Algunas de las drag queens más famosas de los Estados Unidos están tomando medidas de seguridad extras: guardias armados y detectores de metales en la entrada de los locales donde ofrecen sus espectáculos. Es una medida consecuencia del tiroteo masivo en una discoteca LGTBI+ en Colorado el mes pasado, publica NBC News. Precisamente en este medio aparecen las declaraciones de Yvie Oddly, ganadora de la competición televisiva RuPaul's Drag Race de la undécima temporada. Oddly explica que la empresa que le lleva la gestión ha pedido a más personal de seguridad para vigilar sus espectáculos y comprobará a través de detectores que el público que asiste no traen armas de fuego. "Es lamentable que el mundo haya llegado a eso, pero vuestra seguridad y la de las comunidades que visitáis es la prioridad", le dijo la compañía en un correo electrónico.

También habla Jinkx Monsoon, una drag queen que ha ganado Drag Race en dos ocasiones. Esta drag sostiene que ha contratado agentes de seguridad armados para protegerla después de la massacre en el Club Q de Colorado Springs, donde se celebraba una noche de Drag Divas hasta que irrumpió un pistolero. Aquella noche cinco personas resultaron muertas y varias heridas. El ataque causó nuevas demandas para una mayor seguridad en torno a las armas en los EE.UU.

"Estamos intentando sonreír y hacer feliz a la gente por las vacaciones, y en el fondo de nuestra cabeza estamos pensando: Espero que no me disparen", ha dicho Monsoon en NBC. Ella ya estaba reforzando la seguridad antes de esta úlitma masacre, que se produjo seis años después de uno de los tiroteos masivos más mortíferos de la historia de los Estados Unidos: el asesinato de 49 personas en la discoteca Pulse LGBTQ+ de Orlando, Florida.