Son días de aislamiento y, en algunos casos, también de introspección, estado que puede ser propicio para aquellos creadores que tienden a mirar hacia adentro, más partidarios de encontrar en sus yo y los alrededores inmediatos aquellas cosas que pueden compartir con los otros. Como los poetas. Los escritores tienen que escribir y los lectores tienen que leer, con la misma proximidad, si puede ser, que la del campesino y el consumidor. Y para que eso pase, ahora y aquí, La Llança, suplemento cultural de El Nacional, ha propuesto a una treintena de poetas de una calidad indiscutible y con una trayectoria detrás que nos hagan llegar un poema recién recogido. Así pues durante un mes publicaremos cada día un poema, cada uno de un poeta diferente, sin más requisitos ni condiciones que estos que hemos mencionado. Porque vivimos como vivimos y también porque se lo hemos pedido sin margen de tiempo, tendremos durante treinta días "Poetas bajo presión".

Hoy es el turno del escritor y traductor Pere Rovira (Vila-seca de Solcina, 1947)

TU I JO

 

 

Tu i jo ho hem fet en cuines, en jardins,

sota els marges, als prats, en alguna aula,

sobre una roca, en un bosquet de faula,

a la vora d’un llac, olorant pins.

 

En ridículs hotels de cinc estrelles

i en amables hostals de quatre rals;

en granges, en garrigues, a l’aufals,

al pati d’un castell, entre roselles.

 

En tots els nostres cotxes, als museus

(almenys, de pensament), en aquell parc

dels magnoliers, i, en un capvespre llarg,

a la platja, sentint llunyanes veus.

 

Sobretot, al nocturn tren de París,

quan ens havia dit mai més l’oracle:

vam desmentir-lo junts fent el miracle 

sobre un jaç tan estret com insubmís.

 

Ara hem de procurar no prendre mal,

que ja som grans: usem el nostre llit,

tan net i confortable, dia i nit.

 

Però encara ho farem a l’hospital.