Andalucía ha sido, históricamente, uno de los países más diversos de Europa. Durante siglos han pasado por su territorio casi todas las civilizaciones que han construido la historia de Europa. Pero, además, Andalucía tiene una curiosa singularidad: hay varios pueblos que, modernamente (entre los siglos XVI y XVIII), fueron creados o poblados con gente de procedencias tan diversas como negros, catalanes, japoneses y alemanes. En la actualidad, los habitantes de estos pueblos son tan andaluces como el que más, pero a través de su físico o de su cultura local conservan la memoria de un origen lejano que rompe los estereotipos y resulta sorprendente.