Una niña avispada que se llamaba Norma se convirtió el año 1982 en la imagen de la campaña del Govern para la normalización del catalán. Aquella niña nos recordaba que 'El catalán es cosa de todos'. Hoy, 30 años después, llega AINA, el proyecto del Govern para garantizar el catalán en la era digital.
Impulsado por el Departament de Polítiques Digitals, con la colaboración del Barcelona Supercomputing Center, AINA pretende dotar el catalán de los recursos digitales y lingüísticos para que sea una lengua competitiva en el mundo digital y asegurar así su supervivencia.
El Govern arranca el proyecto AINA para garantizar el uso del catalán en servicios y aplicaciones de Inteligencia Artificial (IA) y de Tecnologías del Lenguaje
No estamos hablando de un asistente de voz como Alexa o Siri; AINA podríamos decir, en cierta manera, que es su maestra. De hecho, AINA permitirá generar los recursos lingüísticos necesarios para facilitar el desarrollo del catalán en servicios y aplicaciones de Inteligencia Artificial (IA) y de Tecnologías del Lenguaje, como asistentes de voz, traductores automáticos o agentes conversacionales en catalán.
En primer lugar se ha creado el 'corpus' del catalán —en la variedad estándar— más grande creado hasta ahora, con 1.770 millones de palabras con metadatos de contexto. Ahora, con el impulso del Departament de Polítiques Digitals, se crearán nuevos corpus para incorporar las diferentes variantes dialectales del catalán, diferentes registros lingüísticos (coloquial, literario, administrativo, etc.) y archivos de voz e imagen. La Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals (CCMA) aportará todo su repositorio documental.
El próximo paso será entrenar la red neuronal para que aprenda el catalán generando modelos de lengua, del habla y la traducción. Todos los modelos que se crearán estarán a disposición de todas aquellas empresas o entidades que las quieran utilizar, ya que se publicarán en abierto y con licencias permisivas.
El proyecto tiene un presupuesto de 13,5 M€, que se financiará con fondos NextGenerationEU, y que arranca con una aportación inicial de 250.000 € del Departament de Polítiques Digitals.
El mundo digital es hoy una oportunidad y un reto para la lengua catalana
Eso tiene que permitir que el catalán dé un salto cualitativo y cuantitativo en el ecosistema digital. De hecho, el mundo digital es hoy una oportunidad y un reto para la lengua catalana. Actualmente, las tecnologías de voz y las aplicaciones e interfaces de voz para el acceso al mundo digital son estratégicas para el mayor desarrollo de la lengua en todos los sectores. La interacción entre las personas y la tecnología ha entrado en una nueva fase donde cada vez se hace menos a través de dispositivos como el teclado, el ratón o las pantallas táctiles, para dar paso a una nueva forma de interacción más natural a través de la voz y del habla. Y este hecho otorga especial relevancia a la lengua, que se convierte en uno de los principales vehículos de interacción.
Asegurar el futuro de la lengua
El objetivo último es que la ciudadanía pueda participar en catalán en el mundo digital al mismo nivel que los hablantes de una lengua global, como el inglés, y evitar así la extinción digital de la lengua.
Campaña "El catalán, cosa de todos" (1982)
El proyecto ha sido bautizado con el nombre de AINA en homenaje a la filóloga menorquina Aina Moll, figura central de la promoción y la normalización del catalán y primera directora general de Política Lingüística de la Generalitat de Catalunya de 1980 a 1988. Ella fue el artífice del lanzamiento, en 1982, de la primera campaña institucional de sensibilización sobre el uso de la lengua "El català, cosa de tots," que, con el popular personaje de Norma al frente, tenía como objetivo concienciar a la sociedad sobre la situación sociolingüística del catalán.
Un año después, se aprobaba la primera ley de normalización lingüística. Además, AINA contiene una referencia a la tecnología de Inteligencia Artificial (IA) que hará posible la normalización del catalán en el ámbito digital.
Imagen principal: El conseller Puigneró, durante la presentación del proyecto AINA