Joan Esculies es escritor e historiador, especializado en el catalanismo político del siglo XX. Entre otros libros, es autor de sendas biografías de Josep Tarradellas, Josep Andreu Abelló, Prat de la Riba y Josep Solé i Pla y de un estudio sobre los voluntarios catalanes en la Primera Guerra Mundial. Ahora ha publicado Ernest Lluch. Biografia d'un intel·ñectual agitador (ediciones La Magrana / RBA), el libro que ganó el XVII Premio Gaziel de Biografías y Memorias.

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Ernest Lluch en 1975. Imagen cedida por el PSC Comarques Gironines.

¿Tuvo alguna relación personal con Lluch? ¿Cómo llega a decidirse a escribir esta biografía?

No lo llegué a conocer. Pero antes de ponerme a escribir este libro ya tenía un interés por el personaje. La obra es fruto de un encargo de la Fundació Ernest Lluch. Me llamaron porque les interesaba una biografía de Ernest Lluch y les dije que sí. Estuve trabajando un año y tres meses.

¿Qué le motiva de Ernest Lluch?

Lluch es un intelectual agitador, como digo en el subtítulo del libro. Es una persona que toma conciencia, durante el franquismo, de que hacen falta figuras que despierten el país y que lo hagan funcionar para acabar con el franquismo y llevarlo adelante después de la dictadura. Él se concibe como intelectual y usa su figura para agitar el debate sobre estas cuestiones. Su faceta de intelectual la desarrolla en múltiples frentes: como historiador del pensamiento económico, como profesor en todos los centros en que enseña, como político reformista, como diputado del PSC en las Cortes, como ministro de Sanidad y, finalmente, como "intelectual ilustrado" a través de los medios de comunicación, con artículos en los diarios y con la participación en debates y tertulias en la tele y en la radio. Cada una de estas facetas forman parte de su actividad como intelectual.

Ernest Lluch tenía una amplia cultura que lo hacía especial

Joan Esculies fondo RBA

Joan Esculies. Foto: RBA.

¿Qué tenía de especial Lluch en el mundo político catalán?

Lluch tenía de especial, sobre todo, su conocimiento, su amplia cultura... Es una cosa que se ha ido perdiendo con el tiempo. Los políticos de ahora tienen más títulos que los de antes, pero probablemente tienen menos cultura. Una de las cosas más particulares de su trayectoria es la experiencia que le da el paso por el País Valencià de 1970 a 1977. Estuvo allí como profesor de la facultad de Económicas de València, después de ser expulsado del sistema universitario catalán por su participación en la Capuchinada. Su paso por València le ayuda a entender que la creación del socialismo valencianista, con gente como Vicent Ventura, se tiene que ligar al PSOE, que es quien tiene más votos y militantes obreros... La experiencia de la imposibilidad de unir estas dos tendencias en el País Valencià, le hace consciente de que en Catalunya hay que unir las dos tradiciones, para que el imaginario catalanista no salga perdiendo en ello.

Lluch entró al mundo de la política de la mano del Movimiento Socialista de Catalunya (MSC), frente al mayoritario PSUC, ¿como le condicionó eso?

Él comunista no lo era, desde el inicio lo tenía claro. Por eso, sin estar afiliado, forma parte del entorno de los "músicos", de la gente del MSC de Raimon Obiols. Con Obiols se conocen desde muy jóvenes en unas charlas y tienen muy buen entendimiento, aunque Lluch no se sacó el carné de militante del MSC. Lluch tenía claro el pensamiento socialista, que se había introducido a nivel de pensamiento económico en Catalunya y España a través de Fabià Estapé. Tuvo contactos con el PSUC, pero siempre estuvo distante de él.

Lluch no tenía un origen acomodado, a diferencia de muchos de sus compañeros de militancia. ¿Eso influyó su forma de hacer política?

El padre de Lluch tenía un taller, y en Lluch era muy consciente de sus orígenes. No era como los dirigentes acomodados, adinerados, que lo tienen todo hecho. Era un hombre hecho a sí mismo, y siempre tuvo muy presente su extracción social. Por eso siempre tuvo mucho contacto con el obrerismo y con el PSC del Baix Llobregat.

Pese a todo, desde muy pronto Ernest Lluch hizo contactos importantes, sobre todo mediante el Círculo de Economía...

El principal contacto para él es Fabià Estapé, que vino a hacer unas charlas a Barcelona, como catedrático de Economía de Zaragoza, cuando en Lluch era estudiante. En la conferencia mencionó que en la Universidad de Zaragoza había una gran biblioteca sobre Economía, mayor que la de la Universitat de Barcelona. Lluch decidió ir a verla, y para Estapé fue muy revelador que un estudiante tuviera tanta iniciativa. A partir de este momento estableció una gran conexión con él. Y cuando Estapé empieza a trabajar en la Universitat de Barcelona, 2 años después, tienen una relación muy estrecha. Gracias a Estapé, Lluch entrará en contacto con el Círculo de Economía y conocerá a muchos empresarios e hijos de empresarios. A mitad de la carrera, en el "paso del Ecuador" en ningún sitio de hacer una fiesta, como se solía hacer, lo celebra invitando a personajes importantes del mundo de la economía de Madrid para hacer unas charlas en la facultad... Él se encarga de establecer contacto con estos personajes, es quien los llama, quien los acoge... Y más tarde éstos le serán muy útiles, en Madrid, en València... Al ser Lluch mayor que sus compañeros de promoción, tenía cierto ascendiente sobre los otros estudiantes. Tenía una faceta extrovertida, de persona que sabía relacionarse con los otros, sabía establecer contactos... Y eso le permitió hacer una gran red de contactos. Hace de ayudante de varios profesores y para los otros estudiantes se convierte en un referente. Y a través de su hermano, Enric Lluch, que es mayor que él, tendrá contactos con el mundo de Montserrat, con Serra d'Or, con Max Cahner...

En algún momento define Lluch, sobre todo, como alguien ambicioso, con mucha ambición tanto académica como política...

Era ambicioso. Lluch es alguien que quiere estar en política, no tanto para una ganancia personal, sino para reformar la sociedad. Como intelectual, quiere llevar sus ideas a la práctica: quiere ocupar cargos porque eso puede cambiar a la sociedad. Por cuestión de ego quiere estar en la prensa, en los medios, en la tele... Para hacer todo lo que hizo, hace falta ambición... Para ser catedrático o para ser ministro, hace falta ambición... Ambición no quiere decir nada negativo. Su hermano, en cambio, no es ambicioso en este sentido, se pasa la vida de Profesor No Numerario porque no quiere pasar oposiciones. Es un gran profesor de geografía y todo el mundo lo reconoce, pero él no tiene la ambición de tener cargos, ni académicos. ni políticos.

Lluch, con Trias Fargas, fueron los primeros en hacer balanzas fiscales catalanas

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Ernest Lluch en la Universidad de la Paz de Sant Cugat del Vallès, verano de 1987. Foto: Lluís Salom.

¿Lluch fue el primero en hacer balanzas fiscales catalanas?

Sí, junto con Ramon Trias Fargas... Era una cosa que no se había hecho hasta entonces, este tipo de balanzas regionales. En los encuentros de intelectuales Catalunya-Castilla, en 1965, se presenta con una ponencia muy contundente donde dice que hay mucho dinero que sale de Catalunya y que no vuelve. Y eso impacta mucho a Vicent Ventura, venido de València a los encuentros, y este lo traslada a Joan Fuster... Ventura y Fuster deciden que hace falta un estudio de la economía valenciana, y piensan con Lluch... Y le ofrecen desplazarse al País Valencià para hacerlo...

El paso de Lluch por el Partido Socialista del País Valencià (PSPV) no fue plácido...

Lo que habría gustado a Lluch es que el PSPV incipiente (el movimiento de los socialistas valencianistas) se hubiera aliado con el PSOE, tal como hubo el pacto PSC-PSOE. Lluch pensaba que en la transición se tenían que juntar fuerzas de la izquierda y que había que fundir imaginarios. Eso era muy difícil en el País Valencià. Al PSOE le faltaban líderes; de hecho el PSOE le propone a Vicent Ventura liderar esta formación en València, pero él no lo acepta, porque quiere liderar un proyecto valencianista. E incluso hay dirigentes del PSOE que acusan a los socialistas valencianistas de nazis. Pero cuando se acercan las primeras elecciones de 1977, Lluch ya vio que eso era un desbarajuste y que el socialismo valencianista no saldría adelante. Y él aprovecha sus contactos con Obiols y con Reventós, y cuando le proponen de ir a la lista del PSC por Girona acepta y se marcha de un día para otro de València. Eso duele mucho al PSPV. Ventura dice: "este hijo de puta de Lluch nos ha dejado colgados". El triángulo Fuster-Ventura-Lluch es enfermizo, se intercambian ideas, se admiran, pero la marcha de Ernest Lluch provoca una sensación de vacío muy importante.

Cuando en Lluch conoce a Felipe y Guerra piensa que se podrá entender...

Lluch fue un gran admirador de Felipe González... ¿Dejó de serlo en algún momento?

La admiración por González no es tanto a la persona como al político. Felipe en aquel momento, a principios de los años ochenta, representa a un PSOE joven... La gente del PSC no quiere la antigua dirección del PSOE del exilio, y cuando Lluch conoce a Felipe González y a Alfonso Guerra piensa que se podrá entender... Cree que quieren reformar y transmite al PSC la idea de que el pacto con el PSOE funcionará bien. Y Felipe González también confía en Lluch. Cuando le escoge como ministro de Sanidad y Consumo piensa en captar a alguien que llevará el espíritu reformista no extremista al gobierno del PSOE, que es lo que necesita. A partir de 1986, cuando Lluch no repite como ministro, este amor se va diluyendo.

¿Porque Lluch deja de ser ministro?

Lluch no repite de ministro porque durante los 4 años en que ocupa el Ministerio se ha quemado mucho, porque se ha tenido que pelear con las posiciones más extremas. Por una parte, con el sector más radical de los socialistas, que defendía la aplicación del programa sanitario del PSOE, que era muy caro. Por otra parte, se pelea con los laboratorios, con los médicos, con las comunidades que tienen Sanidad propia (catalanes y vascos)... Y mientras discute con catalanes y vascos, se enemista con algunos dirigentes del PSOE que quieren un sistema sanitario más centralizado... Tiene muchos frentes abiertos... Además, Lluch, en los consejos de ministros, aparece con libros, y eso no acaba de convencer a sus compañeros. Se le ve como alguien que pasa por el Ministerio de forma transitoria... Él iba a hacer investigación académica en la Biblioteca Nacional de España cuando salía del Ministerio, tenía una vida paralela a la política, y para ciertos políticos eso costaba de entender...

Lluch arrastrará durante toda su vida la imagen de defensor de la LOAPA. No se la sacará de encima

¿Lluch fue el hombre que coló la LOAPA a Catalunya?

Es un tema todavía controvertido... Después del 23-F, Lluch considera que no se puede erosionar la implantación del PSOE y su futuro triunfo a nivel estatal con reivindicaciones catalanistas. Él piensa que la posición de los socialistas catalanes tiene que ser recogida por el PSOE en los pactos con la UCD. Pero cree que los socialistas catalanes no pueden hacer enmiendas diferentes de las del PSOE, porque no tienen posibilidades de triunfar y porque evidenciará los problemas entre los socialistas. Pero el PSC tiene mucha presión en el Parlamento, sobre todo por parte de CiU, que les acusa de no defender suficientemente el desarrollo económico catalán y la autonomía. Es un dilema en que los socialistas catalanes se han encontrado otras veces. Lluch, en el momento final, siendo portavoz del PSC, decide no presentar enmiendas a la LOAPA, como reclamaban algunos sectores de la dirección del PSC, que estaba dividida. Un sector de la dirección de los socialistas catalanes se enfada mucho con Lluch, aunque bajo mano quizás ya les va bien que no haya presentado las enmiendas y considerarlo responsable a él... Además, la postura de Lluch poco después tiene una consecuencia directa: la desaparición del grupo del PSC en las Cortes. En un acuerdo entre los grandes partidos, la UCD le pide al PSOE no tener tantas voces en contra en las Cortes... Y este liquida los grupos parlamentarios socialistas catalán y vasco. Esta imagen de defensor de la LOAPA Lluch la arrastrará durante toda su vida. No se la sacará de encima.

Lluch fue ministro del gobierno PSOE en el momento de la creación del GAL y durante los años más duros de la organización. ¿Cómo justificaba su implicación en eso?

Lluch siempre dijo que no estaba al corriente de eso. Cuando más adelante salió información sobre el tema, argumentó que había personas del gobierno que habían participado en ello, pero dijo que él no formaba parte de ese grupo. Antes de su asesinato, Lluch reclamaba que el Ministerio del Interior hiciera una limpieza más a fondo del legado del franquismo y lamentaba que no se hubieran "depurado" las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.

Lluch creía que con voluntad, a través de la Constitución, se podían resolver los problemas que iban saliendo

¿Qué papel jugó Lluch en Euskadi y en las negociaciones del pacto de Ajuria Enea?

Lluch llega a Euskadi a través del rectorado de la Universidad Menéndez y Pelayo, que ocupó de 1989 en 1995. Entró en contacto con los socialistas vascos, porque desde joven quería tener un piso en San Sebastián. A partir del atentado de Hipercor se interesa por el sustrato económico del terrorismo vasco, y comienza a publicar sobre el tema. Con Herrero de Miñón discuten mucho sobre Euskadi y al fin sacan una propuesta, lo que denominan el "constitucionalismo útil", basada en una lectura abierta de la Constitución... Lluch cree que se tiene que establecer en Euskadi un bloque mayoritario de demócratas, en el que se tiene que incluir al PNV, y cree que a través de los derechos históricos se pueden plantear nuevas vías de reivindicaciones de autogobierno. Él afirmaba que la Constitución se tenía que "leer", y no "releer" porque en ella ya había elementos que reconocían el autogobierno como un derecho, que defendían la pluralidad lingüística... Creía que con voluntad, a través de la Constitución, se podían resolver los problemas que iban saliendo.

¿Se sabe porque ETA lo mató?

No. Y yo creo que buscar una explicación es hacer el juego al terrorismo, hasta cierto punto. ETA tenía listas muy largas de objetivos. Con respecto a los medios de comunicación, decía a los comandos que se podía matar al director, o a cualquier periodista que fuera fácil... El terrorismo siempre encuentra una justificación por haber matado a la víctima. El motivo último de la muerte del Lluch sólo lo sabe la gente que ordenó su muerte, quizás ni siquiera lo sabe su ejecutor. Lluch era, sobre todo, un objetivo fácil...

Estoy convencido es que hoy, como en los noventa, Lluch hablaría desde el sentido común

Lluch había sido radicalmente contrario al independentismo... ¿Podemos saber dónde se situaría él, en este tema, ahora?

No, eso sería una extrapolación de su pensamiento. Desde el año 2000 ha llovido mucho; en realidad, la situación política, desde la semana pasada, ha cambiado mucho. El trabajo del historiador ya es lo bastante complejo para averiguar qué pasó en el pasado como para hacer extrapolaciones hacia el futuro. Pero de lo que estoy convencido es que hoy, como en los noventa, Lluch hablaría desde el sentido común, el menos común de los sentidos, y eso es lo que lo conectaba con la gente a través de las tertulias, los artículos en el diario, las conferencias... Él transmitía sentido común, al margen que se pudiera estar de acuerdo o no con sus posiciones. Y quizás por eso su asesinato marcó tanto a la gente.

Me habría gustado saber porque Lluch no llevaba escolta cuando lo mataron

¿Hay alguna cosa que no haya podido saber de él?

Lo que me habría gustado saber, por ejemplo, es porque no llevaba escolta cuando lo mataron. Es un tema que queda irresuelto porque no he encontrado documentación que lo aclare. El día antes de que le mataran, él fue a hablar con la delegada del gobierno, Julia García Valdecasas, que le quería hablar sobre su padre, el rector que había expulsado a Lluch de la universidad... Lluch pensaba que Valdecasas le había llamado para hablar de su escolta. Según explicó Lluch cuándo salió de la reunión, la delegada le dijo que no tenía que temer nada, que no estaba en peligro... Pero eso no se sabe si era la verdad o una versión tranquilizadora que Lluch dio a las personas de su entorno para que no sufrieran. A través de sus conocidos sabemos que durante sus últimos meses temía por su vida...

¿Porque escribir ahora esta biografía?

Aunque a Lluch no lo hubieran asesinado, merecía una biografía... Se hubiera escrito, pronto o tarde. Es un personaje que tocó mucho a toda la sociedad catalana y española. Ernest Lluch tiene bastante entidad por sí mismo y había que estudiarlo.

 

Foto de portada: Joan Esculies. Foto: RBA.