Núria Espert y Joan Manuel Serrat recibirán el próximo lunes 22 de diciembre la Medalla d'Or de la Generalitat. El Govern aprueba este martes, a propuesta del presidente de la Generalitat, Salvador Illa, dos decretos por los cuales se otorga esta distinción a la actriz y al cantante catalán. Con esta distinción la Generalitat valora dos trayectorias artísticas y humanas "excepcionales que han contribuido de manera decisiva a la proyección de la cultura catalana y a los valores democráticos y humanistas".

La Medalla d'Or a Núria Espert reconoce "una trayectoria artística excepcional de más de siete décadas que la ha convertido en una de las grandes figuras de las artes escénicas contemporáneas". Nacida en L'Hospitalet de Llobregat en 1935, Espert inició muy joven su carrera teatral y pronto se consolidó como "una actriz de referencia", con una proyección nacional e internacional sin precedentes.

Núria Espert y su compromiso con la libertad

Fundadora de su propia compañía teatral, ha destacado por su versatilidad y exigencia artística, interpretando con maestría tanto el repertorio clásico como los autores contemporáneos. Espert fue la primera mujer que interpretó 'Hamlet' en el estado español y contribuyó decisivamente a la difusión internacional de autores como Federico García Lorca o Jean Genet. Producciones como Las Criadas o Yerma marcaron un antes y un después en su trayectoria y en la proyección del teatro catalán y español en todo el mundo. Durante la dictadura franquista sufrió la censura, hecho que "reforzó su compromiso con la libertad, la igualdad y la dignidad humana, convirtiendo el teatro en un espacio de resistencia cultural".

Serrat, “figura capital de la cultura catalana universal”

En el caso de Joan Manuel Serrat, la Generalitat quiere honrar la trayectoria artística excepcional y el profundo compromiso cívico y humanista del cantante, "una figura capital de la cultura catalana y universal". Nacido en Barcelona en 1943, Serrat fue uno de los nombres centrales de la Nova Cançó y ha construido una obra que ha unido música, poesía y valores compartidos, con una proyección internacional sostenida durante décadas.

A lo largo de su carrera ha musicado a poetas universales como Antonio Machado, Miguel Hernández, Rafael Alberti o Mario Benedetti, así como a autores catalanes como Joan Salvat-Papasseit. Su compromiso con la libertad creativa y con la lengua catalana lo llevó a enfrentarse a la censura de la dictadura franquista, con episodios como la renuncia a participar en Eurovisión en 1968 o el exilio en 1975. Este compromiso se proyectó también en Latinoamérica, donde se convirtió en "un símbolo de resistencia democrática y un referente moral para diversas generaciones".