En todos nos gusta mucho volar, poder transportarnos a otros países y vivir nuevas experiencias. Tengo malas noticias, coger un avión es muy contaminante, así que tenemos que empezar a volar caminando, en bicicleta o bailando, y vivir nuevas experiencias kilómetro cero. Una propuesta que os ofrezco es coger el nuevo disco de Pepet y Marieta, Vola, y dejaros llevar por su viaje. Charlamos con Josep Bordes, líder y cantante del grupo, sobre este nuevo trabajo, cambios vitales, su trayectoria y de dónde sale la Marieta de Pepet y Marieta.

¿Por qué Vola?
Es un disco que ha volado mucho. Yo ahora mismo estoy viviendo en Mallorca y este disco plasma un cambio vital, en mi caso ir a Mallorca, pero podría ser cualquier crecimiento vital de cualquier persona. También es una metáfora de cuando te encuentras en una situación nueva y tienes que reaprender a volar: a perseguir tus sueños, a crear unos canales de comunicación, de amistad, de trabajo... y de este proceso de reaprendizaje aparece este disco.

Creo que este disco marca una nueva etapa para Pepet y Marieta porque viene acompañado de muchos cambios. Vamos desgranándolos. El primer cambio que quiero destacar es que ahora Maria Cruz se incorpora como voz principal del proyecto junto con la tuya. ¿Cómo fue eso?
Pepet y Marieta tenemos una larga trayectoria y llega un momento que te das cuenta de que tienes que ofrecer cosas nuevas. Además, el hecho de que yo fuera a vivir en Mallorca supuso que la formación cambiara y entraron nuevos músicos con puntos fuertes y débiles. Una de ellas fue Maria en el saxo. Un día se puso a cantar y dije 'Hostia Maria, si lo haces de puta madre' y decidimos que empezara a cantar. Empezó haciendo coros, pero al cabo de poco ya le hice una canción para ella. Un día le dije: "y por qué no hacemos un poco de Pimpinela?" (Risas). Creamos una comunicación artística entre las voces para dar un poco de juego y una cosa diferente, y es cuando salió lo que tenemos.

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Pepet y Marieta acaban de publicar el disco Vuela. Foto: Pere Francesch

No podemos olvidar que tú tienes un dialecto ebrense y ella gerundense, y sale una mezcla curiosa.
Totalmente. Es muy pintoresca. Francamente, hay gente que se me decía 'tio canta en ebrense'. Yo, al final, apuesto por la novedad, buscando estímulos nuevos. Se tiene que salir de la zona de confort si no seguiría haciendo el mismo disco años y años.

Otro cambio claro es el viraje estilístico. ¿Cómo describirías tú la etapa sónica en la cual estáis?
Estilísticamente hablando, el disco suena más pop. La tendencia general va por aquí, pero también ha sido una apuesta grupal, ya que, estamos buscando un sonido más actual. Hemos decidido ir a buscar sonidos electrónicos, atrevernos con un reguetón... Veníamos de un mestizaje próximo al 'Sonido Barcelona', pero estamos vivos, vemos lo que pasa a nuestro alrededor y nos hemos querido empapar de todo eso. Al trabajar yo de profe, estoy muy cerca de lo que escucha la juventud e, inevitablemente, lo escucho yo también.

¿Qué te consideras más, letrista o músico?
Yo toda la vida he puesto la música al servicio de la letra. Creo que si alguna cosa no hago mal, son las letras. Siempre me he considerado un escritor frustrado que, de repente, un día, como me gusta escribir historias cortas y tenía una guitarra en las manos, pensé que si no podía pasar de las dos páginas quizás tendría que hacer canciones (risas).

¿Con qué voluntad haces eso?
Es lo que me estimula realmente. El mensaje, lo que pueda remover a la gente. La comunicación, en general. La mayoría de letras están escritas como un diálogo con el interlocutor. Entiendo el arte como un proceso de comunicación con el oyente y me gusta que esta sea bilateral.

Entiendo el arte como un proceso de comunicación con el oyente

¿Cómo consigues esta bilateralidad a través de un disco?
En el disco, creo que lo alcanzo dialogando constantemente con el oyente e intentando ponerme en la piel de otras personas. Este trabajo está cargado de canciones que podrían parecer pequeños libros de autoayuda. Venimos de una época que hemos estado muy chungo y también me estoy hablando a mí mismo con estos temas. Yo también he pasado una época, sobre todo desde el punto de vista artístico, muy durilla. No podías hacer bolos, todo el tema de la nueva normalidad... Por lo tanto, estoy hablando conmigo, pero al mismo tiempo con el resto de personas que de alguna manera todos hemos sido afectados por lo mismo. 'Vive Tú Sueño' o 'La reina de la festa' son ejemplos de canciones que buscan eso.

Veo aquí una gran parte de deformación profesional docente.
Una clase es un escenario. Tú cuando estás en el aula, lo que quieres es captar la atención de los alumnos y darles un mensaje que les llegue. Has de camelartelos, entretenerlos y conseguir una comunicación constante. Al final, la peña somos unos egoístas.

¿En qué sentido?
Creo que la peña mira para sí misma y lucha por sus anhelos. Muchas veces conectamos con gente, arte o mensajes que nos remueven porque podemos llegar a sentirlos como propios y esta es un poco mi pretensión, encontrar este mensaje que pueda calar en la gente, y que se hagan suyas las canciones.

Pasar a formar parte de la vida de otras personas.
Correcto. No hay cosa que me mole más que me diga la peña: "Hostia tio le dije a mi novia que la quería poniéndole la canción de 'Me moles' y la canté". Esta anécdota me ha pasado y me gusta mucho formar parte de la vida personal de la gente.

Me gusta mucho formar parte de la vida personal de la gente

En ‘Ni amo ni senyor’ haces una buena crítica pero enmascarada con una música alegre. ¿De qué hablas en esta canción?
Hay una crítica al puritanismo imperante, cada vez tiramos más al recorte de libertades. Concretamente, le dedico a un grupo político de extrema derecha que me dijo que me denunciaba, y al final no me denunciaron ni nada. Sólo me querían utilizar políticamente porque aquel acontecimiento lo organizaba un grupo de izquierdas y venían las elecciones municipales. Pero aunque fuera politizado, hubo gente que conectó con aquel mensaje de 'ooo se ha desnudado'. No me desnudé, o como mínimo, como lo pintaban allí, ni mucho menos, y en más, no se montó ninguna alharaca ni nada. Y, por otra parte, por ejemplo, 'La maja desnuda'. El cuerpo ha sido un motivo de expresión artística desde tiempos inmemoriales. Hoy en día parece que ver una polla es motivo de escándalo. Pero sólo es una polla. No sé a raíz de qué, pero las posturas se han radicalizado y la irrupción de Vox no es una casualidad. Hay mucha gente que lo atribuye al procés, pero a mí no me gusta pensar que ha sido eso. Sencillamente, sí que pienso que ha habido una radicalización de los grupos políticos. Por eso está subiendo tanto Vox, pero también lo extrema izquierda. Esta radicalización supone que se busca motivo de escándalo en cosas que hace veinte años eran impensables.

Pasan los años pero tu voluntad revolucionaria sigue estando bastante presente.
También te diré que he madurado. Si escucháis los primeros discos de Pepet y Marieta, son bastante chapuceros. Cada canción es un hachazo. Sí que es verdad que todavía conservo parte de esta macarreria, pero he madurado un poquito. Antes estaba constantemente hablando de la Guardia Civil y salía a las portadas fumando pitillos. Esta época ha pasado.

Pero sigues siendo consciente de los problemas que hay a esta sociedad.
Yo me he moderado un poco porque me he hecho mayor, así y todo, sigo conservando esta voluntad de poner el dedo en la llaga. Pepet y Marieta hemos bebido mucho de eso y de liarla un poco, sin mala intención. Nunca hemos querido hacer uso de personas o ideologías, pero sí irme un poco por la tangente. Al final, tienes que ser diferente y yo soy así de forma personal. En la industria de la música se busca la diferencia. Si sonásemos igual que todos... No tendría sentido que yo hiciera la música que hace Blaumut. Ya están ellos para hacerlo.

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Josep Bordes, alma de Pepet i Marieta, en su visita promocional a Barcelona. Foto: Pere Francesch

¿Si puguessis dar un consejo a Pepet i Marieta de sus inicios con la experiencia de ahora, cuál sería?
Le diría que creyera más en su música y no tanto en la parte showman. Eso ya me lo decían cuando yo empecé a tocar en Estrolabi en el barrio de Gracia, en un lugar donde no había amplificación y tocaba delante la gente. Allí había un tio que siempre me venía a ver y me dijo un día "Pepet no hace falta que hagas tantas bromas si lo que estás cantando ya está de puta madre, no hace falta que lo vistas todo tanto". Yo no lo acabé de sentir, y siempre he tenido este sentimiento de tio de pueblo y que no podré llegar al gran público.

Un poco síndrome del impostor.
Tampoco es eso porque creo que tengo una autoestima, he luchado mucho y si he llegado hasta aquí, ha sido por eso. Pero también pienso que me he creído más showman que músico y podría haber creído más en mi música.

¿Qué queda, hoy día, de Pepet i Marieta del primer día?
De las personas, sólo quedo yo pero por una razón muy simple. Por el hecho de vivir en Mallorca ya no puedo ir a ensayar a Ulldecona. Decidí rehacer la banda con músicos de Barcelona.

Ahora que ha aparecido Maria, el nombre de Marieta ha tomado sentido.
Marieta era la Marihuana. (Risas) Peret i Marieta es un cuento que se explica en las Tierras del Ebro. Y yo parafraseé el cuento y cogí Pepet, me llamo Josep, y Marieta de marihuana. Yo empecé solo, la peña me veía solo en el escenario y me preguntaba dónde estaba la marieta. Al cabo de quince años, cuando ya había dejado de fumar, hemos encontrado la Marieta de verdad y todo ha cobrado otro sentido.