Ahora que se vuelve a hablar de anarquismo en Catalunya y en un 8-M que, a pesar de todo, volverá a poner de manifiesto las dificultades que encuentran a las mujeres para llegar a posiciones de liderazgo, se estrena muy oportunamente Frederica Montseny, la mujer que habla, un biopic sobre la dirigente anarquista catalana y primera mujer que se sentó en el consejo de ministros del estado español.

Dirigida por Laura Mañá, la película gira en torno a la dicotomía que vivió Montseny entre ser la primera mujer ministra de España y una de las primeras de Europa y, al mismo tiempo, una convencida libertaria, partidaria de la abolición de toda forma de opresión del hombre por el hombre y, por lo tanto, de toda clase de gobierno. Cuando el año 1936 fue nombrada ministra por el socialista Francisco Largo Caballero, junto con los también catalanes Joan García Oliver y Joan Peiró y el murciano Juan López, Montseny vivió la difícil decisión de tener que traicionar los ideales en los cuales había sido educada por un bien superior, como eran colaborar en el esfuerzo de derrotar el fascismo, y hacer historia como la primera mujer en frente de un ministerio como el de Sanidad, desde donde impulsar proyectos tan revolucionarios como la legalización del aborto.

Frederica Montseny, la mujer que habla.

Una vida marcada por la contradicción

Una disyuntiva que en una de las primeras escenas le plantea su padre, el viejo dirigente ácrata Joan Montseny "Federico Urales", preguntándole "¿Eres antes mujer o anarquista"?, pero que se repetirá a lo largo del filme, que recorre en forma de flashbacks diferentes episodios de la gestión de Montseny al frente del Ministerio de Sanidad, mientras, en el exilio, es encarcelada a raíz de una demanda de extradición presentada por el gobierno franquista en la França de Pétain, con episodios como la crisis de los Hechos de Mayo de 1937, que le valieron críticas entre sus compañeros de filas.

¿Su defensa ante los tribunales franceses tenía que basarse en los ideales que siempre defendió o en el hecho de haber participado en el gobierno legalmente constituido de la II República Española? ¿Y qué papel había de jugar su condición de mujer, de madre y de gestante –cuando pesaba sobre ella la amenaza de ser enviada a la España franquista estaba embarazada de su hija Blanca– en su defensa, ella que, desde sus escritos y desde el gobierno, había luchado por la libertad e independencia de la mujer?

Como en una suma de contradicciones, en estas se se añadirá al hecho de ser una intelectual convertida en líder obrerista. Una líder que, para algunos, no deja de ser nunca "la niña del Urales", ni para los otros –como los diplomáticos soviéticos– como mujer, alguien frágil y manipulable. Una mujer que, eso sí, se nos muestra, a pesar de la comprensión y la confianza de su compañero Germinal Esgleas, como una hija que sufre para no decepcionar a los padres y como una madre culpabilizada por el hecho de tener que estar trabajando lejos de casa. Aunque sea en el Consejo de Ministros de una República en guerra, en un momento en que los comunistas –impulsados por Stalin- jugaban fuerte para conseguir la hegemonía al bando leal.

Frederica Montseny, la mujer que habla.

Màrcia Cisteró es Federica Montseny

El peso del filme recae en Màrcia Cisteró, una actriz con un gran prestigio teatral pero poco dada al audiovisual, que a la evidente semejanza física con Montseny añade las capas de complejidad de un guion de corte absolutamente clásico. En torno a esta protagonista indiscutible, el amor con compañero, interpretado por Òscar Muñoz, la devoción cabe el padre, a quien da vida Miquel Gelabert, y la lealtad ninguno el presidente del gobierno, un Largo Caballero con la voz, el rostro y el gesto de Emílio Gutiérrez Caba. Tres hombres y tres actitudes que tendrán un papel clave en los diversos momentos del filme, tanto en los meses de gobierno durante la Guerra Civil, como ante la amenaza de la deportación durante la II Guerra Mundial.

Frederica Montseny, la mujer que habla fue rodada en Valencia, Sueca y Sant Isidre de Benaixeve, y está producida por Miriam Porté para Distinto Films, productora que está detrás de películas como Yo (2005), El Gran Vázquez (2010), Clara Campoamor, la mujer olvidada (2011), Los niños salvajes (2012), La Xirgu (2015), La luz de Elna (2017), La Dona del Segle (2019), Suc de síndria (2020), y el nuevo trabajo de Neus Ballús, Sis dies corrents.. Coproducida con Televisión de Catalunya y con el apoyo del Departamento de Cultura, en coproducción con Voramar Films, con la participación de À Punt Mèdia, la colaboración del Institut Valencià de Cultura, la participación de IB3 Televisión de las Islas Baleares, el apoyo de Creative Europe Media Programme of the European Union, la colaboración del Ministerio de Igualdad - Instituto de las mujeres y la participación de CREA SGR, se estrena en TV3, À Punt Mèdia y IB3 hoy 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer.