Parece que lo que necesitaba el festival era un poco de tiempo para recuperarse. Y es que, en la segunda jornada del festival, la presencia de público se hizo notar tanto de día como de noche. También jugaba a su favor contar con muy buenas cartas a nivel de programación. Nos metemos de pleno en ello.

El día es nuestro
Antes de entrar en materia sobre lo que dieron de sí los conciertos más destacados, mencionaremos algunas actuaciones que sedujeron por su alto grado de efectividad y también de gracia. Para empezar, nos referimos al directo protagonizado por ญาบอยฮานอย (yaboihanoi). El tailandés fusionó tradición y tecnología de forma radical. Merecía una hora con mayor afluencia de público. Otro momento destacable fue la sesión a cargo de Adrian Sherwood, el hombre responsable de jamaicanizar un montón de remezclas de bandas como Massive Attack o Primal Scream —de hecho, llevaba una camiseta de estos últimos con motivos pro-palestinos. El sexagenario combinó a la perfección el dub de la vieja escuela con novedades del género.

Sónar 2025 / Foto: Carlos Baglietto
Pero, entrando de lleno en los momentos destacados del día, hay que empezar hablando del concierto de Alva Noto & Fennesz, que presentaban Continuum. Para muchos, esta fue una de las actuaciones más esperadas. Se trataba de un homenaje a la figura de Ryuichi Sakamoto. Ambas leyendas de la electrónica experimental —que ya habían colaborado con Sakamoto en álbumes como Vrioon y Summvs— presentaron una propuesta que exploraba las fronteras entre el sonido acústico (Fennesz a la guitarra) y el digital. Este nuevo viaje mantuvo el espíritu de búsqueda y riesgo del legado de Sakamoto.

Sónar 2025 / Foto: Carlos Baglietto
Por su parte, Tarta Relena también llegaban con un disco nuevo bajo el brazo, tres años después de su primera aparición en el festival. El espectáculo transitó por los márgenes del canto antiguo y la experimentación vocal más radical. El dúo formado por Marta Torrella y Helena Ros volvió a mostrar su propio y personalísimo universo, donde convive el misterio litúrgico. Para la ocasión, contaron con cuatro percusionistas que dotaron al directo de mucha más corporeidad.
El concierto de Maria Arnal desbordó la canción pop para abrirla a la tecnología, la ciencia y las artes
Y como último concierto a destacar, hablaremos de Maria Arnal, que venía a presentar Ama. La relación entre Maria Arnal y el festival hace tiempo que va más allá de la fidelidad: es casi simbiótica. La cantante y compositora catalana encontró en el festival el marco ideal. Su concierto desbordó la canción pop para abrirla a la tecnología, la ciencia y las artes. Con una escenografía sobria —una mesa con instrumentos electrónicos a un lado del escenario y una pantalla trasera con imaginería científica—, ella podía moverse libremente junto a un cuerpo de baile de cinco integrantes con las que interactuaba mediante coreografías.

Sónar 2025 / Foto: Carlos Baglietto
Fue un viaje sonoro con vocación pop y espíritu de vanguardia, heredero de proyectos como Clamor, Sirena o Cada capa de la atmósfera, y que confirma Maria Arnal como una de las voces más singulares y necesarias del panorama musical, ya no solo de aquí, sino internacionalmente. Mención especial también a los directos de Plaid, que combinaron psicodelia con IDM con mucha maestría, y a la sesión de Honey Dijon, la reina del house, que llenó el Sónar Village a base de house de los noventa y toques latinos. En definitiva, la jornada diurna ofreció propuestas de todos los colores y para todos los gustos.

Sónar 2025 / Foto: Carlos Baglietto
La noche es de todos
Corrimos con ganas para llegar a tiempo a la propuesta que nos tenían preparada Bicep, que venían a presentar el espectáculo audiovisual CHROMA. Los de Belfast volvieron a Sónar —últimamente, su segunda casa— con la disciplina que los reconectaba con sus raíces como selectores. Bicep demostraron por qué actualmente son unos de los tótems de la música de baile. Comenzaron su set sin intención de dejar prisioneros, con un ritmo endiablado y unas bases demoledoras. Anoche, Matt McBriar y Andy Ferguson dejaron atrás la presión de los himnos para reivindicar el placer puro del DJing —ese espacio donde los breaks, el techno, el IDM y los brillantes visuales de Zak Norman se funden para hacer vibrar cuerpo y mente. ¿Bicep en modo DJ? Sí, ¿dónde se firma?

Sónar 2025 / Foto: Carlos Baglietto
Bicep demostraron por qué actualmente son unos de los tótems de la música de baile
Por su parte, Peggy Gou mostró su condición de icono global de la electrónica. Nacida en Corea del Sur y afincada en Berlín, Gou ha pasado en pocos años de ser una promesa de la escena underground a convertirse en una de las DJs más influyentes y solicitadas. Y anoche lo demostró con creces con una fórmula basada en house luminoso, toques de disco y una actitud innata para hacer bailar sin parar. Otro de los pesos pesados de la noche fue Max Cooper. El directo del norirlandés, Lattice 3D/AV, estaba basado en su último disco On Being, compuesto a partir de miles de mensajes anónimos de fans. El resultado fue toda una experiencia inmersiva donde los visuales, el diseño sonoro y el trasfondo científico estaban íntimamente conectados, y convenció. Como fondo sonoro: IDM y ambient progresivo. Fue una lástima que, por problemas técnicos, el concierto tuviera que suspenderse a la mitad.

Sónar 2025 / Foto: Carlos Baglietto
Para terminar, Kieran Hebden, más conocido como Four Tet, es uno de los pesos pesados de lo que se conoce como electrónica alternativa. Con una carrera que abarca más de dos décadas, volvió a Barcelona para ofrecer un set de DJ en el que el IDM, el techno, el UK garage e incluso el jazz convivieron en armonía. Durante la sesión, llevó a cabo toda una fusión de sonidos, tal como nos tiene acostumbrados. La sesión de anoche volvió a dejar boquiabierto a más de uno. Y es que Hebden, a veces, recuerda a John Peel, en el sentido de que siempre pincha rarezas que nadie conoce, pero que, en el contexto de una sesión, encajan a la perfección.

Sónar 2025 / Foto: Carlos Baglietto
La noche estuvo a la altura de las grandes ocasiones, con propuestas poco contemplativas y muy enfocadas en hacer bailar a todo el mundo. No hay que olvidar que el programa también contó con otros superhéroes de los platos como Richie Hawtin, Helena Hauff, Elkka, la reina del dubstep SICARIA, o nuestro mejor representante: el incombustible Ángel Molina.