Este martes el Ayuntamiento de Barcelona ha celebrado un pleno extraordinario que ha marcado el inicio del mandato en la Sala del Plenario Carles Pi i Sunyer a espera que a final de mes se celebre el primer pleno ordinario. El orden del día era tan corto como su duración, ya que el único punto era aprobar el nombramiento de los 24 concejales que pasarán a ser miembros del Consejo Metropolitano del área Metropolitana de Barcelona (AMB). La propuesta estaba consensuada y garantizaba la representación de todos los grupos y, por lo tanto, se ha aprobado por unanimidad. Eso ha comportado que la duración del pleno ha sido de... dos minutos.

La cuestión es que en un pleno de tan corta duración uno no se puede distraer, y si se llega tarde, lo más probable es que ya se haya acabado. Y eso es lo que le ha pasado este martes a la exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que a causa de su impuntualidad, justificada en equilibrios domésticos, ha entrado por la puerta de la sala de plenos cuando el resto de concejales ya recogía. El alcalde Collboni, que ha saludado las líderes de las otras formaciones en la sala de plenos y era consciente de la ausencia de Colau, ha preferido ajustarse al horario previsto. Todo un detalle para los que cumplen con el deber de la puntualidad.