos de un cuerpo humano en el maletero de un vehículo en una pista forestal que da acceso al pantano de Foix, en el término municipal de Castellet i la Gornal (Alt Penedès). El cuerpo localizado en el interior de un coche calcinado era el de un guardia urbano de Barcelona. En el 2020, después de la investigación, Rosa Peral fue condenada a 25 años de prisión por el asesinato con alevosía de su pareja, del cual también fue condenado Albert López, su amante y agente de la Guardia Urbana de Barcelona, cuerpo policial al que pertenecían tanto ella como la víctima. Corberó explica que a medida que va haciendo la promoción le vienen a la cabeza recuerdos y vivencias del rodaje que tuvo lugar hace casi un año. "Fue un rodaje bastante intenso y hemos conseguido hacer una serie que era un reto desde el principio, porque era muy difícil". Cree que el resultado final de la serie es el que se imaginaba cuándo leyó el guion e "incluso ha superado" sus expectativas, puntualiza. Corberó asegura que el crimen de la Guardia Urbana muestra la realidad supera la ficción. "Incluso hay muchas cosas de la realidad que Laura Sarmiento (guionista) sabía y que se tuvieron que obviar de la ficción, porque si no se abrían demasiadas ramas y se desviaba mucho de la trama a la cual interesaba seguir desde el principio".
La actriz catalana admite que uno de sus miedos era que la serie pareciera un folletón|folletín o fuera|estuviera amarilla, sexualizada o morbosa. "Había varios miedos por mi parte desde el inicio del proyecto y hubo muchas conversaciones para aclarar y saber que me estaba metiendo donde me tenía que meter". Los dos actores se prepararon de manera muy diferente sus papeles. Por una parte, Quim Gutiérrez leyó libros, vio el capítulo de Crims sobre el tema y con todo este material, explica, en paralelo a la realidad generaron "una ficción con todos los vacíos que hay porque hay más vacíos que certezas y esta era la dificultad". El actor señala que para él con la información y "la verdad" que hay sobre este caso no le resultaba suficiente para entender "por qué en última instancia y con todas las opciones que tenían la única solución posible era el asesinato de otro policía, porque dos personas que no son psicópatas consideran que la única solución es esta". En este sentido, indica que había vacíos biográficos que se tenían que llenar. "Normalmente, no tienes tanto material ni la oportunidad de ver al personaje que interpretas". Sin embargo, aclara que no se trata de hacer un documental, ni una copia de la realidad. A Corberó le pasó todo el contrario. Con respecto a Rosa Peral, explica, todo el mundo se atrevía a opinar sobre ella y una de las preguntas más recurrentes era: "Por qué?". De hecho, esta es la pregunta que se hacía constantemente la actriz. Confiesa que a medida que iba rodando la serie encontraba respuestas a muchas de sus preguntas sobre Peral en las escenas que hacían. Admite que nunca le había pasado eso con un personaje.
Las cintas de Rosa Peral
Coincidiendo con el estreno, también verá la luz en la plataforma el documental Las cintas de Rosa Peral. La película expone desde un nuevo ángulo los hechos del 2017 seis años después, donde Peral rompe el silencio desde la prisión. El documental muestra por primera vez el testimonio y el material inédito que pertenece a su archivo personal de vídeo y foto, y entrevistas con su entorno más próximo, el fiscal y los abogados del caso, además de los principales periodistas que cubrieron el suceso. La película está producida por Raimon Masllorens, Arlette Peyret y Carol Saliner, de Brutal Media.
La semana pasada Rosa Peral pidió al juzgado detener la difusión de la serie sobre este caso. El juzgado de primera instancia número 54 de Barcelona recibió la petición de medidas cautelares instada por Peral en el marco de una demanda que ha presentado también contra la productora por|para el derecho al honor. El juzgado no admitió a trámite la petición de Peral. La magistrada argumentó que este asunto lo tiene que tratar el partido judicial de Vilanova i la Geltrú, donde la condenada vivía antes de ingresar en la prisión. Finalmente, este miércoles el juzgado de primera instancia número 6 de Vilanova i la Geltrú ha desestimado la pretensión de la exguardia urbana de Barcelona Rosa Peral de detener cautelarmente la difusión de la serie de Netflix.