Londres, 1551. John Cabot, Hugh Willoughby, Richard Chancellor, John Dudley y William Cordell creaban la Company of Merchant Adventurers for the Discovery of Regions, Dominions, Islands and Places unknown (Compañía de mercaderes aventureros por el descubrimiento de regiones, dominios, islas y plazas desconocidas) que, tres años más tarde (1554), se transformaría en la Muscovy Trading Company (Empresa de Comercio de Moscú). Merchant Adventurers fue pionera en la navegación por las gélidas aguas del mar de Barentsz (en el cuadrante central del océano Ártico), y en la apertura de una ruta marítima entre la Europa atlántica y Rusia a través del nordeste. En la constitución y en el desarrollo de la Merchant Adventurers, tuvieron un papel relevante los Cordell, una estirpe de comerciantes ingleses de origen catalán.

Fragmento de un Mapamundi (medios del siglo XVI). El mares del norte. Fuente Bibliothèque Nationale de FranceFragmento de un Mapamundi (mediados del siglo XVI). Los mares del norte / Fuente: Bibliothèque Nationale de France

¿Por qué una ruta comercial con Rusia?

A mediados del siglo XVI, las potencias marítimas europeas proyectaban todos sus esfuerzos hacia América. El Nuevo Mundo ofrecía unas posibilidades que, pasado medio siglo del primer viaje colombino (1492), todavía eran inimaginables. Resulta sorprendente que aquellos comerciantes ingleses constituyeran y desarrollaran un proyecto opuesto a la dinámica general. ¿Por qué se fueron hacia Rusia y no hacia América? ¿Por qué fueron por los gélidos mares árticos y no a través de la ruta tradicional del mar Báltico? ¿Qué buscaban en Rusia? La respuesta a estas preguntas la obtenemos cuando observamos la disposición de los diferentes actores sobre el escenario geopolítico de aquella Europa que estaba soterrando -a marchas forzadas- la Edad Media, y que estaba desplazando a gran velocidad el eje central del mundo hacia el Atlántico.

Inglaterra y Rusia

Las fuentes documentales de la época revelan que la Rusia del siglo XVI -la del zar Iván el Terrible- era una sociedad que, en líneas generales, no distaba demasiado de las comunidades autóctonas que los europeos habían encontrado en Norte-América: económica y tecnológicamente subdesarrollada. Por lo tanto, desde esta premisa, el mercado ruso era -en aquel momento- tan atractivo como el americano: aquellos comerciantes de la Merchant Adventurers viajaron hasta Rusia para crear una relación comercial que les era claramente favorable: exportaban productos manufacturados (en Inglaterra, en Flandes... o ¡a Catalunya!) e importaban materia prima. La balanza comercial de estos intercambios mostraba, claramente, el dibujo de una colonización económica de las mismas características que las empresas europeas a Norte-América.

¿Por qué a través del océano Ártico?

La Merchant Adventurers no descubrió el mercado ruso. De hecho, desde el año 1000, hasta mediados del siglo XVI, el comercio europeo con Rusia (a través del norte) había sido un monopolio de las ciudades-repúblicas de la Liga Hanseática (Lübeck, Hamburgo, Rostock, Kiel, entre otros), que dominaban las rutas marítimas del mar Báltico. La pionera "ruta inglesa" a través del océano Ártico surgió como la forma de llegar a Rusia esquivando el monopolio hanseático. Después de varios intentos, algunos con un desenlace trágico (como el de los tripulantes de la expedición de Willoughby, que en 1553 murieron atrapados por las aguas heladas del golfo de Sant Nicolás), consiguieron llegar hasta Moscú circunvalando Escandinavia por el norte (hasta el este de Laponia), remontando el río Dvina septrentional, y cubriendo el resto por vías terrestres.

Plànol de Londres (1572). Fuente British Library. LondresPlano de Londres (1572) / Fuente: British Library, Londres

¿Quién eran los Cordell?

La investigación genealógica revela que William Cordell era un abogado especializado en comercio marítimo, nacido en 1522 en Edmonton (en las afueras de Londres). Era hijo de John Cordell, de profesión suboficial de la marina mercante (según las fuentes, responsable de señalizar la navegación) nacido, también, en Edmonton a principios del siglo XVI, y de una dama de la baja nobleza llamada Emma Webb. Y era nieto de un personaje relacionado con la actividad marítima llamado Edmund Cordell, nacido, también, en Edmonton en 1475. Más allá del abuelo Edmund, la investigación genealógica no revela la existencia de ningún Cordell más nacido en Inglaterra. Por lo tanto, podemos considerar que se habrían establecido en la isla durante las décadas de 1460 o de 1470. ¿Por qué razón? ¿Qué pasaba en Catalunya, en aquella época, que los impulsó a emigrar?

Los Cordell catalanes

Las fuentes catalanas documentan la existencia de una importante estirpe Cordell radicada en Tortosa a finales de la centuria de 1300 (un siglo antes de la aparición de los Cordell ingleses). Más concretamente, en el Archivo de la Corona de Aragón, consta -entre otros- la existencia de un Pere Cordell, lugarteniente del alcalde de Tortosa, y estrechamente relacionado con la actividad marítima y comercial. Por lo tanto, aquellos Cordell tortosinos -que apuntan, claramente, que eran los antepasados de los Cordell ingleses- formaban parte de las élites urbanas de la ciudad y del territorio. La cuestión sería: ¿en qué momento y por qué causas esta estirpe bien situada económicamente, políticamente, y socialmente abandonó su solar familiar? ¿Era a causa de un exilio político? ¿O de un exilio religioso? ¿O, sencillamente, por una cuestión de oportunidad de negocio?

Las posibles causas de aquel exilio

Entre 1462 y 1472 (la época del probable exilio de los Cordell), Catalunya vivió una guerra civil devastadora, que enfrentó la nobleza terrateniente y las jerarquías eclesiásticas con la corona, las clases mercantiles, y los campesinos de remença. Pero aquella guerra tenía muchos cantos y provocó un exilio monumental por los dos lados. Está bien documentado, por ejemplo, el exilio de comerciantes catalanes en Nápoles, más que en busca de un entorno comercial estable, por su implicación en la maniobra de destitución de Juan II que había tramado a la Generalitat (1462), y que había acabado como el rosario de la aurora. Esta sería una causa posible, pero tampoco podemos olvidar que hacia 1460, medio siglo después de los pogromos de 1391, la persecución contra la comunidad judía, lejos de cesar, se había intensificado.

Sebastian Cabot (hijo de John Cabot), William Cordell, y Samuel Argall. Fuente National Maritime Museum. LondresSebastian Cabot (hijo de John Cabot), William Cordell, y Samuel Argall / Fuente: National Maritime Museum, Londres

... o una oportunidad de negocio

Cuando observamos la trayectoria del viaje de los Cordell (de Tortosa a Londres), surge otra pregunta: ¿por qué en Inglaterra? Y la respuesta la encontramos en un fenómeno de gran envergadura que, a mediados del siglo XV, estaba cambiando la fisonomía del mundo: la apertura de las rutas comerciales atlánticas, en buena parte gracias a los navegantes catalanes. Inglaterra, que desde el siglo XIII había sido una colonia económica de las potencias mediterráneas, se preparaba para asumir un nuevo papel: el de potencia colonizadora. Su estratégica situación geográfica, y el nacimiento de una activa clase mercantil (muy probablemente de origen continental) lo hacían posible. A mediados del siglo XV, Inglaterra todavía era una economía muy dependiente pero, también, era un país con una gran proyección de futuro, que los siglos posteriores confirmarían.

La diáspora catalana en Inglaterra

Todavía no sabemos las causas que condujeron a los Cordell a Londres. Pero lo que sí que sabemos, con toda seguridad, es que no fueron la única estirpe de comerciantes catalanes que arraigaron en Inglaterra. Aparecen al lado de los Cabot (con independencia de si eran napolitanos, venecianos, o catalanes), de los Viastrosa, de los Capell o de los Argall -por citar, solo, cuatro ejemplos-, que tuvieron una importancia primordial en el salto que convertiría Inglaterra en una potencia marítima. Estirpes que recogían la mejor tradición de las viejas compañías marítimas catalanas de los siglos XIII, XIV y XV (las que operaron cobijados por el Consolat de Mar y de la Casa de la Llotja) y que habían convertido la Corona catalanoaragonesa -y más concretamente Catalunya- en una primera potencia comercial en el Mediterráneo de la baja edad media.

Representació moderna de una expedició comercial inglesa en la corte del zar Ivan IV (1875). Fuente Russian Museum. Saint PetersburgRepresentación moderna de una expedición comercial inglesa en la corte del zar Iván IV (1875) / Fuente: Russian Museum. San Petersburgo

Los catalanes en el nacimiento del imperio marítimo inglés

Estirpes de origen catalán, valenciano, mallorquín, o napolitano, que están presentes en la constitución y desarrollo de la Levant Company (1592), que impulsó el comercio con el imperio otomano, del East India Company (1600), que abrió nuevas rutas comerciales con el sureste asiático, o de Virginia Company (1606), que promovió la colonización de las costas de Norte-América. En esta línea, resulta muy revelador un curiosísimo detalle de la representación de la Batalla de Dover (08/08/1588), uno de los episodios bélicos de la guerra hispanoinglesa, que se saldó con la humillante derrota de la llamada "Armada Invencible" hispánica. En el castillo de popa de la nave mercante inglesa Rainbow (reconvertida, para la ocasión, en militar), se representan el escudo de armas de la casa de Lancaster y la bandera cuatribarrada catalana.

 

Imagen principal: Fragmento de la representación de la Batalla de Dover (1588). Obra de Aert Anthoniszoon / Fuente: Rijks Museum. Amsterdam