Hace mil años fue fundado el monasterio de Sant Benet de Bages y durante siglos, el monasterio era el señor espiritual y feudal de los navarclins. La próxima edición de Monàcalia, la feria del abad de Navarcles, llega este fin de semana, los días 14 y 15 de abril.
La feria del abad rememora el Navarcles del siglo X y cuenta con una gran implicación de los navarclins y de varias asociaciones de la población que llevan a cabo varias escenificaciones teatrales de la época.
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Durante mil años, Navarcles dependió del monasterio de Sant Benet de Bages porque era del señor feudal, situación que se mantuvo hasta al fin del monasterio, el año 1835 con la desamortización. Fue una relación de amor y odio, llena de respeto y de revueltas, porque a los campesinos les tocaba pagar una parte de lo que cogían.
Los espectáculos teatrales de calle están a cargo del grupo de teatro de Navarcles, con la colaboración de la Asociación de Mujeres, Bomberos Voluntarios, Agrupación de Cantantes, Grupo de Portadores de Gigantes y Gralleros, Escuela Municipal de Música, Grupo de ballet del CEIP Catalunya y Mijac.
Representaciones teatrales
Este año Monacalia producirá tres representaciones de teatro que mostrarán los momentos dificils de la relación entre Navarcles y el Monasterio Sant Benet. Las recreaciones históricas se basaràn en la ofrenda de las relíques, el cobro de censos, el castigo en las picotas y los boda de Sal·la y Ricardis.
La ofrenda de reliquias es cuando Sal·la y su séquito de nobles, el conde Borrell II y el obispo Arnau de Vic, venidos de Roma, ofrecen en el monasterio de Sant Benet, y más concretamente al abad Abbó, las reliquies de san Valentí mártir, traídas desde Roma para que se sienten veneradas y bien conservadas en el monasterio de Sant Benet de Bages.
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Después el cobro de censos: la gente de Navarcles, como vasallos de Sant Benet de Bages, pagaba censos en el monasterio dos veces al año, por Navidad y por la Virgen de agosto. El pago se acostumbraba a hacer ante la presencia del monje camarero del monasterio y del notario procurador. El pago, hecho en presencia de las fuerzas de la orden, acabó con el estallido de una revuelta popular.
Serie de eso hay la representación del castigo de picotas. Las infracciones a la justicia señorial eran castigadas con penas de prisión, o bien a través de la picota, un tronco de madera de dimensiones considerables donde los que cometían ciertos tipos de delitos eran ligados durante muchas horas y podían llegar a permanecer, incluso, durante tres días. La picota estaba situada en una plaza bien custodiada por el alcalde o por la soldadesca.
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Y por último, se celebra la boda de Sal·la y Ricardis. Estos eran considerados los fundadores del monasterio de Sant Benet. Su boda se hizo previamente a la fundación del monasterio. Con eso, Sal·la hizo donación a Sant Benet de Bages de diferentes propiedades que le correspondían en la comarca, y Ricardis aportó el año 960 su alodio a les Preses.