Cuando falta poco para que se cumplan diez años de la muerte de Peret, el director catalán Esteve Rovira presenta este jueves El rei Peret en el BCN Film Fest, un biopic sobre el cantante que muestra su lado más íntimo, su humanidad, su generosidad y también sus contradicciones. Rovira, acompañado por parte del equipo de la película —que TV3 emitirá el 15 de mayo — ha explicado este jueves a EFE que el proyecto empezó a tomar forma en 2013, cuando el guionista Manel Bonany, de Mataró, igual que el rumbero, le comentó que se estaba entrevistando con él y lo invitó a participar en algunos de los encuentros. Gracias a estas conversaciones, "flipó" al descubrir la parte más personal del Rey de la Rumba y se dio cuenta de su potencial.

Allí supo el director, aunque no lo incluya en la cinta, que durante tres o cuatro años Peret —Pedro Pubill Calaf— acudió al palacio real de Jordania porque su actuación era el regalo que la reina Noor le hacía a su marido, el rey Husein, para su cumpleaños; o que a su esposa, con la cual se casó cuando ella tenía a duras penas 15 años, la nombraba Santa no solo porque era un diminutivo de su nombre, Fuensanta, sino por "los cuernos que llevaba". La película, que recorre su vida desde los años de su juventud hasta su actuación en la clausura de los Juegos Olímpicos de 1992, se adentra en la parte más privada de su vida, dando a conocer desde las relaciones con sus padres, la que tuvo con su tío homosexual Vicentet, con algunas de sus amantes, o como acabó ejerciendo de pastor de la iglesia evangelista.

Peret

Esteve Rovira ha recordado que en uno de los encuentros le preguntó a Peret si le gustaría que se hiciera una película sobre él, a lo que respondió que sí, aunque él no la llegara a ver. Asimismo, ha dado a conocer que en todo momento han contado con la colaboración de Dani Pubill, su nieto, quien ayudó a todos los actores a confeccionar sus personajes. El filme está protagonizado por Jordi Coll y Pep Anton Muñoz (Peret), Àsia Ortega y Marta Tomasa (Santa), Pepa López y Toni Sevilla, en el rol de progenitores, Pol Berrondo, como Vicentet, y Alba Brunet, como hija, entre otros intérpretes. Remarca Rovira que a la hora de buscar a los principales actores no se planteó que tuvieran una semejanza física con el artista, sino que todos ellos contuvieran su "esencia" y que fueran capaces de hacer "comedia, drama, cantar y tocar". De esta manera, Jordi Coll se dejó las uñas de una mano muy largas, como Peret, que lo conseguía a fuerza de papel higiénico y Loctite, con el que conseguía también la dureza necesaria para tocar la guitarra, según les confesó a Bonany y Rovira. "Me importaba un rábano la semejanza física. Lo que quería es que fuera creíble como joven Peret, que capturara su mirada o sus gestos", ha precisado el director.

Por su parte, Pep Anton Muñoz ha aseverado que el gran reto fue "mostrar el Peret oculto, el de puertas adentro, humano, generoso, contradictorio, con unos cambios de humor espectaculares", alguien que después de una "suerte de epifanía" decide cambiar de vida y empieza a predicar la palabra de Dios, consagrándose a un mundo "más místico y religioso", hasta darse cuenta de que "lo estaban desplumando, aprovechándose de su carácter". No ha escondido que hablar con su nieto fue de gran ayuda para ofrecer un trabajo "creíble, desde la más absoluta sinceridad, humildad y el respeto total hacia su figura". Paul Berrondo, en el papel de Vicentet, ha destacado que la figura de este hombre, hermano de la madre de Peret y homosexual, fue fundamental en su vida porque le invitó a seguir su vocación de cantante y a no iniciar un oficio de vendedor en mercados ambulantes al lado de la familia.

Toni Sevilla se pone en la piel del progenitor, alguien que estaba pendiente de su hijo, pero no lo demostraba mucho, mientras que Pepa López se convierte en la mujer "fuerte" que era la madre del cantante, quién se opuso al hecho de que se casara con una novia que tenía, Lola, no por prostituta, sino por paya. Marta Tomasa ha dicho que interpreta a Santa, una mujer que pasa de la ilusión de las bodas a estar con su marido por "etnia y por fidelidad", saliendo adelante en "soledad" a su familia, hasta el final, con un carácter mucho "más seco" que al principio de la relación. Y la mallorquina Alba Brunet, en su primer papel de una mujer gitana, ha querido mostrar el carácter de Rosita, la hija mayor del cantante.