Las Can Putades se han ido este viernes a su casa, Besalú (Garrotxa), para ver la Processó dels Dolors, una arraigada e importante tradición popular de Semana Santa que se remonta a 1717, "casi más importante que la Fiesta Mayor". Joana, Núria y Ona han recorrido las callejuelas de piedra de la histórica villa de origen medieval para mostrar las particularidades que hacen de la procesión besalense una cita ineludible: las caperuzas negras —túnicas de penitencia— de los arrengladors, que ponen orden y velan por el silencio; los manaies, que abren la procesión representante los soldados del imperio romano, picante con las levas lanzas; o los cirios que llevan los besalenses mientras siguen el paso de la procesión. También destacan las Tres Maries: la Virgen, la hermana de la Virgen, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena; que son representadas por tres mujeres con la cara tapada y nadie sabe quiénes son. Una tradición que "nos une como pueblo" y que quieren compartir con los lectores de El Nacional.