Emily in Paris es de aquellas series que si no estuviera en Netflix no habría tenido el mismo éxito. Pero la plataforma más popular del mundo tiene la habilidad de convertir una ficción pequeña en un gran fenómeno a través, por ejemplo, de crear un envoltorio bonito con vestidos, París y Lilly Collins, aunque el interior sea sencillo y lleno de clichés. Y ya sabemos que cuando una serie es un fenómeno, como lo fue esta en el 2020, la segunda temporada es una garantía. La de Emily in Paris llega hoy, con diez nuevos capítulos en los cuales la protagonista ya estará más adaptada a la capital francesa, pero donde las complicaciones laborales y, sobre todo, amorosas, se multiplicarán.
Un conflicto para resolver
En la primera temporada Emily ya había tenido unas cuantas complicaciones. Poco después de llegar a París para formar parte de la empresa de marketing Savoir, se enamoró de su vecino Gabriel (Lucas Bravo), el encargado del restaurante de delante del edificio donde viven, para después descubrir que su primera amistad parisina, Camille (Camille Razat), era su pareja.
Acabar en la cama con él, que el trailer describe como "el mejor sexo de su vida", será uno de los principales conflictos a resolver en esta segunda temporada, que le podría hacer perder la amistad con Camille, teniendo en cuenta, además, que finalmente Gabriel se queda en París. Quién seguro que seguirá a su lado, compartiendo piso y confidencias, será Mindy, interpretada por una Ashley Park que tendrá más oportunidades para lucir su voz ahora que su personaje decidirá implicarse todavía más en la voluntad de triunfar con la música.
Nuevo interés amoroso
La principal novedad de esta temporada será el personaje a quien dará vida Lucien Laviscount, un expatriado llamado Alfie que Emily conocerá en clase de francés y que, a pesar de empezar un poco enfrentados, acabará funcionando como nuevo interés amoroso para la protagonista - como si no tuviera ya suficientes.
Así, la difícil decisión de elegir a quien le entrega su corazón se alargará a lo largo de los capítulos para funcionar como principal motor de la serie, a la vez que el mundo laboral se seguirá complicando con las exigencias cada vez más elevadas de su empresa.
Para los que disfrutaron de esta ligera apuesta del creador de Sexo Nueva York, Darren Star, en la primera temporada, pues, lo seguirán haciendo en esta segunda, porque Emily in Paris no pretende nada más que seguir siendo una entretenida comedia romántica con qué pasar un buen rato.