En Cardona, el músico Jordi Savall tiene uno de sus santuarios de creación: la canónica de Sant Vicenç, una de las obras maestras del románico catalán. Hace más de 30 años que el músico igualadino utiliza este espacio para inspirarse y registrar sus composiciones y nadie mejor que él para conmemorar con un concierto los 1000 años de historia de esta joya del románico que, según el alcalde de Cardona, Ferran Estruch, es también símbolo del país. Al finalizar el acto, Jordi Savall ha recibido el título de Hijo Adoptivo de la villa de Cardona porque, según el alcalde, "con su música, Savall lleva Cardona por todo el mundo". El acto ha contado con la presencia de la consellera de Cultura, Mariàngela Vilallonga.

Las obras de la canónica de Sant Vicenç de Cardona, que forma parte del recinto del icónico castillo, se iniciaron el año 1019 después de que el vizconde Bermon impulsara la creación. Bermon reformó la comunidad de clérigos que residían en la antigua iglesia del castillo con la aplicación del orden canónico y fundó así la colegiata, un edificio del primero románico catalán que en 1931 fue declarado monumento nacional.

Mil años después de la fundación de la colegiata, Cardona celebra este año el suyo milenario con varias actividades que quieren homenajear uno de sus monumentos más importantes. A lo largo de este 2019 se han programado actividades de patrimonio, musicales y educativas, como visitas guiadas temáticas al castillo, espectáculos teatrales con música en directo o espectáculos de recreación histórica como|cómo 'Viviremos libres o moriremos', una representación teatral del asedio de 1711 y de la resistencia hasta el año 1714.

Nadie mejor que Jordi Savall para celebrar este domingo los 1000 años de historia con un concierto donde el músico igualadino ha ofrecido canciones de oriente y occidente, pero también títulos tradicionales catalanes como 'El Marinero' o 'La Cançó del Ladrón', interpretadas por su hijo, Ferran Savall.

Jordi Savall, Hijo Adoptivo de Cardona

El músico Jordi Savall se ha convertido este domingo en la segunda personalidad que recibe el título honorífico de Hijo Adoptivo de la Villa de Cardona, una distinción que le ha llegado por su especial relación con la colegiata de Sant Vicenç.

El otro personalidad que también ostenta el título es el cardiólogo Valentí Fuster, que fue nombrado en 1991 y que, hasta ahora, era lo único que lo tenía. El otorgamiento de la máxima distinción prevista en el Reglamento de Honores y Distinciones de la Villa de Cardona se aprobó por unanimidad del pleno municipal.