Oscar D'Aniello (45 años, Barcelona) y Helena Miquel (50 años, Barcelona) eran y son, de nuevo, Delafé y Las Flores Azules (DFA). La historia del grupo sin embargo, es un poco más rebuscada y viene de lejos, cuando en una primera etapa, en 2001-2002, Oscar —Delafé— se complementaba con Marc Barrachina —Facto—. Juntos fueron durante un par de años Facto Delafé, hasta que en 2003, Helena se incorporaba al grupo con el nombre de Las Flores Azules, por aquella canción de Blue Flowers de Dr. Octagon, que contiene este significado de blue en inglés del color de una lado y la melancolía que representa por el otro. Una forma de aportar al nombre del grupo esta vertiente más melódica a una parte rapera que formaban Facto Delafé juntos. Juntos, los tres, fueron hasta 2008 —cuando Marc se desvinculó del grupo—, Facto Delafé y Las Flores Azules y, después, hasta el 2015 —cuando Helena decidía emprender un camino en solitario—, fueron Delafé y Las Flores Azules.

Ahora, 7 años después de no verlos encima de los escenarios, sus seguidores están de enhorabuena porque los pueden disfrutar de nuevo desde el pasado mes de marzo, cuando abrían el Festival Strenes de Girona para celebrar el vigésimo aniversario del grupo con un auditorio que bailaba y aplaudía con entusiasmo temas míticos que han demostrado no haber olvidado. Desde entonces, han tocado, cantado y rapeado por escenarios de todas partes, pasando por Zaragoza, Madrid o también Barcelona, tocando en el Festival Cruïlla hace unas semanas. En medio de unas agendas apretadas, encontramos un momento para conectarnos vía zoom; Óscar viste mallas para salir en bici al acabar la entrevista y Helena, nos saluda desde la casa donde vive en el Maresme.

DFA Noemí Elias (1)

Oscar D'Aniello y Helena Miquel / Foto: Noemí Elias

¿Como lleváis este retorno, habéis tenido tiempo de digerirlo, lo estáis disfrutando?

Helena: Estoy súper feliz de haber vuelto. Lo digieres y lo conviertes en un recuerdo precioso que no olvidarás nunca. El Cruïlla fue un concierto muy especial, de aquellos que conectas mucho con el público, que ves entregado, vibrando, con la piel de gallina. Son conciertos que cuestan de digerir y te das cuenta cuando días después, alguien te pregunta cómo fue y se lo cuentas emocionada todavía.

Oscar: Para mí, el concierto de mi vida fue el del Festival Strenes de Girona. He dado muchos conciertos en muchos escenarios y he vivido toda la parte del factor sorpresa, de la efervescencia, de flipar con lo que está pasando. Pero tiene mucha fuerza volver después de 7 años, porque solo vuelves una vez y no se repite. Volver a Girona y que cayera el Auditorio fue una experiencia humana vivida de la cual me siento muy afortunado. Una congregación de mucho amor. Y este Cruïlla igual. La energía sigue y la sensación de cuando vas a un concierto de DFA de salir con las pilas cargadas, es muy bonita.

¡Volver por la puerta grande es una maravilla, es bestial!

H: Fue muy especial. La sensación de Girona era la de recibir un gran gracias, y eso no lo he vivido nunca. Todo el mundo de pie, aplaudiendo, dándonos las gracias por estar allí... No me podía sacar la sonrisa de la cara. ¡Volver por la puerta grande es una maravilla, es bestial!

Mar el poder del mar marcó un antes y un después en el grupo. ¿Cómo os marcó el éxito de este inicio?

O: En Mar el poder del mar era la primera vez que entrábamos a un estudio a grabar unas voces y era tan amateur el rollo de Facto Delafé, que no grabábamos nunca un ensayo ni nada. No teníamos micros, era muy de andar por casa. Fuimos al Masnou y recuerdo que empecé a cantar sacando voz, susurrando, hasta que encontré al personaje que, con su parte, también rapeada y susurrada, encajaba muy bien. En aquella época estaba bastante metido en el panorama musical y, realmente la sensación que teníamos todos en el estudio, era de que estaba pasando algo chulo. Quizás he hecho 70 o 80 canciones a lo largo de mi trayectoria, y hay pocas con las que recuerde la sensación de tener algo mágico entre las manos. ¡Recuerdo escuchar la canción en el tren al volver a Barcelona y pensar esto es muy guay, es muy diferente!

H: Era la primera vez que cantaba en castellano y allí había muchas primeras veces de muchas cosas. Para nosotros fue todo un himno. Recuerdo que al grabarla en el estudio, Oscar dijo que notaba que estábamos haciendo algo especial. Nos dio unos frutos preciosos y recogimos muchas cosas bonitas con esta canción, fue el punto de inflexión, nos dio muchas alegrías y allí empezó un poco todo.

Por lo que explicáis, parece que fue muy improvisado...

O: Fue yendo mucho con el flow. Ahora cuando grabo, voy estrofa por estrofa, y aquello fue cantado de pe a pa. Empecé a cantar y acabé del tirón. Hay imperfecciones, pero nunca hemos querido repetir aquella versión. Es muy fuerte que la primera vez que te pones ante un micro grabes una canción que tendrá millones de escuchas y será un semiclásico dentro del pop-indie de tu país. Mar el poder del mar no deja de ser un pequeño himno que marcó a mucha gente de una generación.

Mar el poder del mar no deja de ser un pequeño himno que marcó a mucha gente de una generación

DFA Noemí Elias (3)

Oscar D'Aniello y Helena Miquel / Foto: Noemí Elias

¿A qué se debe, ahora, este retorno?

H: Al dejar el grupo, tenía mucha necesidad de desconectar, de alejarme, de parar, de pasar página de toda una etapa. Quizás estuvimos un año sin contacto con Oscar por una necesidad vital de detenerlo todo. Al cabo de un tiempo, nos volvimos a escribir, a explicarnos la vida como buenos amigos que somos y, tiempo más adelante, me quedé embarazada de gemelas, en 2018. Un año antes, en 2017 publiqué un disco en solitario que no tuvo la repercusión que quizás esperaba, pero vaya, seguí picando piedra como he hecho siempre, sin causarme ninguna decepción, cosas que pasan. Cuando las niñas hicieron 3 años, me volvió a aparecer la voz interior que me decía, 'hey, echas de menos algo'. Y ya sabía lo que era, mi parte artística y creativa. Me lo estuve pensado unas semanas antes de llamar a Oscar y cuando lo hice, le dije; tengo muchas ganas de hacer una canción, ¿te apetece? Y así fue. Pero no fué AQUÍ AHORA, la canción que ahora hemos publicado...

¿Es con la que estáis trabajando que he oído decir que dura media hora?

O: ¡Ahora mismo dura 31 minutos!

H: ¡Cada vez que hablo contigo, dura más! [Exclama risueña].

O: No está acabada, llevo dos años con esta aventura musical y Helena ha ido entrando para grabar las voces. No me pensaba que ella volviera nunca más, lo tenía super digerido y recuerdo aquella llamada, exactamente donde estaba del comedor, de mirar a mi mujer y de pensar; "qué fuerte, me está llamando Helena para decirme esto, ahora te explicaré una cosa muy heavy".

Y esta es una canción que estaba empezando al recibir su llamada, en la época del confinamiento, cuando estaba muriendo gente que una semana antes estaba bien. Queríamos hacer algo que mostrara cómo es la vida, y el hecho de que Helena quisiera participar y de solo hacer una canción, ha hecho que no la parara de dilatar, para que no se acabe nunca este momento, y ahora casi es un disco.

¿Hay título para esta canción o fecha de publicación?

O: Se llama amor y es una aventura musical donde nos tiramos piedras en el propio tejado. Hoy en día, por desgracia, la música que se consume a nivel digital tiene una cifra al lado del nombre del artista y de la canción. Eso es un hecho terrible, porque es como si te estuviera diciendo la nota o la popularidad de la pieza. Ahora lo más underground no es lo que mola, lo que más se valora son los millones de escuchas. Una canción de 30 minutos tendrá pocas escuchas, se convertirá directamente en un fracaso y no entrará dentro de ningún logaritmo ni de ninguna lista de reproducción. Se limitará a nivel de expansión. El funcionamiento de la industria musical se da de hostias con el arte. Todo funciona a base de logaritmos; que sean cortas, que entre la voz antes de 'x' momento, etc. ¿Hacemos arte o cruasanes? ¿Qué priorizamos, el logaritmo o lo que sientes? Si eres inteligente, primero priorizarás el logaritmo, porque conseguirás llegar a más gente, sin embargo...

H y O: ... Siempre hacemos lo que queremos, nos dejamos guiar por el corazón. ¡Al logaritmo que le den por el saco! [Exclaman sonriendo] I no sabemos si la publicaremos, si se quedará en un cajón para nosotros, cómo la querremos compartir, quizás sin que haya esta cifra al lado, no lo sabemos. Primero se tiene que acabar y luego veremos qué hacer.

De momento, sin embargo, vuestros seguidores ya pueden disfrutar de un tema que sí que habéis publicado recientemente, AQUÍ AHORA, que no deja de ser un ejemplo de cómo tendrían que acabar las relaciones...

O: Nosotros estuvimos 6 años tocando juntos siendo pareja y 6 años más tocando sin serlo. AQUÍ AHORA es un retorno muy digno que tiene un sentido.

H: Creo que hay muchas parejas que lo han dejado y siguen siendo amigos, depende de la relación que hayas tenido y, sobre todo, de cómo haya acabado. El primer año después de dejarlo costó. Estábamos a punto de entrar en el estudio a grabar Vs. Las Trompetas de la Muerte y nos acabábamos de separar. Fue durísimo, recuerdo muchos momentos de estar llorando, gravar 'Hoy' con lágrimas en los ojos.

O: En un trabajo o en una carrera musical hay momentos muy bonitos, pero otros que son muy duros. Estuvimos dos años con unos managements que no luchaban por nosotros y a los cuales no les interesaba que creciéramos. Fue una losa para nosotros sumando la muerte de mi padre. Todo aquello desencadenó que Helena dejara el grupo y fueron unos años bastante oscuros. AQUÍ AHORA es disfrutar de ahora mismo, porque es un momento dulce en el que Helena y yo tenemos nuestras familias, vemos la luz, tenemos más tiempo y, de golpe, nos reencontramos con una cosa que hacemos muy bien juntos, que es la de actuar encima del escenario y disfrutar de lo que nos queda de carrera, porque ya tenemos una edad... El coronavirus nos dejó claro que todo es muy frágil y, dentro de esta fragilidad, vamos a disfrutar lo máximo posible.

¿A qué atribuís el éxito que os ha acompañado y que os acompaña?

H: Supongo que esta mezcla de hip-hop con pop, melodía, partes cantadas... Las letras que escribe Oscar son muy próximas, la gente siempre se ha sentido muy identificada. Una vez el público empezaba a venir a nuestros conciertos, también veían cómo estos eran muy enérgicos, que se lo pasaban muy bien, que disfrutaban mucho. Un momento de evadirte, de bailar y de estar allí dándolo todo. Fueron estos factores sumados que hicieron que llegáramos donde llegamos, que realmente fue precioso, y donde estamos ahora, el hecho de ver que volvemos por la puerta grande.

O: Creo que hemos sido un grupo o una voz que ha sabido conectar con la gente y que ha llenado un espacio que en el mercado Indie no existía. No había aquel cajón con la sensación que te da Delafé y Las Flores Azules o Facto Delafé y Las Flores Azules. Esta apología de lo pequeño, de lo cotidiano, de creer en el amor, de que sea súper íntima a nivel de escucha y a nivel de directo de comunión. Enérgica en directo, pero que también te permite escuchar con la pareja abrazados en la cama.

¿Oscar, tú que siempre te has rodeado de otros artistas, con Helena es con quién más entendimiento tienes sobre el escenario?

O: ¡Indiscutiblemente! Con Mishima yo estaba sentado delante de una batería. A nivel de front man los dos hemos crecido mucho. En los primeros conciertos Helena se movía y poco más, porque muchas canciones las había hecho antes de su incorporación y no cantaba, pero la progresión siempre ha sido juntos. Cuando estoy yo es guay, cuando está Helena también, pero cuando estamos los dos, es muy guay. ¡Ella es delicada, tierna y yo soy un poco más mono, de bailar, de sudar, más enérgico, aunque ahora ella lo es mucho más!

H: He aprendido mucho y he ido creciendo con el disfrute. Ahora quiero hacer eso, y lo hago. En cada momento tienes unas necesidades y noto cómo he crecido mucho encima del escenario disfrutando al máximo.

¿En Catalunya Ràdio ya te lo ponen fácil, Helena, a la hora de ir de bolos?

H: Intenté que todos los conciertos fueran el sábado para no tener que hacer muchas filigranas y, más o menos se ha podido cumplir, sobre todo los que tenemos que viajar fuera, para ir tranquila. Si no, me toca pedir fiestas como puedo, reservándome las pocas horas que tengo para los bolos... Eso me recuerda a otras épocas.

DFA Noemí Elias (1)

Oscar D'Aniello y Helena Miquel / Foto: Noemí Elias

Seguro que muchos se preguntarán; ¿"Y estos catalanes, cómo es que no tienen ninguna canción en catalán"? ¿Tenéis pensado hacer alguna?

O: No acabo de encontrar al personaje. Me voy al cinismo o al tono como más de espectador de la vida, no sé como explicarlo. En castellano me es más cómodo. Con el catalán no me fluye, me siento un poco ridículo, no me acabo de creer a aquel señor catalán diciendo estas cosas, de esta manera. Cuando escribo en catalán me convierto en otro tipo de escritor que no me cuadra nada con Delafé, que es muy puro. Pero es uno de los retos más grandes y más bonitos que tengo, hacer una canción en catalán, pero que sea una canción muy de Delafé. ¡Tengo muchas ganas!

¿Estonosepara o disfrutaremos de Delafé y Las Flores Azules por mucho más tiempo?

H: No lo sé, veremos cómo nos sentimos. De momento estamos muy bien. La idea inicial era hacer una gira de 10 o 15 conciertos, pero no sabemos cómo estaremos cuando llegemos al último. Así como sabíamos en su día que llegaba al final cuando dejé el grupo, ahora quizás nos pasará lo mismo, pero con sensaciones diferentes y veremos cómo nos sentimos. Cuando se acerque el momento tendremos que decidir si queremos continuar y si la gente nos quiere seguir viendo y contratando.

O: Si quisiéramos seguir, tendríamos que hacer un par o tres de canciones más para que el logaritmo nos valore y funcionen. Más discos no haremos, a no ser que quieras explicar una historia, es un formato que está totalmente desfasado. Tenemos que hacer que la gente tenga ganas de consumir aquellos dos minutos o tres, porque ya no estamos por consumir 45 minutos de golpe. Nuestro público quiere escuchar canciones que ya conoce y que les recuerden momentos bonitos. Nosotros estamos en este punto de viejunos donde el público quiere escuchar los nuevos temas, pero dame poco de lo nuevo y mucho de lo viejo. Jugamos con la melancolía, llevamos 20 años de carrera, tenemos a un público que le recordamos aquel verano de Menorca... Este abanico de canciones las tenemos que mantener, haciendo algunas nuevas, bonitas y especiales canciones.

¿Próximamente dónde os podremos escuchar?

H: En agosto tocamos en el Terraceo Fest de Vigo y en septiembre estaremos en el Festival Acústica de Figueres y en el Mercat de Música Viva de Vic.

Pues ahí estaremos y os seguiremos durante el tiempo que nos dejéis. ¡Gracias a los dos por este rato, un placer!

O y H: ¡A vosotros!