La pandemia de la Covid-19 ha impactado negativamente en la salud mental de la población, especialmente a causa del confinamiento y la limitación de la movilidad −que supusieron el aislamiento y soledad para muchas personas−, los efectos sanitarios con altas tasas de hospitalización en las UCI y mortalidad, y los efectos socioeconómicos. Ante esta situación y con el objetivo de mitigar los efectos de la pandemia sobre la salud mental, el Departament de Salut incorporará, de forma progresiva y antes de acabar el año, hasta 150 profesionales en los equipos de atención primaria (EAP) de Catalunya, inicialmente en aquellos con más necesidades sociales. De estos 150, una quincuagésima ya están integrados dentro de los equipos de atención primaria.

La medida forma parte del Programa de bienestar emocional y salud comunitaria, impulsado por el Departament de Salut, y tiene como objetivo fortalecer la atención a la salud mental de todas las capas de la sociedad, pero haciendo más énfasis en jóvenes, en personas mayores y en otros con riesgo de vulnerabilidad. Los profesionales contratados pertenecen a diferentes perfiles, entre los cuales destacan psicólogos y enfermeros, que trabajan codo con codo con otros profesionales de enfermería, de medicina y de trabajo social para prevenir y abordar el malestar emocional de la población, pero sin entrar en el ámbito de la psicología clínica.

Los nuevos profesionales se incorporarán a los EAP

La incorporación de estos profesionales en los mismos EAP se dirige a mejorar la prevención y la promoción del bienestar emocional, y minimizar o evitar la aparición de problemas de salud mental o adicciones. Todo se consigue gracias a la detección precoz de factores psicosociales en la población, así como a la atención y el acompañamiento a las personas para facilitarles herramientas para que puedan gestionar las situaciones de malestar emocional y potenciar su empoderamiento para promover las capacidades individuales y también como miembros de la comunidad.

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Otro de los objetivos es conseguir la no medicalización de problemas relacionados con el malestar emocional. En este sentido, la figura del referente es la de un profesional que trabaja en red, tanto con los equipos de atención primaria como también, por ejemplo, con los centros educativos, los centros cívicos, las residencias y el mundo local. Como profesional que desarrolla su tarea en el ámbito comunitario, no tiene una población asignada. Está integrado en los programas de salud comunitaria del territorio para hacer actividades de prevención y promoción de la salud emocional, participando, por ejemplo, en el programa "Salut i escola", haciendo charladas sobre hábitos y relaciones saludables, y también en otras intervenciones en centros educativos, casales de jóvenes y de personas mayores, y residencias. También se incorpora en otras actividades que se hacen desde los CAP, como grupos de acompañamiento o en sesiones del programa Pacient Expert Catalunya®. Otro entorno de colaboración importante es el de la salud pública, donde participa estrechamente con los profesionales que trabajan.

El conseller de Salut, Josep Maria Argimon, recalca la importancia de recuperar el bienestar emocional después de la pandemia y confía en que el año que viene los 380 equipos de atención primaria ya dispondrán de un referente que contribuya al cuidado de la salud mental de la comunidad. Al mismo tiempo, aplaude que el Programa haya nacido de la petición de los mismos profesionales, lo cual les facilitará la integración en los equipos y un mejor desarrollo de las actividades, de forma más proactiva y allí donde más se los necesite.

Ochenta millones en salud mental

La firme apuesta del Departament de Salut y del Govern en su conjunto se traducirá en un incremento del presupuesto en salud mental de ochenta millones de euros. Y entre las acciones para reforzar la atención a la salud mental destaca también la aprobación por parte del Govern del Plan de prevención del suicidio a Catalunya, para reducir los casos y la estigmatización social, y también dos iniciativas dirigidas a la población infantil y juvenil: el despliegue –antes de acabar el año− de una decena de equipos de atención a domicilio de casos de muchísima complejidad, y de una cincuentena más para atender casos graves relacionados con depresión, ansiedad o trastornos alimentarios, atendidos en el hogar de forma intensiva, −por ejemplo durante dos o tres días en la semana− durante aproximadamente tres meses.