Piedra angular del punk, Bad Religion están celebrando su 40 aniversario. Efeméride que la banda californiana tenía pensado festejar de diversas maneras. Una de ellas era una gira internacional que debería haber hecho escala en Barcelona y que, por culpa de la pandemia, han tenido que posponer dos veces (si el virus y las vacunas lo permiten, está previsto que acaben recalando en la capital catalana el 20 de mayo del 2022). La otra manera de oficiar sus cuatro décadas de punk ha sido con la publicación de Haz lo que quieras (Do What You Want). La historia de Bad Religion (Neo Sounds, 2021), libro que, a partir de las declaraciones de los miembros de la formación, y la ayuda del periodista Jim Ruland en el redactado, repasa su trayectoria, desde su primer ensayo hasta la actualidad. Su guitarrista Brian Baker nos cuenta más sobre esta biografía que acaba de llegar a nuestras librerías.

Ejercitando la memoria

"Me encantan las biografías de grupos y de músicos. Las devoro. Me gusta leer biografías sobre músicos de todos los estilos. Hay algunas que simplemente son buenas, pero hay otras que son muy buenas", Brian Baker, entrañable guitarrista de Bad Religion desde 1994 está conectado a Zoom desde el salón de su casa en Nueva Yersey. A su espalda hay lo que parece una chimenea, que en su parte superior tiene una repisa, y sobre esta reposa un... bingo. Cosas curiosas en las casas de las estrellas del punk. "El hecho es que llegó un momento en el que me di cuenta de que íbamos a cumplir 40 años como grupo. Creí que sería un buen momento para hacer un libro sobre nuestra trayectoria". Baker no quiere anotarse el tanto de haber sido el ideólogo de Haz lo que quieras (Do What You Want). La historia de Bad Religion, dice que no importa lo más mínimo quién fue el que tuvo la idea, que puede que él o puede que fuera cualquiera de los tres miembros originales que restan en el grupo: Greg Graffin (cantante), Brett Gurewitz (guitarrista) o Jay Bentley (bajista). "El hecho es que nos reunimos, lo hablamos y a todos nos pareció una gran idea. Solo necesitábamos a alguien que nos echara una mano con el redactado, que fuera recogiendo y recopilando nuestros recuerdos y les diera forma". Ruland es periodista y escritor, pero también es uno de los suyos. Un veterano de la escena punk, autor, entre muchos otros libros, de My Damage, la biografía de Keith Morris, el cantante de Black Flag, Circle Jerks y el supergrupo Off!. "Hacer Haz lo que quieras (Do What You Want). La historia de Bad Religion ha sido un bonito ejercicio de memoria". Cuatro décadas de compromiso punk, con sus momentos álgidos y sus descensos a las cloacas, resumidos en 352 páginas. "Trabajando en el libro hemos revivido muchos capítulos de nuestra trayectoria que habíamos olvidado. Momentos especiales que habían quedado aparcados en un rincón de nuestra memoria".

Receta para el odio


Tarde de inicios de mayo de 2021, el mundo está a punto de conectarse a la tecnología 5G, pero ahora mismo la conexión entre la casa de Baker y la redacción de Elnacional.cat falla más que un cercanías de Renfe. Baker se adentró en el mundo del punk y del hardcore a inicios de la década de los 80 del siglo XX como bajista, primero, luego guitarrista, de Minor Threat, una de las familias más ilustres del género. "A Bad Religion los conocí, aunque no en persona, el año 1981", rememora este tipo de carácter afable y humor elegantemente corrosivo. "Por aquel entonces, sí, yo tocaba en Minor Threat y estaba muy metido en la escena punk y hardcore. Me compré por correo su primer EP, el homónimo Bad Religion (Epitah, 1981). Aluciné. En el mismo paquete me llegó el EP Six Pack (SST Records, 1981) de Black Flag". No está nada mal. Ojalá cada día el servicio postal nos dejara paquetes con contenidos similares. De hecho, aún hoy los conservo, aquellos dos vinilos". Si le preguntas qué le parecieron Bad Religion cuando posó la aguja de su tocadiscos sobre aquel trozo de plástico negro, Baker te dirá que algo parecido a que "me parecieron un grupazo desde el primer momento que los escuché. Me fascinó esa capacidad que tenían para hacer grandes canciones cargadas de energía punk con un toque melódico aunque nada evidente y letras superinteligentes, muy por encima de las de muchas bandas del género". Y si le preguntáis por su disco favorito de Bad Religion, muy probablemente os dirá que "Suffer (Epitaph, 1988) es un disco imprescindible en la historia del punk, pero puede que mi favorito sea Recipe for Hate (Epitah, 1993), el álbum que publicaron justo antes de mi incorporación. Me parece la culminación del sonido, del concepto y de la propuesta de Bad Religion".

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Bad Religion, 40 años de canas y punk rock. Foto: Archivo Epitah

Una noche alucinante


"Entré en Bad Religion en 1994, tras la publicación de su disco Stranger than Fiction", descubre. "Lo primero que recuerdo como miembro del grupo es, sin lugar a dudas, el primer concierto que di con ellos. Fue impresionante. Yo venía de tocar con bandas de punk y de hardcore muy minoritarias como Minor Threat o Dag Nasty...". Una lista a la que deberíamos añadir también el grup de hard rock Junkyard. "Sí, y aunque habíamos tenido nuestros momentos, jamás alcanzamos los niveles de popularidad de Bard Religion. Como el de mi primer concierto. Fue en un festival en Alemania. Y fue increíble. Salté al escenario y de repente delante de mí tenía a más de 20.000 seguidores botando como locos con nuestras canciones. Alucinante. Con el tiempo he llegado a actuar ante audiencias más multitudinarias aún, pero nada se puede comparar al impacto que me produjo aquel primer concierto". Desde un punto de vista más personal, Baker destaca que lo mejor de formar parte de un grupo como Bad Religion ha sido poder viajar. "Bad Religion me ha dado la posibilidad de dar varias veces la vuelta al mundo. He podido descubrir infinidad de ciudades increíbles, diferentes culturas y gente fascinante. Vivo en un país en el que mucha gente cree que somos el centro del universo. Viajar y ver mundo es el mejor antídoto contra esto. Y esto, una vez más, es lo mejor que me ha dado ser miembro de Bad Religion.

El jesus americano


Brett Gurewitz tiene 58 añosGreg GraffinJay Bentley y él, Brian Baker, 56. Llegados a este punto... ¿sigue teniendo sentido tocar en una banda de punk? "Aquel verso de The Who en "My Generation": "I hope I die before I get old", ha hecho mucho daño en el imaginario del rock", señala un Baker que insiste en que no tiene nada malo seguir tocando en un grupo de rock, de punk, de pop, de hip hop; mientras que lo que hagas sea honesto. "Del mismo modo que el punk no es una cuestión de edad sino de actitud. Puedes ser extremadamente joven y extremadamente conservador, por mucho que luzcas una cresta en el pelo. Y puedes ser extremadamente adulto, incluso un viejo, vestir traje y corbata, y afrontar la vida con una decidida actitud punk". 

Brian Baker entró en Bad Religion justo en su momento de máxima popularidad, cuanbdo publicaron Stranger than Fiction (Atlentic, 1994). Podrían haberse quedado eternamente ahí, pero, aunque publicaron algún disco muy menor, como The Grey Race (Atlantic, 1996) o No Substance (Atlantic, 1998), con el tiempo han vuelto a moldear referencias incuestionables. The Empire Strikes First (2004), New Maps of Hell (2007) o el último, Age of Unreason (2019), están entre sus mejores trabajos. "Es verdad que, llegados a Stranger Than Fiction, lo más fácil hubiera sido quedarnos ahí y seguir tocando año tras año, concierto tras concierto "21st Century (Digital Boy)", pero bueno, Bad Religion no es un grupo que opte por las soluciones más fáciles ni sencillas. Del mismo modo, como músico, es un lujazo disponer de un repertorio tan amplio y en el que hay tantos temas, y tantos temas que para mucha gente son casi himnos". Su canción favorita de Bad Religion es "American Jesus". "No solo es una de las mejores canciones de Bad Religion, con una letra simplemente genial, sino que como guitarrista solista del grupo, soy el encargado de iniciar la canción con ese riff tan demoledor. Es un gustazo ponerte el traje de 'guitar hero' y empezar a tocar este tema frente a miles de personas".

La llamada de Slash


En 1994, antes de ofrecerle entrar en Bad Religion, Brian Baker tuvo la oportunidad de tocar en R.E.M. "Me encantan R.E.M. y de hecho llegué a aceptar su propuesta". Bad Religion aparecieron justo una semana después con su contra oferta. "Bad Religion, obviamente, me gusta mucho más, y ese ya es un motivo de peso. Pero además, Bad Religion me ofrecían incorporarme al grupo como miembro oficial y en R.E.M., simplemente era una músico de apoyo en directo. ¿Has visto últimamente a Green Day en directo? Son como diez o doce en el escenario y entre todos ellos hay un guitarrista perdido en un rincón al que nadie reconoce. En R.E.M. yo hubiera sido ese guitarrista (risas)". También hay una leyenda que dice que le llamó el mismísimo Slash, el inconfundible e icónico guitarrista de Guns N'Roses para que se uniera a ellos. "Eso es mentira". A medias. Algo hay. Fue en la época en la que no había ningún miembro original más allá de Axl Rose. El bajista era Tommy Stinson de los Replacements, que es amigo mío. Me pego el toque para decirme que Axl Rose estaba haciendo audiciones a guitarristas, que me presentara. Pasé. No fui. No soy suficientemente bueno como para ser el guitarrista de Guns N'Roses. Soy un buen guitarrista pero no lo suficiente como para tocar en Guns N'Roses".

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Si la pandemia no lo vuelve a impedir, Bad Religion actuaran en Barcelona el 20 de mayo de 2022. Archivo Epitaph

Distancia social punk


Ahora mismo, Brian Baker está trabajando en dos discos nuevos, pero ninguno de ellos es con Bad Religion. "Ellos viven en California y yo en Nueva Jersey y con el tema de la pandemia hace meses que no nos vemos. Sí que voy a publicar discos en breve con mis otras bandas. Tengo un grupo llamado Fake Names con el cantante de Refused, Dennis Lyxzén; el guitarrista de Embrace, Michael Hampton y el bajista de Girls Against Boys, Johnny Temple. Con ellos no tardaremos a publicar nuevos temas. Y también estoy grabando con Beach Rats, la banda que tengo con gente de Boucing Souls y Lifetime. Vivimos todos en la zona de Nueva Jersey y con ellos es más fácil quedar para ensayar y componer".