Llega al Centre Comercial Les Arenes Human Bodies, anatomía de la vida, una exposición que ha generado polémicas (y grandes taquillajes) allí donde se ha mostrado. En realidad, vuelve, modificada, a Barcelona, 4 años después de haber sido ya mostrada. Se trata de una exposición de 12 cuerpos humanos y 150 órganos, todos ellos reales, sometidos a la "plastinación", un proceso de conservación consistente en sacar de un cuerpo los líquidos orgánicos y sustituirlos por productos químicos. A los cuerpos se les ha retirado la piel a fin de que el público pueda ver la interioridad del ser humano.

El cuerpo, en piezas

En la exposición se puede ver el interior del cuerpo humano en todas sus facetas. Hay los típicos embriones de diferentes meses que solían mostrarse en los museos de ciencias naturales decimonónicos. Y también hay esqueletos, enteros,  similares a los de plástico que hay en tantas y tantas escuelas. También hay partes del cuerpo humano plastinadas: corazones, sistemas vasculares, cerebros, pulmones, genitales... Sin embargo, sobre todo, lo que hace especial a Human Bodies, es la presentación de partes del cuerpo, y cuerpos enteros plastinados. Un cuerpo partido en dos, verticalmente, exhibiendo todas sus vísceras; un cadáver con toda la musculatura a la vista como si estuviera chutando una pelota de fútbol... Y sobre todo, todo tipo de cortes: un cadáver entero cortado en trozos longitudinales; otro corte en secciones horizontales; una cabeza cortada en rebanadas, de la nariz a la nuca; otra cabeza rebanada en secciones de oreja en oreja; otra en trozos de la coronilla a la garganta...

Pretensiones didácticas

Aunque es obvio que la mayoría del público asistirá a la exposición con finalidades morbosas, se vende como una muestra "pedagógica" (e incorpora, como "garantía", los sellos científicos de la Universidad de Murcia, la de Extremadura y la de Tennessee). Se argumenta que tiene como finalidad sensibilizar la gente sobre la necesidad de cuidar bien su cuerpo (se acompañan los cuerpos plastinados con paneles, sin demasiada relación con los cuerpos expuestos, que recomiendan no emborracharse o dejar de fumar). En realidad, los organizadores esperan recibir a escuelas e institutos que usen este espectáculo para enseñar a los niños y jóvenes como es el cuerpo humano. La anatomía aprendida con cuerpos reales. Y afirman, también, que es una muestra destinada al "público familiar"; argumentan que los hijos y los padres podrán aprender juntos anatomía gracias a esta muestra.

De la pedagogía a la ética

La polémica generada por esta exposición no proviene tanto de su calidad pedagógica, que probablemente se habría podido conseguir igualmente con reproducciones en plástico de cuerpos humanos (especialmente para los alumnos de primaria y secundaria, que sólo necesitan nociones de anatomía). El problema de este tipo de exposiciones se plantea desde el punto de vista ético. Es obvio que la plastinación supone una "cosificación" del ser humano. De hecho, los cadáveres y fragmentos de cadáveres, en Human Bodies, son tratados, simplemente, como a "piezas". Se informa de que esta exposición tiene 78 "piezas". Nuestra sociedad, que ha vetado cualquier contacto con la muerte, que rechaza velar a los cadáveres en casa y que intenta deshacerse lo más pronto posible de los muertos, organizando entierros a toda prisa, acepta en cambio organizar una performance con cuerpos muertos. Al despojarlos de su piel, también se les despoja de su humanidad. Y pasan a ser una simple mercancía que se puede contemplar a cambio del pago de una entrada.

¿De dónde salen estas personas?

Se hace difícil pensar que alguien ceda su cadáver o el de algún familiar para su exposición pública en un centro comercial (aunque sea con pretextos pedagógicos). No es extraño que no haya ningún cadáver catalán entre los exposats. Los organizadores informan que "los cuerpos y órganos expuestos en la muestra son mayoritariamente de procedencia asiática. Las autoridades de estos países donan estas piezas (procedentes de personas finadas no identificadas) con una finalidad científica y educativa a las diferentes universidades encargadas de realizar el proceso de plastinación". Hay quien sospecha que estos cuerpos proceden de los campos de prisioneros chinos, y habrían sido cedidos por el gobierno de ese país sin autorización de los familiares de los muertos. En cualquier caso, los cadáveres de los que no tienen quien los vele ni los respete, pasan a ser integrados en el rodeado mercantil de las exposiciones. De los humanos excluidos muertos, no se tira nada.