Viena Ediciones acaba de publicar Perles catalanes. Tres segles de col·laboracionistes, de Salvador Avià, Jordi Avià i Joan-Marc Passada. La obra se plantea como una revisión de la historia de Catalunya a partir de una galería de personajes "de la peor especie": negreros, colonizadores, genocidas, fascistas... Se plantea como un intento humorístico de autocrítica de la historia catalana, como "la antítesis de las Glorias catalanas". En la contra del libro se plantea un objetivo claro: "si conocemos las maldad de estas verdaderas perlas de nuestra historia será más difícil que en el futuro aparezcan otras nuevas...".

La caja de los truenos

Pero la polémica no ha surgido de la revelación de los secretos del pasado catalán. No ha sido el nacionalismo más conservador quien se ha escandalizado, sino algunos sectores unionistas, porque al final del libro se incorpora un apéndice de diez páginas con 11 'perlitas' contemporáneas", básicamente recogiendo personajes con fobia al derecho a decidir: Félix de Azúa, Albert Boadella, Josep Borrell, Josep Ramon Bosch, Francesc de Carreras, Carme Chacón, Josep Antoni Duran, Arcadi Espada, Rosa Regàs, Miquel Roca y Alejo Vidal-Quadras. En las redes sociales enseguida han aparecido reacciones en contra y se ha tildado a los autores de "tres fascistas". Hay incluso quien, después de elogiar desmesuradamente el "flamante académico" Félix de Azúa por enviar a Ada Colau a hacer de pescadera, se pregunta si las autores, "ya tienen preparado el Gulag". Los diarios El Mundo, Economía Digital y El Español se han añadido a la polémica: acusan a los autores de hacer un listado de "malos catalanes".

Perlas sin límite

En realidad, buena parte del libro no se refiere al unionismo. El primer capítulo está dedicado a los catalanes que fueron a colonizar América en el siglo XVIII, como Juníper Serra y Gaspar de Portolà. Pero estos personajes, lejos de ser exaltados, como en las campañas de la Generalitat de hace algunos años, son denunciados como genocidas, que organizaron grandes campañas contra los pueblos originarios. El segundo capítulo está dedicado a los catalanes que, en Cuba, se implicaron en negocios esclavistas. Algunos de ellos son bien conocidos, como Miquel Biada, venerado a menudo por haber construido el ferrocarril Barcelona-Mataró; pero los autores se plantean, justamente, si un tren puede hacer perdonar el esclavismo. A buen seguro que hay gente que cree que sí.

Colonialistas cubanos

Perles catalanes también muestra un importante repertorio de catalanes que colaboraron con el colonialismo en Cuba y Puerto Rico. Entre ellos, Joan Prim, quien dictó alguna de las legislaciones más racistas de Puerto Rico, se involucró de lleno en la conquista de Marruecos en la guerra de África (1859) y bombardeó Barcelona durante la Jamancia, en 1843. En Reus y en muchos otros lados lo consideran un héroe nacional. En este capítulo, además, se pone de manifiesto la inclinación colonialista de buena parte de la burguesía catalana, que siempre se opuso a la abolición de la esclavitud y a la liberación de las colonias.

Del colonialismo al sucursalismo

El cuarto capítulo está consagrado a personajes catalanes de principios de siglo XX que colaboraron con opciones autoritarias. Ocupa un lugar destacado el político regionalista Francesc Cambó, enemigo del separatismo y financiador de Franco. Pero sin duda, el más pérfido de estos personajes es Joan March, alias Verga, quien llegó a poseer la séptima fortuna del mundo a base de contrabando, espionaje, negocios mafiosos y, sobre todo, colaboracionismo. Pero Perles catalanes también reserva un papel a un personaje tan intocable, para algunos como Eugeni d'Ors, y deja claro que "la brillante actividad que contribuyó a enriquecer la cultura catalana no puede redimir su apoyo activo a la dictadura de Franco".

La guerra civil de los catalanes

En este ámbito, Perles catalanes reserva unas páginas a recordar que Franco, antes de la guerra y después, contó con la ayuda decisiva de muchos catalanes: requetés, fascistas, católicos reaccionarios, o simplemente conservadores. Desde los voluntarios del Tercio de Requetés de Nuestra Señora de Montserrat hasta Josep Pla, espía a favor del franquismo durante la guerra. Los autores recuerdan que al lado del Pla "gran escritor, seductor, hombre de la conversación divertida e interesando" estaba el Pla "colaboracionista, traidor, espía, fascista, colaboracionista, avaro, sucio, maleducado y gorrón".

Sumas poco claras

Con respecto a los personajes históricos tratados en el libro no deja de haber una cierta confluencia. En realidad, incluso hay un cierto desorden en las biografías: a algunos esclavistas los siguen otros que no lo han sido... Pero el problema básico del conjunto de la obra es de concepto: ¿qué tienen en común los catalanes esclavistas, los colonialistas y los franquistas con Rosa Regàs? Aunque se aprecie más o menos la trayectoria política (y literaria) de Rosa Regàs, lo cierto es que, que se sepa, hasta ahora no ha matado a nadie ni ha apoyado a ningún dictador, a diferencia del resto de los analizados.

La óptica anticolonial

La cuestión es que los tres autores proceden de la llamada Liga Anticolonial (2000-2010), e interpretan la situación catalana en términos coloniales. Así pues, asimilan el colonialismo español en Amèrica, con los catalanes que se oponen al derecho a decidir, y con este pretexto añaden las últimas diez páginas al libro. Diez páginas, que lejos de reforzarlo, lo debilitan, porque en vez de centrar la polémica en los puntos más relevantes de la obra, que merecen mucho debate, los ha acabando centrando en asuntos periféricos, más bien irrelevantes, y que en otros lados han sido mucho mejor analizados.

De nuevo, nada...

Los autores no aportan datos inéditos y no han hecho investigación en archivos (lo reconocen abiertamente). De hecho, lo que hacen es presentar para el gran público algunos hechos que ya eran conocidos por la comunidad académica. De hecho, las biografías son breves pero constituyen una buena síntesis de lo que son los personajes tratados. Y, sin duda, aportan informaciones sorprendentes y de divulgación imprescindible. Algunos de los biografiados son todavía hoy mitificados. En prácticamente todas las localidades de Catalunya hay una calle dedicada a Joan Prim, Joan Güell y Miquel Biada son presentados como modelos de empresarios, Carles Sentís obtuvo la medalla al mérito en el Trabajo del gobierno socialista en 2008, y el alcalde Marcet todavía tiene hoy en día una plaza en Sabadell... La revisión de nuestra historia se muestra, con este libro, como una necesidad imperativa.

Los otros héroes del proceso

Casi al mismo tiempo, Cossetània Edicions ha publicado otro libros de biografías, Herois indepes, en el que se repiten algunos de los nombres presentes en Perles catalanes (Félix de Azúa, Albert Boadella, Arcadi Espada, Carme Chacón y Alejo Vidal-Quadras). Herois indepes, de Jordi Calvís y Andreu González, se plantea como un reconocimiento a los "verdaderos impulsores del Proceso [soberanista]". Adapta un formato similar al de un cuaderno de cromos, y cada cromo presenta la imagen de un personaje o institución caracterizado por su catalanofobia: de Pedro J. Ramírez hasta el Tribunal Constitucional. Dentro del cromo aparece, con el retrato, una sentencia del personaje en cuestión; y todo se acompaña de un texto en que se explica la trayectoria del "homenajeado". El objetivo de los autores es "que el lector pase un buen rato ante la ridiculez y desproporción de algunos embates unionistas".

La debilidad de los Héroes

Herois indepes es un libro basado en recopilaciones de prensa. Y una recopilación no muy intensiva. De hecho, en el libro se incluyen expresiones graves de rechazo al proceso, como la del columnista Alfonso Ussía, "Se diagnosticaron muchas diarreas durante el paso del Ejército del Aire en las localidades de alcaldes separatistas. ¿Tanques? Con un tanque antiguo bastará para hacer cumplir las leyes". Pero también aparecen otras frases críticas con el independentismo, con un tono bien diferentes, como la del diputado del PSC Xavier Sabaté, que con mayor o menor agudez escribía "¿Nadie se pregunta en la Catalunya anestesiada por qué tantas muertes en las playas? Hoy dos muertos más. ¿Y el Gobierno? ¡Ah! ¡Prepara la cadena humana!". Algunas de los protagonistas de Herois indepes son personajes de tercera o cuarta fila, y algunos de ellos hace muchos años que fueron justamente olvidados. El tema, sin duda, merecía un trabajo mucho mejor.

 

Portada: Joan Prim. Retrato de Eusebi Valldeperas.