Este año se cumplen los 100 años de la fundación de la Legión española. Sin embargo, ¿hay alguna cosa que celebrar?

Al servicio del ritual

La Legión o Tercio de Extranjeros es un cuerpo integrado por mercenarios creado para minimizar las bajas de soldados de leva durante las campañas de Marruecos (1909-1926). Fue fundado por Millán Astray, con la ayuda de Francisco Franco, bajo el modelo de la Legión Francesa, pero incorporando elementos del código de honor de los samuráis japoneses.

El elemento distintivo de la Legión es que es una unidad de disciplina férrea, y cargada de rituales y consignas que tienden a reforzar la mentalidad de masas y a aniquilar al individuo.

La semilla del fascismo

La Legión se convirtió en el verdadero foco de propagación del fascismo, en el Estado español, en unos momentos en que los grupos fascistas eran muy minoritarios. La Legión une los dos elementos básicos del fascismo: por una parte, su mítica está basada en la apología de la violencia, legitimada como medio por sí mismo y como un emblema de la virilidad; por otra parte, este cuerpo exalta la irracionalidad, sitúa el sentimiento por encima de la razón.

Los legionarios partían de la idea de que ellos encarnaban los verdaderos valores de España, frente a los que consideraban la Anti-España: obreristas, catalanistas, pacifistas, sufragistas, ateos...

La deshumanización colonial

Sólo se puede entender la Legión en el contexto colonial. Los legionarios actuaron en las campañas del Marruecos con una gran brutalidad: recurrieron a las decapitaciones y castraciones de cadáveres, a las mutilaciones, a la quema de pueblos, a la toma de rehenes, a las ejecuciones sumarias... No son acusaciones sin fundamento de sus enemigos: estas prácticas figuran incluso en los libros escritos por los propios legionarios, como el Diario de una bandera de Franco. Estos comportamientos no hubieran sido admitidos si se hubieran ejercido contra poblaciones europeas, pero la población española, movida por el racismo, animó estas prácticas.

El contagio de la barbarie

El líder socialista Indalecio Prieto, durante las guerras de Marruecos, ya advirtió del peligro del "contagio de la barbarie". Argumentaba que todo lo que se había hecho con los marroquíes con el pretexto que sólo eran "moros", podía acabar aplicándose a la población española. Y así fue. La Legión actuó con muchísima brutalidad en 1934, en Asturias, con ejecuciones sumarias, de mineros e incluso de periodistas. Volverían a cometer atrocidades a la guerra civil, por ejemplo, en la toma de Badajoz. Pero muchos años más tarde volverían a mostrar su brutalidad: en 1970, en el Sáhara, mataron a algunos manifestantes en la llamada Matanza de Zemla...

La Legión como emblema

La Legión tuvo una gran habilidad para vender su mensaje publicitariamente, sobre todo usando apelaciones a la violencia, al supremacismo, a la intolerancia, al machismo... La Legión creó toda una mitología que fue adoptada por algunos intelectuales reaccionarios: periodistas, poetas, novelistas, directores de cine... De esta forma para algunos la Legión se convirtió en la encarnación de los supuestos valores de la nación española.

Un cuerpo profundamente antidemocrático

La Legión no se ha democratizado nunca. En la Legión se sigue venerando a los fundadores del cuerpo, Millán Astray y Franco, y se siguen defendiendo unos valores absolutamente incompatibles con un ejército democrático. No es extraño que en los mítines de la ultraderecha se siga cantando el himno de la Legión, "El novio de la muerte".