La invención de una bañera de ultrasonidos para testículos ha ganado el primer premio de diseño Dyson. Se trata de un aparato anticonceptivo que ataca el problema desde la raíz: los espermatozoides.

La inventora, Rebecca Weiss, recientemente graduada en diseño industrial por la Universidad de Múnich, ha querido traspasar la responsabilidad de la prevención de los embarazos a los hombres, y lo ha hecho de una manera más eficiente y menos invasiva que los métodos más comunes, como las pastillas anticonceptivas. De hecho, Weiss se inspiró en la diagnosis de cáncer cervical que recibió recientemente, una patología ligada a este tratamiento. La diseñadora se dio cuenta de la falta de opciones alternativas contraceptivas para los hombres, y decidió impulsar su propio proyecto para su trabajo de fin de máster.

El funcionamiento del aparato es sencillo: la pequeña bañera, que se puede recargar con un conector USB, se llena de agua y se enciende. Entonces, las ondas ultrasónicas hacen que los espermatozoides dentro de los testículos se dejen de mover temporalmente. Según la inventora, los efectos duran unos cuantos meses, por lo cual el baño solamente es necesario pocas veces al año.

Como ganadora del Premio Dyson, Weiss ahora pasa a ser preseleccionada por el premio internacional, que comporta una recompensa de 45.000 dólares.