El Premio de Fotografía 2023 de la Fundació Vila Casas ya tiene ganadores. El primer premio ha sido para Carme Casulá (Barcelona, 1966) con Al Natural_Jungfraujoch, una fotografía de la serie Al Natural (2019) de las galerías construidas bajo uno de los glaciares más antiguos de Europa, en los Alpes suizos. "En esta sociedad de consumo, que ha democratizado el viaje y ha convertido el turismo en una actividad casi obligatoria, el "turismo de naturaleza" no deja de crecer. Este tiene el principal punto de atracción en los Espacios Naturales Protegidos: un arma de doble hilo por estos parajes tan delicadamente adjetivados, para que no solo están bien cartografiados, señalizados y publicitados a fin de que podamos acceder fácilmente, sino que son intervenidos, exigencias del guion a causa del alto volumen de público. Este es el contexto de mi proyecto", explica la autora.
Al Natural_Jungfraujoch (2019), de Carme Casula.
Por otra parte, el segundo galardón se lo ha llevado Joan-Ramon Manchado (Valles, 1967) por la fotografía Vianants (2023). El autor explica que suele fotografiar personas con quienes se cruza en la calle en su día a día para "capturar una dimensión que difícilmente podría captar a ojo nu". "Así puedo contemplar de manera diferida y pausada una vez materializada el objeto fotográfico. La monocromía y la pérdida de definición que se producen en las imágenes de manera natural durante el proceso de revelado contribuyen a simplificarlas y liberarlas de su contexto, de manera que estas personas desconocidas con las cuales me he cruzado por la calle se me manifiestan de una manera inequívocamente trascendental", relata Manchado. El primer premio está dotado con 6.000 € y una exposición monográfica al Museo Can Framis el año 2024, mientras que el segundo es de 3.000 €.
Con los Premios de Pintura, Escultura y Fotografía que se celebran anualmente de manera rotativa, la Fundació Vila Casas quiere fomentar la creación, reconocer el talento emergente, valorar el contexto artístico actual y fortalecer el tejido creativo.
Este año, el jurado del Premio de Fotografía 2023 de la Fundació Vila Casas no lo ha tenido fácil. Natàlia Chocarro, Sophie Köhler, Antonio Sag nier, Àlex Susanna, Laura Terré y Antoni Vila Casas han tenido que valorar 471 obras, un récord de participación en este concurso. Finalmente, han seleccionado 33 finalistas (Nora Ancarola, Samuel Aranda, Marc Ávila Català, Juan Baraja, Quim Boix, Andrés Cañal, Maite Ca ramés, Carma Casula, Salvi Danés, Ana DMatos, Beatriz Dubois, Michael Dunev, Alba Duque, Ingrid Ferrer Homs, Rosa Gabriela, Eugeni Gay Marín, Lucía Gorostegui, Ramon Guimarães, Anna Ill, Joan-Ramon Manchado, Xavier Manrique, Gemma Miralda, Santos Montes, Myriam Negre, Jaume Parera, Alberto Polo, Lluc Queralt, Kati Riquelme, David Salcedo, Rubèn Tresserras, Blanca Viñas, Clàudia Vives-Fierro i Román Yñán), que se podrán ver expuestos en el Palau Solterra de Torroella de Montgrí entre el 29 de abril y el 18 de junio, al lado de la exposición Francesc Català-Roca: Homenots & Homenets.
Francesc Català-Roca i Homenots & Homenets
De esta manera, la Fundació Vila Casas se suma a la celebración del centenario de Francesc Català-Roca. Se trata de una iniciativa relevante, ya que a lo largo de la historia no se ha destacado lo suficiente su faceta de retratista. Hijo del fotógrafo Pere Català Pic, su obra fotorgráfica mantuvo vivo el espíritu de vanguardia que prácticamente había desaparecido durante el franquismo y abrió caminos a toda una generación.
"Su obra es un retrato de la vida cotidiana del siglo XX en España: las ciudades, los pueblos, los paisajes y también los protagonistas de la cultura. Profesional consciente del lenguaje, fue pionero al insertar la fotografía en la publicidad, rompió los estrechos márgenes que el mundo del arte reservaba en la fotografía documental introduciéndola en las galerías, aplicó la fotografía al diseño y la arquitectura y, definitivamente, ejemplarizó la reproductividad ilimitada de la imagen fotográfica en la edición de libros, carteles y revistas ilustradas", destaca Laura Terré, comisaria del Año Català-Roca.
La serie que se puede ver expuesta al Palau Solterra de Torroella de Montgrí, se compone de cincuenta y ocho retratos hechos entre 1949 y 1975, más su célebre autorretrato. Se trata de un conjunto que Catalá-Roca regaló a Joan Uriach i Tey, como complemento de su colección de arte, donde estos artistas estaban representados casi todos. Años más tarde, su hijo Joan Uriach i Marsal hizo donación a su amigo Antoni Vila Casas. Un gesto no solo de amistad, sino también de complicidad entre coleccionistas, entendiendo que estas piezas serían más apreciadas en el seno de la destacada colección de fotografía que se estaba constituyendo a la Fundació Vila Casas.
Según Terré, el título Homenots & Homenets es un guiño a Josep Pla, con quien Català-Roca compartió la autoría de guías y libros. "Así tituló Pla las sesenta semejanzas de personajes de su tiempo, redactados entre 1958 y 1974, mayoritariamente escritores, artistas o políticos, escogidos por su peculiaridad y por haberse significado de manera destacable. Como complemento de esta galería de gente relevante, la exposición añade quince retratos de niños, los “Homenets”: a pequeña escala, son el reflejo de una España oscurecida por la Dictadura, el pueblo sencillo alejado del poder, la política, la ciencia y la cultura. Estos pequeños trabajadores hacen su trabajo como si fuera un juego, igual que otras criaturas juegan a la calle o comen helados. Rezuman humanidad y ternura, compartiendo el riesgo de vivir, los peligros y las amenazas de la vida de los grandes; son los “homenets” en contraposición a los “homenots”, concluye.