"Truco o trato" gritaremos a pleno pulmón este fin de semana una vez y otra. Halloween ya es aquí y con él un laaaaaargo, muy largo puente para disfrutar, una vez ya hayamos salido por el barrio a atemorizar los vecinos y las vecinas, y aprovisionarnos de golosinas como si estuviera a punto de estallar una guerra nuclear y nos tuviéramos que pasar las próximas cuatro décadas cerrados a cal y canto en un búnquer, disfrutar de las mejores series de miedo a que nos ofrecen las diferentes plataformas de visionado por streaming. Esta es nuestra selección de titulos si lo que queréis estos días es regalaros una bona maratón terrorífico.
La versión televisiva de la popular saga cinematográfica no ha tenido la atención que se merece. Preserva la esencia del original, con un asesino enmascarado muy cinéfilo que mata homenajeando los grandes clásicos del género. Está tan tensa como divertida, porque es consciente de lo que el espectador espera de ella y se ríe de los clichés y las expectativas. Y se tiene que decir que la identidad del asesino no es nada predictible, que ya tiene mérito. La segunda temporada todavía es mejor que la primera.
El creador de la saga Paranormal Activity, Oren Peli, es el instigador de esta serie injustamente cancelada sobre una expedición al Amazonas que, buscando a un documentalista perdido, acaba encontrándose con una amenaza sobrenatural que regala unos cuantos sustos. Está rodada con la estética del "found footage" y sabe construir escenas que te hacen morder las uñas. El catalán Jaume Collet-Serra es uno de los directores de la serie.
Esta miniserie francesa de Netflix es efectista y tramposa, pero da un mal rollo considerable y cuenta con un espíritu maligno que, cuando lo acabas de ver, te acompaña unos cuantos días. Es la historia de una novelista que se da cuenta de que sus relatos de terror se hacen realidad y vuelve a su pueblo natal para plantar cara a una maldición de su pasado. Llena de referencias a la literatura y el cine del género, tiene un curioso chispazo irónico, pero lo mejor es su capacidad para hacernos saltar del sofá en el momento que menos te lo esperas.
Una serie que exprime, quizás más de lo necesario, las ideas de Jordan Peele en películas como Get Out o Us, sobre una familia afroamericana que se va a vivir a un barrio muy acomodado y muy blanco de Los Angeles y descubre que una fuerza sobrenatural ha decidido hacerlos la vida imposible. Metáfora del racismo estructural en la sociedad norteamericana, tiene una virtud que no es tan frecuente: da miedo, y a menudo más con lo que insinúa que no con lo que muestra. Y contiene una escena realmente escalofriante, de aquellas que te hace apartar la mirada.
En la línea de las grandes series antológicas del género, esta recopilación de historias para no dormir es una síntesis de las fijaciones del terror asiático. Como acostumbra a pasar con estos experimentos, algunos episodios tienen más calidad que otros, pero en general sabe atraparte con unas narraciones de atmósferas asfixiantes que exploran los orígenes de los miedos más arraigados en las sociedades orientales. Firmada por directores de diferentes países, el mejor capítulo es el primero, 'A Mother's Love'.