Gerard Quintana (Girona, 1964), no tuvo bastante el año 2021 con el Premio de las Letras Catalanas Ramon Llull con la novela L'home que va viure dues vegades. Este año el músico y cantante del veterano grupo Sopa de Cabra publica La puresa de l'engany (Columna), una historia ambientada en los años 90 en Cuba y Girona. De hecho, una parte de la historia es verídica. En el año 1995, Sopa de Cabra ofreció tres conciertos en Girona con la colaboración de un poeta cubano, Antoine López León, que fue muy aclamado en la ciudad catalana por su excelencia, su carisma y porque transformó la vida cultural de la ciudad. Sin embargo, todo cambió el día que apareció al auténtico Antoine, y el farsante -que le había suplantado la identidad y había hinchado su currículum para poder huir de la isla- desaparece.

En esta novela que acaba de llegar a las librerías, Quintana no solo habla del engaño o del arte como forma de escapatoria, sino que también aparecen subtemas muy diversos, como el incesto, las relaciones amorosas, la búsqueda de la identidad de uno mismo, las relaciones de abuso, la realidad cubana de los años 90, -que la describe como una prisión-, e incluso denuncia una educación sexual fallida. El cantante y escritor explica que en los años 90 hizo un viaje a Cuba que lo marcó mucho, y que ha tardado treinta años en poder escribir esta historia. 

Aprovechamos, también, para habla sobre la presión que tienen los artistas catalanes para mantener la lengua, el problema de la vivienda en Ibiza, donde reside desde hace 25 años, de cómo le condicionó tener un padre que era policía nacional, y finalmente para hablar del país, ahora que estamos a las puertas de unas elecciones en el Parlamento de Catalunya.

 

Entrevista Gerard Quintana, la pureza del engaño / FOTO: Carlos Baglietto
Gerard Quintana, autor de La puresa de l'engany / FOTO: Carlos Baglietto

¿Qué tiene de especial, esta historia?
Hace 30 años que me rondaba por la cabeza escribir este libro, sobre todo a través del impacto de la llegada en Girona de un poeta cubano con el cual trabajé. Y el descubrimiento, pocos meses después, de que aquel hombre que estaba transformando la ciudad y su ámbito cultural, con una excelencia y un brillantez fuera del habitual, era un farsante.

¿Un farsante?
Sí, al cabo de unas semanas de su llegada en Girona apareció otro poeta reclamando que él era el auténtico Antoine, que le habían suplantado la identidad, haciendo pasar su obra por propia.

¿Así pues, a ti también te engañó?
Nos engañó a todos. ¿Es legítimo mentir para sobrevivir, no? Y sobre todo ­­hacerlo con esta excelencia, de una manera tan brillante, bonita y transformadora.

¿Cómo te quedaste cuando apareció el auténtico poeta?
Admiré al farsante más que nunca. Sobre todo cuando vi que era mucho mejor que el auténtico poeta. Este joven, con un gran bagaje cultural, utilizó todas sus herramientas para salir de la isla y llegar a Europa.

¿Fue entonces cuando decidiste hablar del engaño?
Sí, tratar el engaño como un hecho legítimo para sobrevivir, más allá de la mentira piadosa. De hecho, hay muchas maneras de engañar, un secreto puede ser un engaño, o un autoengaño, incluso.

Entrevista Gerard Quintana, la pureza del engaño / FOTO: Carlos Baglietto
Gerard Quintana sostiene su última novela, La puresa de l'engany / FOTO: Carlos Baglietto

Las descripciones que haces sobre Cuba son muy exactas. ¿Fuiste a la isla caribeña en los años 90?
Sí, y pude constatar en pleno periodo espacial, en un momento muy duro parar la isla, -después de la caída de la Unión Soviética en el cual se quedaron solos ante el bloqueo de los Estados Unidos y de los países occidentales-, de qué difícil era vivir allí. Mucha gente se jugaba la vida con balsas para huir.

Por lo que me cuentas, entiendo que no lo viste más a Antoine, el farsante.
No lo he vuelto a ver nunca, desapareció. Dejó los zapatos en la puerta de mi casa, y este fue su despido. Es un misterio que quedó para siempre en mi vida, y me quedé con la imposibilidad de mostrarle mi admiración.

Hay muchos subtemas que forman parte del relato, como el sexo violento.
En el fondo, es un tema muy actual. Los jóvenes llegan a la sexualidad a través de la pornografía. Seguramente, si el protagonista no hubiera sido educado o iniciado por el padre en la cosificación o en la sexualización de la mujer, no hubiera pasado lo que pasa después. Antes, la introducción de los jóvenes al mundo de la sexualidad la hacían los padres llevando a los hijos al prostíbulo. Y estoy seguro de que si eso lo hiciéramos de otra manera, conseguiríamos que todos nosotros hubiéramos entrado en esta realidad desde la ternura y el respeto.

¿Hay un afán de moralidad en esta historia?
En absoluto. En un momento en que la literatura catalana está tan llena de novelas ejemplares, he querido hacer una novela con un personaje que no es ejemplar, un ejemplo a no seguir.

Hay muchas temáticas más allá del engaño y la suplantación de la identidad, como el incesto, la identidad de uno mismo, las relaciones de abuso, la realidad cubana de los años 90 o el arte como forma de escapatoria. ¿Me puedes hablar de estas temáticas que has escogido?
La novela está aliñada, está impregnada de subtemas, de temáticas que, como apuntabas hace un momento, acaban de construir el libro, y que son temas que están en debate o que están presentes. Como la mirada sobre el pasado con los ojos del presente, y uno de los ejemplos más paradigmáticos que oigo a menudo es el de Picasso y su relación con sus mujeres y pienso, ¿acabará cancelado?

¿Ya lo está, un poco, no?
Sí, pero no retirarán sus obras de los museos.

Entrevista Gerard Quintana, la pureza del engaño / FOTO: Carlos Baglietto
El cantante y escritor Gerard Quintana durante la entrevista realizada en el hotel Seventy de Barcelona / FOTO: Carlos Baglietto

Es el eterno debate de si se tiene que separar la obra del autor, ¿no?
Sin Picasso no se puede entender el cambio del arte en el siglo XX.

¿Y qué papel juegan las mujeres en esta novela?
He tenido presente este papel de la mujer con dos personajes muy extremos. Y con este hombre que no sabe amar, que confunde el amor con una teta que puedes ordeñar constantemente y que da placer, pero que no es eso. Con estas dos mujeres, una de la que quiere huir y la otra que lo atrae de forma obsesiva, que las dos utilizan el sexo, seguramente, una como herramienta de dominio y la otra de supervivencia.

La mitología también es mucho presente en la novela.
Porque es la que marca los arquetipos sobre los que hemos ido construyendo los patrones culturales. La mitología es bárbara. Los dioses violan, secuestran, hacen incesto, matan por celos.

Es un libro lleno de sutilezas.
Se puede leer como un relato llevado por la acción y siguiendo el morbo de la propia historia, o se puede leer más entre líneas.

Entrevista Gerard Quintana, la pureza del engaño / FOTO: Carlos Baglietto
Gerard Quintana, autor de La puresa de l'engany / FOTO: Carlos Baglietto

Este viaje que hace Claudi Careta a Cuba le cambia la vida. ¿Tú has hecho algún viaje que te haya cambiado la vida?
Cada viaje nos cambia la vida. Yo era un chico tímido, tartamudo, muy introvertido, me hacía las cosas encima hasta los siete años y vivía en el barrio viejo de Girona. Descubrí muy pronto que viajar era la manera que nadie esperara nada de mí y yo me pudiera sorprender a mí mismo. Para mí viajar siempre ha sido liberador y una excusa para descubrirme, más allá de la etiqueta del cantante de Sopa que ahora escribe libros.

Descubrí muy pronto que viajar era la manera que nadie esperara nada de mí y yo me pudiera sorprender a mí mismo

El libro también está lleno de citas, hay una que dice, "Los pecados de juventud no prescriben, aunque cuando nos toca pagarlos, nos parecen los pecados de otro." ¿Tú has pecado mucho?
Sí, como todos, ¿no? ¿Quién no ha pecado?

¿Te arrepientes de algo en la vida?
Quizás no habría estado dos o tres años sin hablarme con mis padres.

Has explicado alguna vez que tu padre era policía nacional. ¿Eso te ha condicionado?
Sí, de muchas maneras. Seguramente con algunas cosas no nos entendimos nunca. Ahora lo recuerdo como un hombre, no como un policía.

¿Cambiarías alguna cosa del pasado?
Quizás cambiaría la buena fe, la confianza o la inocencia que he aplicado en muchos casos, quizás hubiera evitado que me hubieran timado tanto. Todavía hay años de conciertos que no he cobrado. Pero si no hubiera tenido esta inocencia, no hubiera podido hacer las canciones que he hecho. Y me doy cuenta de una cosa, que no quiero acabar de perderla del todo. Y todavía me toman el pelo, a veces.

Todavía hay años de conciertos que no he cobrado

Es un libro donde aparecen muchas referencias cinematográficas. Entiendo que te gusta el cine. Ahora he recordado que te vi en los Gaudí entregando unos premios, en una ceremonia donde había muchas películas nominadas que no estaban rodadas en catalán. Hablemos de lengua. ¿Qué hemos hecho mal?
Seguramente no tener un estado que apoye la propia lengua. Pero el estado español nunca la ha defendido como una lengua propia, por lo tanto, no hemos tenido un estado en Catalunya para poder defenderla, como está pasando en Andorra, que tienen unos requisitos por la residencia, y eso aquí se interpreta como un acto de nacionalismo cerrado.

No hemos tenido un estado en Catalunya para poder defender la lengua

Entrevista Gerard Quintana, la pureza del engaño / FOTO: Carlos Baglietto
Gerard Quintana, autor de La puresa de l'engany / FOTO: Carlos Baglietto

¿Vives en Ibiza, todavía?
Sí, desde hace 25 años, donde gobierna Vox y PP. Y ellos decían que el problema de que no haya funcionarios ni sanitarios en las islas es por el requisito del catalán, que es absolutamente mentira. Todos sabemos que es por la vivienda. En la isla de Ibiza hay maestros que cogen el avión cada día desde Mallorca o Valencia para venir a dar clase porque les sale más a cuenta que alquilar una piso. Cogen 44 aviones al mes. Ciertas fuerzas políticas entienden las lenguas que ellos dicen periféricas como enemigas y perturbadoras de la unidad de España.

Hay maestros que cogen el avión cada día desde Mallorca o Valencia para venir a dar clase en Ibiza porque les sale más a cuenta que alquilar una piso

Ahora que hablamos de esta polémica, recuerdo una entrevista que te hizo Albert Om en el programa El convidat de TV3 donde sorprendió mucho que en tu casa la lengua mayoritaria fuera el castellano y tus hijos no hablaran catalán. ¿La recuerdas?
Sí, lo más lógico es que los niños empiezan a hablar en su lengua materna, tal como ha pasado en mi familia. Y, de hecho, fue el motivo por el cual no los he vuelto a exponer nunca más. Porque pensamos que todos tenemos que ser puros. Seguramente la gente tiene una idea de mí que no es la correcta.

¿Qué hacemos mal con la lengua, entonces?
Engañar. Estamos engañando como sociedad, como gobierno, como Estado y como todo. Y te lo explicaré rápidamente. Para salirse por la tangente y para, seguramente, salvar la conciencia de país, se carga sobre el sector cultural la mochila de la lengua. Una cosa es la cultura, la literatura, el cine, la música y aprovechar todo el talento y el potencial que tiene un país para sobresalir y para ir por todo el mundo. Y la otra es preguntarle a aquella música, a aquel cine y a aquella literatura que cargue con la mochila de la lengua, cuando eso no se pide en los otros ámbitos de la sociedad. El año pasado se incrementó el presupuesto de cultura, y la mitad de aquel incremento era para el tema lingüístico. Por eso enseguida pregunté, ¿y en la sanidad, la mitad del incremento también es para el tema lingüístico? No, es para la calidad de vida de las personas.

Para salvar la conciencia de país, se carga sobre el sector cultural la mochila de la lengua

¿Sin embargo, para ti no es un orgullo decidir cantar en catalán y escribir en catalán?
Para mí es un orgullo que mucha de la gente que viene de otros países te diga que ha aprendido catalán con tus canciones. Pero yo no renunciaría a Sílvia Pérez Cruz, a Rosalia o a Rita Páez porque cantan en castellano. ¿No son catalanas? Toda esta gente ha pasado por escuelas como la Escuela Superior de Música, el ESMUC, que se han hecho con el esfuerzo social que da un nivel de excelencia brutal a la gente que pasa por allí. O los que pasan por el ESCAC, como Bayona.

Yo no renunciaría a Sílvia Pérez Cruz, Rosalia o a Rita Páez porque cantan en castellano

¿Pero no crees que cantar o rodar en castellano es la opción fácil? ¿Cantar en catalán es una decisión política?
¿Los grupos de jazz que hacen música instrumental en que tocan, en catalán o en castellano? Con los libros está la posibilidad de traducirlos, que es una suerte, con el cine está la posibilidad de subtitularlo o de doblarlo. Ojalá se hiciera lo bastante buen cine como para que no importe la barrera o la limitación que comporta la lengua. El caso de Alcarràs no era en catalán, sino en un catalán muy concreto de un lugar determinado que incluso para los catalanes nos hacía difícil de entender porque no eran actores profesionales y teníamos que leer los subtítulos. Lo que tenemos que hacer es buen cine y después será igual en qué idioma sea. Sí que la industria empuja, en el sentido de que hay un mercado de 500 millones de personas y otro de 10, o de 5. Sin embargo, eso pasa en cualquier ámbito y solo se nos exige a nosotros. Y no quiero rehuir responsabilidad sino que repartamos esfuerzos. La lengua está en una situación de emergencia.

Lo que tenemos que hacer es buen cine y después será igual en qué idioma sea

Entrevista Gerard Quintana, la pureza del engaño / FOTO: Carlos Baglietto
Gerard Quintana, autor de La puresa de l'engany / FOTO: Carlos Baglietto

¿Qué te parece la polémica reciente con Mushka?
Ella habla desde su realidad, por las declaraciones de su padre, el actor Eduard Farelo, vive en una familia con una realidad bilingüe en la cual incluso mezclan las lenguas.

¿Te gusta la música urbana?
Soy curioso por naturaleza y me gusta escuchar de todo. Siguen otros patrones, otros esquemas. Yo entré en la música como letrista. Cuándo escucho sus letras me sorprende porque no prima tanto el concepto o la narrativa, sino la potencia de las frases, aunque no tengan relación entre ellas. Si hubiera nacido en este tiempo hubiera rapeado o haría este tipo de música.

Si hubiera nacido en este tiempo hubiera rapeado

El próximo mes hay elecciones. ¿Votarás?
Yo voto en Baleares, pero si tuviera que votar en Catalunya me sentiría huérfano de voto. Cada vez veo a la gente más desengañada. El trauma del 1 de octubre, cada uno lo ha digerido como ha podido y lo que ha provocado es una división enorme del independentismo, muy enemistados entre ellos.

Si tuviera que votar en Catalunya me sentiría huérfano de voto

Joel Joan, Tomás Molina, o Lluís Llach en su momento, han entrado en las listas electorales. ¿A ti no te han pedido entrar en alguna candidatura?
Me lo pidieron hace tiempo varios partidos, pero ahora no se les ocurriría ni locos.

¿Por qué?
Porque no me creo a ningún partido. Porque creo que, precisamente, lo que buscan todos no existe sin una unidad. Entonces, desde la división cada vez más dividida, es imposible lo que prometen cada uno de ellos.

¿Crees que estamos más lejos de la independencia ahora de hace cinco años?
Muchísimo más. Estamos años de la independencia para que se vuelvan a crear las condiciones de consenso, de mayoría, que aglutinaban posiciones ideológicas muy diferentes en una misma dirección. Ahora se busca a los culpables para que aquello no fuera bien, y todos son reprochados. Yo creo que el unionismo se debe estar frotando las manos. Hemos tenido un 53% de apoyo y no lo hemos sacado adelante.

¿Así pues, Catalunya no será nunca independiente?
Quizás seremos independientes si el estado español colapsa, pero se ha fortalecido más bien. Si alguien pensaba que el Estado no reaccionaría con violencia es que no conocía el Estado. Yo sí que lo conocía, porque mi padre me llevaba a los cuarteles de pequeño y veía cómo eran las cosas. Nos decían: "Europa nos mira, no se atreverán". No conocen este poso de neofranquismo que hay en el Estado profundo. Después ves cómo funcionan los partidos, que son empresas que tienen que mantener un nivel de ingresos para seguir sobreviviendo. Y están atrapados en este juego. Por lo tanto, nadie me pedirá que vaya a ninguna lista. Sé que me cierro puertas, pero prefiero cerrarlas que vivir en las puertas giratorias, estas que tanto criticamos y que al final cualquier partido que llega al poder acaba cayendo en ellas.

Si alguien pensaba que el Estado no reaccionaría con violencia es que no conocía el Estado. Yo sí que lo conocía, porque mi padre me llevaba a los cuartels de pequeño

Este año cumples 60. ¿Cómo lo llevas?
Cumplir años es un triunfo, pero en este mundo que vivimos se convierte en un handicap.

¿Quizás más para las mujeres que para los hombres, no? La presión estética que sufren las mujeres es diferente que la de los hombres, creo.
Cada vez menos. Los chicos también se ponen filtros.

Pero las niñas con diez años ya se aplican cremas, maquillaje y hacen rutinas de belleza para la piel.
Sí, y cada vez que se miran en el espejo se ven más feas que como las ve el mundo. Yo reivindico la arruga y reivindico la cara limpia. Y me cuesta sentirme atraído por alguien que va cargado de pintura en la cara. Mis parejas no se han maquillado, prácticamente. La belleza es super efímera. Te tienes que enamorar del alma de aquella persona. Si no, no durará.

No estoy enamorado de mi mujer, la amo, que es diferente

¿Sigues enamorado de tu pareja?
¿El enamoramiento dura pocos meses porque si no nos moriríamos, lo sabes, no?

No lo sabía. A ver, cuéntame.
Sí, el escáner de un cerebro de una persona enamorada es idéntico al de uno psicótico obsesivo. Te desajusta, te incapacita, te bloquea partes del cerebro. Como sociedad, idealizamos el enamoramiento cuando es como una enfermedad. No tiene ningún mérito. Todo el mundo se puede enamorar cada dos por tres. Y al final sirve para perpetuar la reproducción y la supervivencia de la especie. Y estamos enganchados al placer, porque es como un colocón. No estoy enamorado de mi mujer, la amo, que es diferente.