El día 9 de marzo llegará a los cines Loving Pablo, la película de Fernando León de Aranoa sobre la vida del famoso narcotraficante colombiano Pablo Escobar, muerto por las fuerzas de seguridad de Colombia, con el apoyo de la DEA, en 1993. La película está basada en el testimonio de la periodista Virgina Vallejo, que fue amante suya de 1983 en 1987 y que dejó constancia de su relación con el capo en el libro Amando a Pablo, odiando a Escobar. Vallejo retrata, a través de esta obra, la peculiar relación entre un hombre extremadamente duro, venido de abajo, con una periodista sofisticada y con buenas relaciones con las élites. La película está interpretada por Javier Bardem (en el papel de Escobar) y Penélope Cruz (que interpreta a Vallejo).

El terror

El filme retrata el periodo en que Pablo Escobar llegó a ser el hombre más influyente de Colombia, e incluso consiguió sentarse en el Parlamento gracias a sus sobornos. Un tiempo en que el narcotráfico llegó a amenazar a toda la sociedad colombiana, con el asesinato de ministros, jueces, policías... Y finalmente con bombas colocadas en lugares públicos. Una espiral de violencia que parecía imparable, y que fue activada, en persona, por Pablo Escobar, y que sólo empezó a reducirse tras su muerte. Un mundo de una violencia extrema, con niños asesinos, escuelas de sicarios, ejecuciones ejemplarizantes, crímenes de Estado, corrupción...

El mito

La película muestra los aspectos más fascinantes de este tenebroso personaje que se convirtió en un mito. Nos lo presenta en un mundo cargado de lujo (incluso con uno zoológico privado, con elefantes incorporados). Lo retrata desafiando a los políticos en un Parlamento hostil, pero también alternando con los niños que sobreviven a los vertederos de Medellín. Aparece en plena camaradería con sus sicarios en fiestas populares, pero también en fiestas de la alta sociedad. Es un Escobar delicado pero posesivo con su familia, y al mismo tiempo feroz hasta el extremo con sus enemigos y con todos aquellos que no le muestren sumisión. Un Escobar cínico, que paga la construcción de su propia prisión donde celebrará orgías y ejecutará a sus enemigos. Un Escobar carismático que acaba liderando a todos los traficantes, pero que morirá cuando sus ex compañeros pongan sitio a su organización y colaboren con el Estado para acabar con él. Un personaje de novela que pese a sus aspectos más turbios no deja de ser hipnótico. y Javier Bardem se pone en la piel del lobo y consigue hacer vivir a este personaje y ofrecernos todos sus matices.

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El hombre más buscado de cerca

Pero el centro de la película no es tanto la violencia del narcotráfico, como la relación que mantuvo Pablo Escobar de 1983 a 1987 con Virginia Vallejo, en la época una de las presentadoras más populares de la televisión colombiana. Vallejo, por aquel entonces separada de su marido, y fascinada por el mundo del lujo y las celebridades, conoció a Escobar en una espectacular fiesta y muy pronto se convirtió en su amante. Como compañera suya, estuvo al lado de la jefe mafioso cuando se reunía con otros narcotraficantes, con políticos, con sicarios... Aunque Escobar intentó ahorrarle los aspectos más turbios de su trabajo, al fin Vallejo acabaría salpicadura por la violencia del narcotráfico, en una Colombia en que cualquiera era objetivo, de uno u otro bando. En realidad, la película, y el libro, se inician con la llegada de Vallejo a Estados Unidos, donde colaboraría con la DEA en los juicios contra los cómplices de Escobar.

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La fascinación de Colombia

Uno de los grandes atractivos de la película es el recurso a los escenarios naturales. La película ha sido rodada en espacios muy atractivos de Colombia (que quedan reforzados por la magnífica fotografía de Alex Catalán). Un rodaje en que no se han ahorrado recursos y en que la espectacularidad de algunas escenas consigue sacudir al espectador.

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Virginia Vallejo, a ¿qué juega?

A Pablo Escobar le gustaba presentarse como un benefactor de la sociedad, haciendo obras de caridad. También le gustaba presumir de patriota, criticando el tratado de extradición a los Estados Unidos (sabiendo que los jueces colombianos estaban aterrorizados por su persona). Durante algún tiempo Escobar tuvo bastante apoyo social en Medellín, hasta que la violencia acabó hundiendo la ciudad. Lo que es más sorprendente, y lo que dificulta el guion de la película es el turbio papel de Virgina Vallejo. En sus memorias no acaba de quedar claro si se trata de una bobalicona que no se enteraba nada, de una mujer durísima que lo controlaba todo, de una frívola que lo haría todo por unas joyas y unos vestidos o de una arpía fascinada por el poder. Y Penélope Cruz, que interpreta el papel de Vallejo, no consigue hacer creíble a un personaje que, en el libro, no sabes si calla mucho más de lo que dice, o si se ha enterado por los periódicos y no por sus vivencias de muchas de las cosas que explica.

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El libro

La editorial Península, hace unos meses, ya publicó el libro en que está basado esta película: Amando a Pablo, odiando a Escobar, de Virginia Vallejo. El ex amante de Escobar pone de relieve todos los aspectos de su relación con el narco, compitiendo, en una oleada bibliográfica sobre Pablo Escobar, con el hijo del Capo, Juan Pablo Escobar, que no hace mucho publicó Pablo Escobar. Lo que mipadre nunca me contó. Ahora, quién quiera conocer de primera mano la vida criminal de Escobar, más vale que recurra a un libro que no se ha publicado en España: El verdadero Pablo. Sangre, traición y muerte. Se trata de una obra de la periodista Astrid Legarda a través de sus entrevistas a John Jairo Velásquez Vásquez alias "Popeye", un subordinado de Escobar, responsable de un grupo de sicarios y actor de primera línea a sus fechorías. Fue partícipe de centenares de homicidios, del secuestro de algunas personalidades colombianas e incluso de algún magnicidio. Pasó 23 años en la prisión, y mientras estaba allí explicó a Legarda la actuación de Pablo y sus grupos. Quizás mintió, y quizás exageró, pero no hay duda que conocía al Pablo criminal mucho mejor que su amante o que su hijo. Ahora Popeye ha recuperado la libertad. Y hay quien dice que ha vuelto a la acción. El daño sobrevive a Escobar.