Empieza a ser un cliché, pero resulta que es verdad: ahora mismo, la de Apple es la plataforma que tiene una mejor oferta de series de producción propia. Estrena menos que las otras, pero selecciona con más criterio, y por eso proporcionalmente la calidad es superior. Una buena prueba es que cuando piensas en las mejores series de este 2022 te salen unas cuantas de las suyas. Y la última a presentar candidatura es Encerrado con el diablo (curiosa interpretación del Black Bird original), una crónica negra basada en hechos reales que revalida otro tópico, este según el cual las miniseries son actualmente más sólidas que los productos con vocación de largo recorrido.
���� 'Stranger Things' remata la (buena) trabajo
Hacerse amigo de un asesino en serie
Encerrado con el diablo es la historia de un joven acusado de narcotráfico, Jimmy Keane, a quien se le ofrece la posibilidad de conmutar la pena si acepta trasladarse a una prisión de máxima seguridad para hacerse amigo de Larry Hall, un presunto asesino en serie. ¿El objetivo? Que Hall le explique dónde se encuentra enterrada su última víctima para así poder construir una acusación en condiciones contra él y tratar de saber, de una vez por todas, a cuántas chicas ha matado. La trama, sin embargo, no se reduce a lo que pasa dentro del centro penitenciario (admirable, por cierto, cómo los responsables de la serie rehúyen las convenciones del melodrama presidiario). El guion va mostrando cómo se llegó a la detención de Hall, los intentos de las autoridades para reunir más pruebas y las consecuencias de la reclusión del protagonista para su familia más inmediata.
Un thriller adictivo
En Encerrado con el diablo se nota la mano de su creador, guionista y productor ejecutivo, el escritor Dennis Lehane. El autor de Mystic River es todo un experto en la radiografía criminal más basada en las ambivalencias de los personajes que en los golpes de efecto argumentales y también en la construcción de atmósferas en que se mezcla la sensación de inquietud (cuando no directamente de terror) con un trabajadísimo costumbrismo. Esta serie no es una excepción. Por una parte, es un magnífico retrato de seres que viven en sus respectivos abismos, ya sea porque se han convertido en un monstruo, como en el caso de Hall, o bien porque se han visto vertidos a convivir, como es el caso de Jimmy; y por la otra, es un thriller adictivo y muy bien narrado que sabe mantener la tensión (todo el proceso de acercamiento de Jimmy a Hall, que se articula a partir de sutilezas) y juega muy bien con las ambigüedades del relato.
Adiós televisivo de Ray Liotta
Encerrado con el diablo se va volviendo un apasionante tratado sobre el horror y cómo afecta a nuestra percepción de la realidad. Si merece estar en el podio de las grandes series de 2022 es porque funciona a todos los niveles, desde la banda sonora de Mogwai hasta las interpretaciones de unos Taron Egerton y Paul Walter Hauser en estado de gracia. También es el adiós televisivo del gran Ray Liotta, en un papel aterrador que se apodera de la pantalla cada vez que entra en escena.