Los inversores tomaron ayer beneficios en las bolsas europeas. Los principales índices europeos cerraron con bajadas de alrededor del 1% y la deuda pública vio de nuevo una reducción de rentabilidades.

Las dudas del BCE la semana pasada sobre la capacidad real de la economía europea para generar subidas de precios de alrededor de su objetivo del 2%, se suman a las de otros economistas.

La demografía y la digitalización hacen de freno de los salarios y esto puede retrasar la normalización de la política monetaria. 

Mañana y pasado se publican en EEUU la evolución en mayo de los precios industriales y del consumo respectivamente, y en ambos se esperan reducciones de la tasa de crecimiento anual. Ayer se conoció el IPC en Portugal y la tasa anual en mayo bajó desde el 2% al 1,5%.

Hoy se conocerá en España, y a pesar de que el PIB crece un 3%, la tasa de inflación se puede mantener por debajo del 2% y la subyacente bajar desde el 1,2% al 1,1%. 

Veremos que transmite la FED en la reunión de mañana, pero pensamos que el verdadero cambio de política monetaria se producirá cuando los bancos centrales comiencen a reducir su balance y la implementación de ese cambio será muy dependiente de los datos de inflación. 

Con el sector financiero aún a la espera de la subida de tipos y otros sectores como consumo y distribución afectados por la falta de subida de precios, los grandes índices pueden seguir en consolidación lateral.