Cuando todo auguraba una oscura jornada, dos avatares dieron vuelta a las expectativas de los inversores. Sus nombres; Putin y Deutsche Bank, que robaron el protagonismo a los dos personajes de la mañana, Hillary Clinton y Donald Trump, de cuyo debate la candidata salió ganadora y el segundo revivido tras calificar sus hoscos comentarios de charlas de "boudoir".

Rusia ha reconsiderado su negativa a un acuerdo con la OPEP y ha anunciado conversaciones el miércoles con el cartel de petróleo sobre la base de una congelación de la producción, no de un recorte. El Brent ha subido de las mismas a 53,7 dólares, su máximo del año, y ha arrastrado en su subida a Wall Street y al sector energético y de materiales básicos.

En el Ibex esto ha tenido un reflejo inmediato, con la fuerte alza de Repsol, Mittal y de rebote a Abertis. De ese modo, el índice ha regresado a los 8.700 puntos, una cuota que ahora mismo le cuesta mantener.

La segunda gran referencia de la jornada fue Deutsche Bank, del que el "Financial Times" dijo que había recibido un trato de favor en las pruebas de estrés de julio. La Comisión Europea desmintió tal extremo y al mismo tiempo fondos públicos de Qatar indicaron que podrían llegar a tomar el 25% del capital. El Deutsche subió a más de un 3%, alcanzando los 12,53 euros, tras caer por la mañana hasta 11,6 euros.

Sin embargo, la recuperación del valor del banco alemán no repercutió sobre las acciones bancarias del Ibex, que vivieron una jornada apagada porque Qatar, aunque sea vecina, no debe confundirse con los Reyes Magos, que traen regalos para todos.