Mohács (Reino de Hungría), 29 de agosto de 1526, hace 499 años, el ejército húngaro —comandado por el rey Luis II de Hungría y I de Bohemia— y el otomano —dirigido por el sultán Solimán I— se enfrentaban en una batalla decisiva. La derrota húngara en Mohács provocaría la fragmentación del territorio del Reino de Hungría: los otomanos incorporarían a sus dominios el centro y el sur —con la capital, Buda—; el condado de Transilvania —al este del Reino húngaro— se convertiría en un territorio semiindependiente, pero pasaría a gravitar en la órbita política de Estambul, y una estrecha franja de territorio al oeste —que discurría en dirección norte-sur entre el río Danubio y la costa dálmata— quedaría como el último testimonio —la última resistencia— del viejo Reino húngaro.

Representación del rey Luis II de Hungría y I de Bohemia. Fuente Museo Nacional de Hungría
Representación del rey Luis II de Hungría y I de Bohemia / Fuente: Museo Nacional de Hungría

¿Qué más perdió Hungría en Mohács?

La derrota de Mohács se saldó con la pérdida de buena parte de las clases dirigentes del Reino húngaro. A la muerte del rey, el joven Luis II de Hungría y I de Bohemia (20 años), que apareció en una zona de marismas aún sentado en la silla del caballo y con el cuerpo perforado por docenas de disparos de mosquetes, se le sumó la de los militares más importantes de su ejército, que eran también los cabezas de las familias nobiliarias más ricas e influyentes del Reino. Pero, lo que resultaba especialmente devastador, eran las circunstancias en las que había muerto el rey. Con la desaparición de Luis se perdía el último elemento masculino de la histórica estirpe Jagellón —de remoto origen polaco—, que habían gobernado Hungría desde 1440 y Bohemia desde 1471

Mapa de la fragmentación de Hungría después de la Batalla de Mohács. Fuente Wikimedia Commons
Mapa de la fragmentación de Hungría después de la batalla de Mohács / Fuente: Wikimedia Commons

Los austríacos entran en escena

Las oligarquías nobiliarias de aquella estrecha franja de territorio donde se gestó la resistencia a los otomanos y la posterior recuperación del país perdido, giraron su mirada hacia el sitial archiducal de Viena. La familia archiducal de Austria se había convertido en una de las estirpes más poderosas de Europa. Ostentaban el cargo de emperadores del Sacro Imperio (el gran conglomerado centroeuropeo), que no se transmitía hereditariamente, pero sí que, en cambio, habían conseguido que los príncipes electores los votaran sucesivamente. Y, después de una ambiciosa arquitectura matrimonial, habían conseguido la Corona hispánica. Cuando se produjo el choque de Mohács, el rey de las coronas hispánicas y emperador del Sacro Imperio era Carlos de Gante. Y el archiduque de Austria era su hermano Fernando.

¿Por qué los húngaros miran hacia Austria?

La respuesta a la cuestión viene por tres lados. El primero era porque los dominios de los archiduques de Austria estaban justo a la espalda de lo que restaba del Reino húngaro. El segundo, porque en aquel contexto histórico la estirpe archiducal de Austria era un valor en alza. Y el tercero era por una cuestión legitimista, que —también en aquel contexto histórico— tenía mucha importancia: la única hermana del difunto rey Luis de Hungría, Ana Jagellón, estaba casada con Fernando de Habsburgo, archiduque independiente de Austria. Y, a pesar de que esta unión (1521) había generado muchas dudas entre la nobleza húngara —porque temían que los Habsburgo devoraran a los Jagellón—, después de Mohács (1526) las urgencias provocaron un cambio de paradigma y estas reticencias pasaron a un plano secundario.

Representación de Fernando de Habsburgo, archiduque de Austria y esposo de Ana Jagellón. Fuente Netherlands Institute Arts History
Representación de Fernando de Habsburgo, archiduque de Austria y esposo de Ana Jagellón / Fuente: Netherlands Institute for Art History

El Imperio austrohúngaro

El primogénito de Fernando y Ana, Maximiliano I, se convirtió en el primer soberano conjunto de Austria, Hungría y Bohemia. Maximiliano fue archiduque de Austria, rey de Hungría y rey de Bohemia. Aquel nuevo conglomerado fue denominado Imperio austrohúngaro, porque, a pesar de que en aquella unión dinástica el elemento austriaco, representado por un archiduque, estaba situado jerárquicamente, al menos en teoría, por debajo de la condición de reina del elemento húngaro, se daban dos hechos que, en aquel contexto histórico, se consideraban fundamentales: Austria había salvado a Hungría de su desaparición y el elemento que representaba el poder vienés era de género masculino. El relato que había generado aquella empresa contenía un mensaje inequívoco.

Los paralelismos entre Catalunya-Aragón y Austria-Hungría

Los procesos de unión dinástica de Catalunya y Aragón (1150) y de Austria y Hungría (1526), a pesar de la distancia cronológica que los separa, tienen un gran paralelismo. Ramiro II de Aragón y la nobleza aragonesa negociaron la unión dinástica con Barcelona en un contexto de amenaza de desaparición del Reino aragonés. Como en el caso húngaro, en el momento más crítico de su historia. También, como en el caso húngaro, el elemento que representaba el poder catalán era de género masculino, y, en un contexto histórico marcado por el carácter patriarcal de la sociedad y del poder, este aspecto tenía una gran importancia. Y, también, como en el caso húngaro, Ramón Berenguer IV de Barcelona asumió la condición de gobernante de Aragón (1150), como Fernando I de Hungría (1526).

¿Por qué Imperio austrohúngaro, sí, y Corona catalanoaragonesa, no?

Los soberanos medievales del Casal de Barcelona serían condes de Barcelona, reyes de Aragón y reyes de Valencia (y en diversas ocasiones, también reyes de Sicilia y reyes de Cerdeña); como los descendientes de Fernando de Habsburgo y Ana Jagellón fueron archiduques de Austria, reyes de Hungría y reyes de Bohemia. Entonces, ¿por qué no representa ninguna dificultad referirse al estado que crearon Fernando y Ana —y, sobre todo, ¡¡¡en las circunstancias en las que lo crearon!!!— como Imperio austrohúngaro (al archiducado, por las razones mencionadas, se le reconoce un papel protagonista en aquel edificio político) y, en cambio, la historiografía española no es capaz de referirse al conglomerado medieval gobernado por el Casal de Barcelona como Corona catalanoaragonesa?

Representación de Ana Jagellón, hermana de Luis II de Hungría y I de Bohemia y esposa del archiduque Fernando. Fuente Museo Thyssen Bornemisza
Representación de Ana Jagellón, hermana de Luis II de Hungría y I de Bohemia y esposa del archiduque Fernando / Fuente: Museo Nacional Thyssen-Bornemisza