Lo que pasa en la cama, se queda en la cama. O debería. Porque los discos de parejas son lo peor de lo peor de las sagas pop. Solo Víctor Manuel y Ana Belén se salvan. Con esto ya nos hacemos una idea. Ni Sonny & Cher, Ni Beyoncé y Jay Z, ni –si me apuras– John Lennon y Yoko Ono. Juntos, no hay quien los aguante. Son esos novios que se apuntan a clases de pádel y te lo cuentan: quieren sacar a flote la relación compartiendo más espacios. Ya lo decía mi abuelo, muy burro él: donde tengas la olla, no tralarí.

Los discos de parejas son lo peor de lo peor de las sagas pop

Evidentemente, Rosalía y Rauw han preparado el escenario como nadie: Motomami en el Camp Nou y un Charlando con Ibai Llanos, “qué-honor-estar-en-la-cocina-tuya”. No lo necesitaban para captar la atención, siendo ella la artista más decisiva del pasado año y él un renovador del reggaeton de pro. Pasaron por Barcelona, sin hablar con la prensa especializada, una vez más, teniendo claro el plan de marketing: foco en las nuevas plataformas. 

El de la pareja es un EP que tiene potencial en stories y reels. Hasta aquí. Para muestra, una review. Los Xavales, lo más cool de los reaccionando, han trasnochado para decir que Beso ya “está pega’”. Pero que si no fuesen “la RR, la Rolls Royce” quienes la firman, el tema les daría “cringe”. El que más perjudicado sale del arranque de la publicación es Rauw Alejandro, que pierde toda la potencia de Saturno (2022). En Beso, una especie de La noche de anoche, más nostálgica todavía, su voz se vuelve de gatito, comparado a lo que nos tenía acostumbrados

El de la pareja es un EP que tiene potencial en stories y reels. Hasta aquí

Recupera –algo– el tono en Vampiros, más agresiva (para una canción de absoluto autoconsumo). “Como tu y yo no hay iguales, colmillos afilados de metal”. La única gracia es el momento entre la batucada y el doom, preludio de uno de esos potenciales Tik Tok: “Y tú sabes que esta noche nos fuimos al garete”. Como tal, solo hay un tema que no sea fragmentario. El Frankenstein retrofuturista, Promesa. Una canción de género. Una bachatita hermosa que enamora por sencilla; fantásticamente producida, encaja incluso el arrebato Motomami final, con esas palmas icónicas de la de Sant Esteve Sesrovires. 

Si el género de los discos de parejas no estuviese maldito, si no se convirtiese siempre en algo empalagoso hasta el vómito, se parecería a esta canción: el amor tiene que ser así de fácil

En la canción ambos cantan en su tesitura más cómoda, encariñados y, aparentemente, mirando hacia dentro, olvidando –supuestamente– los likes. Todos queremos comer cerezas y dormir en la playa. Si el género de los discos de parejas no estuviese maldito, si no se convirtiese siempre en algo empalagoso hasta el vómito, se parecería a esta canción: el amor tiene que ser así de fácil. Medio spoiler: al final de Beso hay notición!

Promesa