Cajas de pizza al lado de un libro de Judith Butler. Estos son algunos de los elementos que se encuentran en una sala del CCCB que recrea una habitación millennial. Es una sala muy gráfica para entender la dicotomía que viven los jóvenes nacidos entre principios de los ochenta y mediados de los noventa. Personas con numerosos títulos académicos, que dominan más de tres lenguas, han vivido una etapa en el extranjero y podrían hacer una larga lista de los libros que han leído. ¡Pero, oh, sorpresa! No encuentran ningún trabajo que les ofrezca un contrato digno, y aún suerte si hay contrato. Descorazonador ecosistema social que el centro barcelonés de cultura contemporánea capta hasta el 14 de mayo a la exposición Constel·lació gràfica. Joves autores de còmic d’avantguarda.
La cruda realidad
La voz cantante de la muestra la llevan nueve chicas de esta generación que se expresan a partir del cómic. Las nueve dibujantes explican con historietas las consecuencias de haber nacido en una época de injusticia y de inseguridad estructural. Aunque viven en una situación precaria de futuro incierto, las autoras lo enfocan desde el humor y el ingenio. El visitante va saltando de viñeta en viñeta todo risueño, sin embargo, poco a poco nota que dentro suyo se remueven ciertas desazones e inquietudes a causa de la cruda realidad que ha tocado vivir a algunos. Para esta exposición, cada autora ha creado una instalación específica. Por ejemplo, la obra de Bàrbara Alca se titula Cringer (2022). Simula una aplicación de citas donde se puede hacer match con personajes que no se sabe hasta qué punto son monstruos ficticios o prototipos de humanos reales. Tiene un toque de humor agudo, pero eso no nos libera del azoramiento que nos provocan estas aplicaciones. Roberta Vázquez utiliza una estrategia parecida cuando habla sobre la dificultad de encontrar un piso digno y con un precio justo en Barcelona. Dibuja viñetas muy cómicas, pero, a la vez, se empatiza con el sentimiento de frustración que a menudo sienten los jóvenes millennials.
Se empatiza con el sentimiento de frustración que a menudo tienen los jóvenes milenials
El cómic es una narración secuencial en imágenes dibujadas. Normalmente, son dibujadas sobre papel, pero Marta Cartu, en algún caso, lo traslada a la cerámica. Se sirve de ámbitos inesperados para reivindicar la riqueza del género. Nadia Hafid juega con el ritmo de la secuencia; mantiene un ritmo monótono hasta la última viñeta, donde aplica un giro a la historia. A lo largo de toda la exposición se puede leer este afán por mostrar la potencia expresiva del cómic y demostrar que merece más visibilidad y más validación cultural.
Conciencia moral
También se tocan temas de conciencia moral, como la aceptación de la diferencia. Las historietas de Genie Espinosa están protagonizadas por personajes con silla de ruedas o cuerpos no normativos. Ella misma defiende que no hay una sola manera de ser guapa. Más adelante, Ana Galvañ nos abre un mundo que reconoce que tendría que ser desagradable, pero para sus habitantes resulta relajante y bonito. Esta obra la titula Dia perfecte (2022) y nos plantea si durante nuestro día a día, velamos por construir un futuro ético, un futuro que no queda demasiado lejos.
Igual que siglos atrás la civilización observaba las constelaciones para buscar respuestas, hoy las buscamos observando la constelación compuesta por estas nueve jóvenes autoras de cómic
¿Hay quien todavía se pregunta si los jóvenes de treinta años que viven con los padres lo hacen porque son unos perezosos o es que han vivido en crisis económica permanente? ¿No tienen hijos porque van saltando de flor en flor o porque no tienen los recursos ni la estabilidad necesarios para planteárselo? Quiero pensar que después de visitar la exposición comisariada por Montserrat Terrones se borrarán estas dudas. Igual que siglos atrás la civilización observaba las constelaciones para buscar respuestas, hoy las buscamos observando la constelación compuesta por estas nueve jóvenes autoras de cómic.