La consellera de Cultura de la Generalitat, Laura Borràs, ha destacado la necesidad de feminizar los cargos directivos de los grandes equipamientos culturales: "Es preceptivo que sea así. Creo que hay que hacerlo porque es justo que sea así. No es porque es un capricho de alguien". En una entrevista a Europa Press, tras la polémica surgida por el comportamiento de Lluís Pasqual como director del Teatre Lliure, ha agregado que, si se pusiera a un hombre, nadie pensaría que no tiene suficientes méritos o criterio para hacerlo: "¿Por qué tenemos que pensar cuándo es una mujer que no tiene suficientes méritos para serlo?".
Por ejemplo, en el caso del Institut Ramon Llull (IRL) --el director del cual, Manel Forcano, dejará el cargo el 26 de septiembre-- ha considerado que "es una anomalía que en sus 15 o 16 años de existencia no haya habido una dirección llevada a cabo por una mujer", porque seguro que hay candidatas para dirigirlo.
"Que no haya habido mujeres antes es una anomalía; que la corrijamos es absolutamente normal", ha sostenido Borràs, y ha lamentado que además pese sobre la persona que corrige una anomalía la sospecha de que quizás no tiene suficientes méritos para tener este cargo es absolutamente injusto.
Más mujeres a las direcciones
"Es una normalidad que no es normal, porque cuando no está reflejada la mitad de la población no es normal,", y ha añadido que la sociedad se ha acostumbrado al hecho de que eso sea normal, pero no lo es. Borràs ha dicho que tiene la responsabilidad de llevar a cabo estas medidas como acción política, y que ella predica con el ejemplo en el caso de las direcciones generales.
Para ella, hay otros ámbitos en que mucha gente piensa que quizás no hay bastantes mujeres, "pero es que en el mundo de la cultura hay muchísimas mujeres" aunque quizás no reciben las oportunidades por las cuales están preparadas. Ha opinado que este es el techo de cristal de siempre: "Si no ves a mujeres en puestos directivos, es más difícil que, cuando tienes que hacer un relevo, pienses en mujeres".