La narrativa serial tiene muchos defectos, pero también una virtud que está en el ADN de su éxito: la inmersión que suponen a la vida y los conflictos de los personajes favorece que los sentimos muy próximos, casi como parte de nuestra cotidianidad. Pero que te los hagas tuyos no quiere decir necesariamente que transmitan verdad, es decir, que sean tan tangibles que sus problemas acaben pareciendo un poco los tuyos. Cuando una serie lo consigue, deja de ser una simple ficción para convertirse en una ventana a realidades que, además, no siempre tienen la visibilidad que se merecen en las plataformas. Este es el caso de Somebody somewhere, una producción de los hermanos Duplass para HBO Max que apunta a convertirse en uno de los grandes títulos del año porque lo que explica se hace genuino y honesto. Resulta creíble como la vida misma porque lo que se ve y escucha es el perfecto equilibrio entre drama y comedia, entre pérdida y reconciliación, entre asumir los fracasos y confiar en los triunfos. Una pequeña joya que se hace grande a medida que la piensas porque, al fin y al cabo, habla de temas que nos interpelan en todas y en todos.

Alguien en algún lugar

La protagonista de Somebody somewhere es Sam, una mujer que intenta reponerse, sin mucho éxito, de la muerte de su hermana. Era su mejor amiga y su confidente, y sin ella se siente muy sola. Vive con sus padres, tiene un trabajo que la hace infeliz y el resto de su familia parece no querer dedicar más tiempo al luto. Cuando tenía pinta que no saldría nunca más del pozo, descubre que uno de sus compañeros de trabajo, Joel, fue con ella al  instituto y siempre ha admirado sus virtudes. Joel le presenta a sus amigos, que se reúnen en una iglesia para rebelarse contra la tristeza a través de la música.

La serie se dedica a mostrar el viaje de la protagonista para recuperar las riendas de su vida y convivir con la ausencia

A partir de aquí, la serie se dedica a mostrar el viaje de la protagonista para coger las riendas de su vida y convivir con la ausencia mientras (re)aprende a relacionarse con los otros. Es una de aquellas series que obran el milagro de encogerte el corazón y hacerte reír a la vez, a veces en una misma escena.

Somebody Somewhere 3
Somebody Somewhere es la nueva serie de los hermanos Duplass para HBO Max

Directo y honesto

Su humor funciona tan bien porque es directo y honesto, y al mismo tiempo sus responsables se aseguran que los detalles hablen por sí mismos. La búsqueda de la felicidad del personaje es muy creíble porque no hay ni un sol secundario que no esté bien explicado y nos habla de cosas que reconocemos como propias. Rehúye todo cliché en la recreación de las relaciones familiares (un buen ejemplo es la discusión entre hermanas al primer episodio) y sabe mirar de cara aspectos emocionales que quedan demasiado sobreentendidos a la ficción moderna.

La clave de su brillantez reside en Bridget Everett, que disuelve la frontera entre actriz y personaje

La clave de su brillantez reside en Bridget Everett, que disuelve la frontera entre actriz y personaje para hacernos oír que la conocemos de alguna cosa. Al final, si Somebody somewhere es todo un descubrimiento es porque tan difícil resulta transmitir verdad como recrear un concepto a menudo ausente a nuestra vida diaria: la empatía.