Todas las dictaduras del siglo XX intuyeron el cine como uno de los altavoces más potentes para difundir su ideario. La España franquista no fue una excepción, teniendo en el Noticiario Cinematográfico Español la principal herramienta propagandística del régimen. El No-Do (acrónimo de Noticiarios y Documentales), como se conocía popularmente, eran piezas documentales que exaltaban las excelencias y 'virtudes' de la sociedad nacionalcatólica española del momento, que, en un país en que los televisores todavía eran un lujo solo al alcance de una pequeña élite, se proyectaban en las salas de cine, el principal entretenimiento de la población entonces, antes del inicio de las películas.

El No-Do se creó el 29 de septiembre de 1942 y se mantuvo en funcionamiento hasta 1981, siete años después de la muerte del dictador, teniendo en Barcelona una delegación que grabó más de 5.500 reportajes referentes a actividades deportivas, culturales, religiosas o industriales. No todos se emitieron. Los hubo que, a pesar de ser un servicio estrictamente franquista, o quizás por eso, no pasaron el corte de la censura. Lo hemos sabido ahora, tal como explica el portal de la CCMA, gracias a la donación de los libros de rodaje que ha hecho Pilar Gabernet, viuda del operario del No-Do, Blas Martí, al Centre d'Investigacions Film-Història de la Universitat de Barcelona.

De la huelga de tranvías al Barça, Picasso o los Beatles

El primer rodaje del No-Do en Barcelona fecha del 1 de enero de 1943 y corresponde a imágenes de una carrera atlética en la capital catalana. El último es del 31 de mayo de 1981 y es un desfile de las fuerzas armadas en la Ciudad Condal. Entre medio, miles y miles de cintas documentales que se exhibían en las salas de cine de todo el Estado. O no. Así lo ha descubierto el director del Centre d'Investigacions Film-Història, Magí Crusells, repasando los dos libros cedidos por Gabernet. Dos volúmenes de tapa rústica en los que figuran todos los rodajes hechos a Barcelona y enviados a Madrid, desde el primero hasta el último.

Entre las filmaciones censuradas en Madrid, destaca especialmente la huelga de tranvías de Barcelona de 1951. Un rodaje arriesgado que Martí registró bajo el genérico de "Detalles de Barcelona para identificar". Los organismos propagandísticos franquistas entraron en cólera al visionar aquel metraje que cuestionaba el ideario del régimen dictatorial, hecho que provocó que el mismo director general del No-Do se presentara personalmente en Barcelona amenazando con represalias a los miembros de la delegación catalana del Noticiarios y Documentales.

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Detalle de la entrada en el libro de registros del No-Do de la huelga de tranvías de 1951, registrada con el genérico "detallas de Barcelona para identificar" / Foto: Archivo CCMA

Tampoco se proyectó en los cines españoles (solo lo hicieron en cuatro salas de Barcelona), el resumen del 5-0 del Barça-Madrid de marzo de 1945. Como también se silenció la donación que Picasso hizo de un cuadro suyo para recoger fondos para los afectados por la riada de 1962, del mismo modo que se omitió el concierto de los Beatles en Barcelona en 1965, excepto un plano para un reportaje dedicado a la "montera" que llevan los toreros.

Con la muerte del dictador el 20 de noviembre de 1975, el No-Do dejó de ser obligatorio en los cines estatales y se empezaron a hacer reportajes de temáticas impensables hasta entonces: la delegación barcelonesa entrevistó al presidente Josep Tarradellas en el exilio (aunque tampoco se emitió), se hizo una pieza de la Diada del 77, o un reportaje sobre un joven grupo teatral nombrado Els Joglars que preparaban su nueva obra: La torna. Los libros, guardados por Blas Martí desde el mismo día que cerró la delegación del informativo franquista para conservar el legado, ahora se digitalizarán y tendrán acceso público en la web de Film-Història.