HBO estrenó este lunes Fake Famous, un documental del periodista Nick Bilton que plantea un experimento real y muy curioso: como convertir a una persona normal y corriente en una sensación en las redes. Followers falsos, compras de likes y postureo de mal gusto, la producción de Bilton explora la absurda realidad del universo influencer. "Ser una celebridad es increíblemente difícil, pero ser un influencer no. Es la vía rápida hacia la fama y la riqueza", ha explicado Bilton en la agencia EFE.

Fake Famous recluta a tres jóvenes que sueñan con ser influyentes y les ayuda a convertirse en estrellas de internet, pero a la vez muestra que detrás de esta vida hay más espejismos que placeres, más horas de trabajo y frustraciones que lujos tangibles. Para hacerlo, Bilton compra followers y likes falsos, truca fotografías en su jardín para que parezca un hotel de cinco estrellas e incluso alquila el decorado de un avión para hacer creer que está en un jet privado. Gracias a estos trucos, los jóvenes ganan notoriedad en las redes, pero por el camino chocan con consecuencias no deseadas y reales como la depresión o la ansiedad. 

En una entrevista concedida a EFE, Bilton asegura que la nueva versión del influencer "es alguien que anuncia productos desde su cuenta y que sólo es juzgado por el número de seguidores que tiene", a diferencia de los primeros influencers, que "eran famosos de verdad".

¿Sin embargo, por qué ha tantas personas que quieren serlo? Bilton lo tiene claro. "Definimos lo que queremos ser cuando crecemos basándonos en lo que vemos que otras personas hacen. Hubo un tiempo en el cual, específicamente en la cultura estadounidense, la gente quería dos hijos, una casa, un perro o un gato. Lo que ahora ha pasado es que el aspecto vital en el cual todo el mundo parece más feliz es la fama en sí misma: ves a esta gente en aviones privados, tienen casas preciosas y gigantescas, y parece que son felices, aunque en realidad casi nunca lo son".