Un monstruo surgido del fondo del mar, el monstruo Acuarius se escapa del Instituto de Investigación Oceanográfica, matando a sus guardianes, y provoca el terror en una ciudad norteamericana. Este es el argumento de La señora Caliban, de Rachel Ingalls, una obra que la editorial Minúscula publica en castellano, (en traducción de Carles Andreu) y en catalán (en traducción de Marta Hernández y Zahara Méndez). Pero lo que podría ser el argumento de una película de terror, aquí deriva en una novela muy diferente, que tiene en el terror un elemento secundario para una trama en clave femenina que nos interroga, sobre todo, sobre nuestra vida cotidiana.
Una ocasión maravillosa
El monstruo que escapa de la institución de investigación acaba escondiéndose en la casa de un matrimonio mal avenido. Lo encontrará Dorothy, una mujer que se siente muy insatisfecha con su vida cotidiana. Dorothy esconderá al monstruo y muy pronto descubrirá que este ser le hace caso más que su marido, la trata mejor que su marido, la ayuda en casa mucho más que a su marido y, además, le hace el amor mucho mejor que su marido. A Dorothy, pues, no le importa mucho que Larry (cómo le llama) devore kilos de aguacates ni que tenga unos pies de una medida extraordinaria.
Un clavo ardiente
Sin duda la vida "normal" de la Dorothy la está aplastando y haciendo enloquecer. Y Larry es una bocanada de aire fresco en su vida, pese a su extraño aspecto y a que todas las fuerzas de seguridad del Estado estén en su búsqueda. Dorothy, a través de su conexión con el monstruo, se verá obligada a hacer un repaso a su vida, y el balance no será nada positivo. En realidad, La señora Caliban es una mirada profundamente femenina sobre el mundo; no se puede entender la fascinación de Dorothy por Larry sin tener en cuenta la desolación de su vida cotidiana.
Una gran historia minúscula
La editorial Minúscula está especializada en publicar libros cortos (que en ocasiones tienen problemas para encontrar salida en el mercado editorial). La señora Caliban, un libro publicado originalmente hace más de 25 años, es una pequeña joya de la literatura. Ingalls no permite que la reflexión sobre la condición femenina agüe la trama, porque esta obra es, ante todo, una aventura con acción e intriga, donde el lector no para de preguntarse cómo acabará la historia. Y en que el final no decepciona. Una lectura que nos hará preguntarnos si no haríamos bien, en alguna ocasión, en poner un monstruo en nuestras vidas.