Después de novelas como Adeu a l’Eddy Bellegueule e Hisòoria de violència, el escritor francés Édouard Louis, se ha consolidado como uno de los nombres más destacados de la literatura francesa actual. Su obra está teñida por una dura trayectoria personal, marcada por la violencia en un entorno familiar humilde en el marco de una Francia ajustada a las políticas macronistas. El universo opresivo que rodea a Louis, lleno de racismo, homofobia y machismo, es el núcleo de su novela Qui va matar el meu pare, que este miércoles llega en forma de obra de teatro al Heartbreak Hotel de Barcelona. El montaje es una idea del actor Dafnis Balduz, dirigido por Pau Roca, y se puede ver hasta el próximo 2 de noviembre.
Balduz explica a ElNacional.cat que la obra es un proyecto que parte de una idea personal después de haber leído la obra de Louis. El impacto de la lectura le llevó a buscar los “cómplices necesarios” para levantar un proyecto que ha sido “un gran reto”. Encontró la complicidad de Sixto Paz y Pau Roca, con quien hacía catorce años que no trabajaba y ahora celebra este reencuentro que ha servido para asumir nuevos retos sobre el escenario, no solo para “levantar el proyecto” sino también por la interpretación “de una historia que es brutal, y el hecho de estar solo en el escenario, que siempre da más miedo que otra cosa”.
Una adaptación fiel
La adaptación de la novela es fiel al texto original y, según Balduz, se explica la historia prácticamente haciendo uso de las mismas palabras. “Nos hemos puesto al servicio de explicar la historia”, apunta, que es básicamente sobre “la relación entre padres e hijos”. Una historia, además, que funciona tanto en Francia como en España o en Catalunya, defiende el actor. “Es extrapolable a cualquier sociedad donde no haya una aceptación del hijo por parte de los padres, intolerantes con la identidad y la idiosincrasia de la criatura”, explica Balduz. Esta distancia entre padres e hijos tiene necesariamente un impacto en la evolución de la persona y es la materia de qué se ocupa la obra que interpreta Balduz bajo la batuta de Roca. “Los humanos tenemos que aprender a permitir la libertad de los individuos a que sean como son genuinamente”, reflexiona el actor.
La obra se puede interpretar como política teniendo en cuenta que en el texto “hay mucha rabia y dolor contra la gestión política” que, en el caso de Louis, se centra en la Francia de Macron. Si en el plano personal la obra es extrapolable, también lo es en lo que se refiere al contexto político. “También es extrapolable a muchos otros países -dice Balduz-, con políticas donde se favorece a los más ricos en detrimento de los que no lo son”. A pesar de todo, apunta el actor, hay también en la obra una puerta abierta a la esperanza y a la posibilidad de cambio para mejor.
Badluz erige este proyecto junto a Pau Roca quien, en 2013, creó la productora Sixto Paz. Reconoce Balduz, que Roca es un director que le gusta y encaja perfectamente con su carácter de actor que se deja conducir. “Él es un director muy brillante, con un conocimiento muy profundo del instrumento actoral y aporta muchas ideas que a ti no se te hubieran ocurrido”. Balduz, que presentó este proyecto en la última edición del festival Grec, se deja llevar por las propuestas de Roca en un proyecto que le ha permitido traspasar algunos límites: “En Pau te hace ir más allá de tu propia imaginación y te lleva a tesituras con las cuales te sientes incómodo porque te generan retos: ha sido muy potente tenerlo allí, le he dicho sí a todo”, concluye.