Estas chucherías, llamadas “Ladrillazos Pica Fresa” por el fabricante valenciano King Regal, llegan a Mercadona en un paquete rosa que pesa unos 200 gramos. Su presentación recuerda al clásico ladrillo, pero con un aire infantil divertido y vistoso.

Mercadona tiene las gelatinas semiblandas que conquistan muchos paladares

Al abrir el envoltorio de estas golosinas en Mercadona, te encuentras con gelatinas semiblandas con un fuerte sabor ácido a fresa que rápidamente despierta los recuerdos de la infancia. La textura es lo suficientemente tierna para masticarse sin resistencia, lo que las hace accesibles para niños y adultos por igual, evitando que resulten demasiado duras al obligar a morder fuerte. La composición de estas golosinas incluye ingredientes muy comunes en este tipo de productos: azúcar, jarabe de glucosa-fructosa, almidón de maíz, agua, harina de trigo, dextrosa, gelatina, grasa de palma, aromas, colorantes; además se les añaden acidulantes y correctores de acidez para equilibrar el sabor. Su ficha nutricional indica que cada 100 g ofrecen unas 378 kcal, apenas 1 g de grasa y un contenido alto de hidratos de carbono con unos 57 g de azúcares. Esto las sitúa como un capricho dulce para disfrutar ocasionalmente, mejor en raciones pequeñas para no cargar en exceso el aporte calórico diario.

No podrás parar de comer estas golosinas de Mercadona

Desde el punto de vista emocional, estas golosinas de Mercadona son una píldora de nostalgia, evocan aquellos sabores intensos que muchos disfrutaron en los años 80 y 90. Su regreso a las estanterías ha causado sensación, especialmente entre quienes las recuerdan de la infancia. En redes sociales, varios usuarios comentan con humor que regresan con sabor inconfundible y cierta “acidez retro”, aunque advierten que quizá no es idéntica a la de antaño.

El formato es práctico: el paquete no es demasiado grande, permite disfrutarlas a lo largo del día o compartir una porción con alguien, guardándose bien en la despensa. Su tamaño compacto las hace aptas para llevar al trabajo, a una merienda improvisada o como detalle dulce para ofrecer sin complicaciones. También es interesante su precio, bastante competitivo, con menos de dos euros puedes acceder a un producto que remite con sencillez a momentos pasados sin necesidad de agotarte económicamente. Esta mezcla de accesibilidad y evocación emocional las posiciona como éxito asegurado en las estanterías dulces de Mercadona.

Desde el punto de vista sensorial, su sabor ácido golpea de inicio, que luego se suaviza con notas dulces, generando un contraste chispeante. Es una experiencia efectiva y directa que hace que no sea fácil quedarse solamente en un ladrillo. Aunque están pensadas como snack goloso, su textura y forma también las hacen útiles como toque divertido en postres, por ejemplo, como topping en batidos, yogures o incluso tartas de chuches. Las golosinas Ladrillazos King Regal son un guiño dulce al pasado con ingredientes sencillos, sabor fuerte y una estética que no deja indiferente. Su sencillez tanto en formato como en elaboración y su accesibilidad económica las convierten en una opción ganadora para alimentar pequeños antojos y recuerdos.