Marta Orriols devuelve en las librerías este miércoles con la novela a possibilitat de dir-ne casa (Proa). La autora del gran éxito Aprendre a parlar amb les plantes (Periscopio, 2018) escribe en su nuevo libro sobre una corresponsal en el Oriente Medio que necesita detenerse y volver a casa después de 20 años. A partir de aquí, se adentra en reflexiones sobre el sentido profundo de lo que entendemos como casa y sobre cómo el paso de los años y la distancia pueden distorsionarlo. Dice que la escritura de su tercera novela ha sido especial, con un extra de documentación para acercarse a la realidad de los corresponsales, una tarea en la cual lo ha ayudado Txell Feixas, embajadora de Orriols en Beirut y una figura que la inspiró desde el principio.

La possibilitat de dir-ne casa arranca con la vuelta a Barcelona de una corresponsal después de casi 20 años en el extranjero, concretamente en Beirut. Quiere tomar distancia de la región, un poco cansada de cómo se ejerce el periodismo y encontrándose en un momento vital que le exige un parón. Pero el retorno no es fácil, ya que el espacio familiar que recordaba está lógicamente transformado. La protagonista tendrá varias revelaciones relacionadas con sus vínculos emocionales con padres, hermana y una expareja, cosas que quizás reharán su itinerario vital y le harán ver que también ella necesita pertenecer a un lugar y a unas personas.

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Marta Orriols publica mañana su tercera novela, La possibilitat de dir-ne casa / Foto: Pau Cortina / ACN

Txell Feixas, inspiración y ayuda

¿Pero cuál es este lugar y cuáles estas personas? "Casa no es donde has nacido sino donde sientes que puedes ser tú misma", responde Marta Orriols. La escritora adelanta que la novela no es tan solo un viaje de vuelta, o cuando menos, no lo único. "Siempre me ha fascinado la figura de los corresponsales, y en concreto el libro surgió después de fijarme en Txell Feixas y pensar en qué debió hacer y pensar cuándo dejaba el micro". Inspirada por su figura, Orriols empezó a documentarse y también contactó por si la podía ayudar en este proceso, cosa que la ahora excorresponsal de TV3 y Catalunya Radio en el Oriente Medio hizo con creces, según explica.

Siempre me ha fascinado la figura de los corresponsales, y en concreto el libro surgió después de fijarme en Txell Feixas

Pero esta no es una novela sobre Txell Feixas. La figura de una corresponsal como ella es un vehículo narrativo a través del cual "crece" el trasfondo de la novela, de nuevo, la idea de qué es casa. Ahora bien, la autora reconoce que para su gusto por la literatura como "calco de la vida", tener este referente la ha ayudado muchísimo. Curiosamente, dice, con Feixas descubrieron después de que hay muchas impresiones de su protagonista que "se parecen bastante a la persona que había imaginado viéndola por televisión".

Orriols dice que se lo ha pasado muy bien escribiéndola, superado el bloqueo creativo que –confesa- sufrió el año 2020 cuando estalló la crisis del coronavirus. Por otra parte, la autora ha dicho que el cambio de sello (de Periscopi a Proa) responde a una decisión "personal" y que está muy ilusionada.